–Ese sabandija es mi vecino, lo odio, entiendo que es tu hermano Milk pero él es insoportable, nada como tú– susurré tratando de que el profesor no me escuche
–El no es un tonto que te sigue a todos lados– susurro casi inaudible
–¿Qué dijiste?–
–Nada– dijo con miedo– Mejor dejemos de hablar y prestemos atención a la clase– sonreí al ver el miedo en sus ojos
(…)
Después de cinco largas horas por fin había acabado la gornada escolar, en todo el día no vi a ese tonto y de alguna extraña forma eso me ¿Molesta?
–¿Me llevas a casa?– pregunto Milk
–Claro, ahora que somos vecinas tienes el privilegio de que te lleve a tu casa, felicidades– abrí la puerta del conductor y me subí, Milk se sentó en el asiento del copiloto y se puso el cinturón– Me puse a pensar y me di cuenta de que tienes mucha suerte de que yo sea tu amiga, sin mi tu serias un bicho raro– rei y puse en marcha el auto
Después de unos minutos llegamos a mi casa y dejé el auto en el garaje
–¿Qué es eso?– pregunté extrañada al ver unas cajas afuera de mi casa–
–Yo ya voy a mi casa–
–Como quieras–
Baje del auto y me dirigí a la entrada de mi casa, abrí la puerta y millones de cajas invadía mi sala y las escaleras
–¡Mamá!¡Papá!– grite fuertemente y en menos de un minuto mis padres se encontraban enfrente mío
–¿Qué pasa Bulma?– pregunto mi padre levemente enojado– ¿Porque gritas así?
–¿Qué no es obvio?– dije pateando una de las cajas– ¿Qué es todo está porquería?
Mi madre miró a mi padre y luego este asintió
–Los vecinos Ouji vendrán a vivir aquí por un tiempo– hablo mi madre con alegría
–¿¡Qué!?–
–Ellos están fumigando su casa así que tu padre les ofreció quedar aquí por un tiempo–
–Me niego– dije un poco más tranquila
–Ya está decidido princesa, ellos vendrán hoy mismo aquí– Dijo mi padre con tranquilidad– No entiendo porque no te gusta la idea, tu amiga Milk vendrá también–
–¿Saben que?– dije enojada– Hagan lo que quieran– caminé a mi cuarto y cerré la puerta fuertemente– Maldición– susurré agarrando mi móvil– Mejor le devuelvo la llamada– marque su número y al segundo atendió
Llamada
–¿Bulma?– dijo el con alegría
–Hola Yamcha– dije con una tonta sonrisa en mi rostro– Te eh extrañado mucho en estos días
– Yo también Bulmita– reí tontamente por el apodo–
–¿Cuando volverás?–
–Pues.....– mi sonrisa cambio por una mueca de tristeza– ¿Qué me dirías si te dijera que en estos momentos estoy llendo a tu casa?
–¿Qué?– susurré en shock–
–Como escuchaste Bulmita–
–Yamcha– dije con tranquilidad
–¿Bulma?–
–Te quiero y me encanta que seas mi novio–