—¡Rayita! Sal del baño— golpeó Brighton la puerta del baño— Hace como una hora estás allí— bufó y también yo bufé.
—Espera, ya me falta poco.— contesté mientras terminaba de quitarme la crema depilatoria de mis piernas. No podía ir al instituto con las piernas peludas y usar una pollera.
—¿Tanto te maquillas?
—Uf ni te imaginas— contesté con ironía.— Ya salgo— me acomodé bien la falda— que parecía de monja porque debería de ser hasta las rodillas— y salí del baño.
—Vete subiendo al auto, mamá nos lleva.— dijo Brighton antes de cerrar la puerta del baño. Asentí.
—¿Qué hora es?— pregunté cuando ingresé a los asientos traseros del automóvil. A mi lado se encontraba Andy y en el asiento del piloto mi madre.
—Siete en punto.— contestó mirando su reloj de mano.
—¡Rayos!— espeté— llegaremos tarde.— y era verdad. La hora de ingreso al instituto era a las 7:20 y no creía que llegaríamos temprano.
—Nah— contestó Andy mirando la ventana.
—Vamonos— entró Brighton al automóvil.
[...]
—Bien niños, cuídense. Volveré por ustedes el viernes. ¿Okay?— habló mamá cuando el automóvil estaba enfrente del automóvil.
—Esta bien— contesté y mamá comenzó a repartir besos en nuestras mejillas. Agarre mi mochila, la coloque en mi espalda, agarré la pequeña maleta con mis cosas y la sujeté de mi mano.
—Te queremos ma y a pa también, chao.— dijo Andy cuando salí del automóvil.
Cerré la puerta del automóvil cuando salí con todo, oí un pequeño gruñido, me di la vuelta y la puerta se abrió.
—¡Estúpida!— me grito Andy, frunci el ceño— Cerraste la puerta con mi mano fuera— contestó enojado mientras se acariciaba la mano.
—Por tarado— habló riendo Brighton, quién estaba a mi lado.
—Uy, perdón. No me di cuenta— solté una risa nerviosa temía que mamá me regañe.
—Entremos, falta poco para las 7:20— habló Brighton dándose la vuelta quedando en frente —por unos metros— del instituto.
—Vale.
.
—Hola Abby— saludo mi amigo Alex entrando a mi habitación del instituto. Abigail era mi segundo nombre y como sabía que ese me gustaba más que el primero me decía así.
Rayita Morgan Abigaíl
Ni siquiera queda bien, es patético. A veces odio a mis padres por esto.
—Hola— saludé sin ánimos. Yo estaba acostada mientras tecleaba con mi celular.
—¿Que pasa?— se sentó en la esquina de mi cama y me miró con una cara pensativa.
—Quiero que sea viernes. Me pongo depresiva en pensar que recién es martes.— solté un bufido y lo miré.
—Asi es la vida Abby— contestó con una sonrisa mientras se despeinaba su cabello morocho con su mano.
Alex y yo éramos amigos desde tal vez los ¿Diez años? Conocíamos casi todo del otro.
—¿Que clases tuviste hoy?— le pregunté mientras me sentaba en mi cama. Era el medio día y ya habían finalizado todas las clases de la mañana. Faltaba unos minutos para el timbre del almuerzo.
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Soy Rayita.
Teen FictionElla es Rayita. -¿Rayita? ¡Que nombre extraño! Si, Rayita. Su madre era lectora en Wattpad, amaba las historias rayita y ¿por qué no nombrar a su hija así? el padre estuvo de acuerdo, tampoco era un nombre taaan feo. -¿Su vida es perfecta como en...