《 Anna 》
Por fin... Ya había llegado el verano. Estaba ansiosa. Las ganas me invadían. Necesitaba irme de vacaciones y salir de la monotonía y la rutina. La playa era mi mejor plan ahora mismo. Vivir en la cuidad es muy estresante. Es imposible centrarse con tanta tienda alrededor, no doy a basto para comprar. Menos mal que mis amigas me ayudaban con las bolsas a veces, las asas me cortaban la circulación y dejaban marcas en mis delicadas muñecas. No podía permitirlo. Por suerte no tardaríamos en irnos a la costa. Esta vez habíamos decidido quedarnos en un sitio más cercano. Mi padre había abierto un nuevo hotel muy lujoso en Ibiza y nos ha reservado la mejor suite para nosotras, estaremos allí todo el verano. Afortunadamente disponemos de avión privado y no tenemos que esperar colas ni soportar a azafatas incompetentes ni llantos de bebé durante el vuelo, tenemos mucha suerte.
Nos recibieron por todo lo alto cuando llegamos. Normal, soy la hija del dueño. Los empleados saben que cualquier queja que tenga, por mínima que sea, se la trasladaré a mi padre y lo siguiente que verán será la cola del paro. Que tengan mucho cuidado. Más les vale tratarnos bien y tenernos contentas durante los tres meses que estaremos aquí.
La playa estaba perfecta, no había mucha gente. Menos mal. Me agobia estar con gente pobre. Los amigos de mi padre iban a venir pronto con sus familias y la gente que estaba por aquí por fin se marcharía. Suelen venir antes de que empiece el verano porque así les sale más barato, serán ratas...
Nunca había venido a Ibiza, soy más del Caribe o pasear por California, pero no está mal, pensaba que iba a ser peor. El agua cristalina y la arena blanca forman un paisaje precioso y digno de fotografiar. En primera línea de playa hay diversos restaurantes, hoteles y alguna que otra tienda. Y también hay una cabaña en mitad de la arena al lado de unas palmeras, está un poco alejada de la gente, es bonita, pero más lo es mi suite en el hotel de mi padre. Qué maravilla.
《 Ana 》
Por fin... Después de trabajar meses y meses, de hacer horas cuidando niños y sirviendo refrescos he conseguido el dinero para venir a Ibiza. La alegría me invadió cuando me llegó esa oferta de trabajo. Iba a hacer lo que más me gustaba: surfear. Llevo surfeando toda mi vida, he crecido en el mar. Me decían que no servía para nada y ahora voy a vivir de ello. Me han pedido que haga de monitora de surf para niños. A mí me encantan los niños, son adorables. Al final el esfuerzo ha valido la pena. Después de dos años ahorrando he podido pagarme el viaje y la estancia. Vivo en una cabaña en mitad de la playa pero estoy bien, me encanta mi casita. Además, así estoy más cerca del mar, el sonido de las olas rompiendo en las rocas me relaja. Y si no consigo dormir solo tengo que coger mi tabla y dar un par de pasos hasta llegar a la orilla. Creo que aquí puedo vivir bien, llevo ya dos semanas instalada en esta playa y me lo están poniendo muy fácil. La gente es muy generosa y me tratan como una más.
Hoy empiezo a trabajar, solo espero hacerlo bien, necesito el dinero para mantener mi casita, no tengo más recursos. No soy una pobretona, como dicen por ahí, pero tampoco me sobra el dinero. Creo que a ninguna muchacha de veinte años le llueven billetes. Bueno, menos a las chicas ricas que viven de sus padres, esas que han gozado de muy buena suerte y no han tenido que buscarse la vida como yo. Pero estoy muy orgullosa de lo que he hecho porque he llegado hasta aquí yo sola, sin ayuda de nadie. Ya estaba lista para trabajar, el traje de neopreno ya se había hecho a mi cuerpo, la tabla de surf era mi pareja perfecta. El sol brillaba más que nunca y las olas me llamaban. Los niños ya estaban listos para aprender y yo tenía muchas ganas de empezar. Iba a ser un día perfecto. O eso creía.
- ¡Serás idiota! - me gritó una chica cuando caminaba por la arena y yo me giré al escucharla, no estaba ella sola, iba con dos chicas - casi me das con la tabla. - genial, mi primer día y ya me he metido en líos - ¿Es que estás ciega? Mira por dónde vas.
- Lo siento, no te había visto - dejo la tabla en el suelo - ¿Estás bien? - me acerco un poco a ella para ver si le he hecho daño pero se aleja con cara de asco y sus amigas la imitan.
- Sí, estoy bien - me mira mal - no te preocupes. Ten más cuidado la próxima vez si no quieres que ponga una queja. - me dice con superioridad y se va caminando con sus amigas mientras oigo como hablan mal de mí y se ríen. Las cosas como esta me matan, ¿quién se ha creído que es para hablarme así? Yo soy de la opinión de que todos somos iguales y que nadie es mejor que nadie. Pero veo que no todos pensamos igual -
A pesar de ese pequeño encontronazo el día fue bien. Conocía a algunos niños de los que estaban allí, por eso se me hizo fácil coger confianza con ellos. Se me parecen tanto a mí.. En sus caras se ve el entusiasmo y las ganas de aprender y de ser parte de este mundillo. A mí el surf me ha cambiado la vida, el mar ha sido mi terapeuta y la tabla mi hombro para llorar. No he tenido una vida fácil, pero he salido para adelante como he podido. Por eso me siento orgullosa de lo que estoy haciendo, porque lo he conseguido con mi sudor y mis lágrimas, muchas lágrimas. Pero todo vale la pena si te recompensan tu esfuerzo, no hace falta que sea con nada material, eso no importa, lo bonito es que reconozcan lo que haces y te valoren tu trabajo y a mí con esta oportunidad me están diciendo que valgo, espero que este sea el comienzo de una vida mejor.
Aquí comienzo una nueva historia, espero que os guste. Me gustaría que me dijérais en los comentarios qué os parece y lo que más me interesa es me digáis cómo veis a los personajes, cómo creéis que son y lo que os transmiten. Quiero saber si estoy haciéndoos llegar lo que quiero con los personajes y la forma de describirlos. Gracias a todos ❤❤❤
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Un verano perfecto
FanfictionA veces el amor llega cuando menos te lo esperas y de la mano de quien menos te lo esperas.