IX

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MARATÓN.
(SI, LEYERON BIEN PEDACITOS DE PANELA  M-A-R-A-T-O-N).

Austin...

Mucha gente gritaba, las chicas estaban como locas coreando el.. OH ESTO NO PODRÍA ESTAR PASANDO!!!!. Damas y caballeros de una range rover se estaba bajando nada más y nada menos que la súper estrella de lacrosse (ex alumno) y primo del estúpido que estaba a punto de golpear, Ben Marshall el capitán de los Toronto Rock ya sospechaba porque el entrenador nos hacia todo esto a pocos días del juego, tenía entendido que asistirían algunos representantes de otros equipos estatales para "escoger mejor material" pero era frustrante cambiar todo de nuevo, y más jodido aun si alguno de sus cambios cometía un error, adiós victoria y hola entrenamientos, oídos sordos por el constante sonido del silbato e innumerables blasfemias por parte de Stefan, serian tres largos meses de sufrimiento si las cosas salían mal el Viernes.

Escuche como todos se ponían de pie y se acercaban corriendo a las afueras de la cafetería para ir en busca de Ben, pude divisar como Thomas bufo y salió fuera de ahí no sin antes fulminarme con la mirada acto que yo solo tome como estúpido soltando una carcajada, tome mi bolso dispuesto a salir del lugar cuando unas mesas antes me encontré con una escena un poco AGRADABLE, el día iba de la mierda y ahora presenciaba como Michael estaba con Alice riendo de cosas que él le decía hasta que me percate como sus facciones cambiaron de un momento a otro, estaba pálida y puedo atreverme a pensar que igual fría ya que eso solo sucedía cuando estaba nerviosa o algo malo pasaba. Sin importar lo demás me acerqué con paso decidido hacia ellos sintiendo como mi corazón se aceleraba con cada paso, sentí una sensación extraña al parecer Michael igual se percató del cambio repentino de mi amiga ya que había dejado de reír mientras trataba de llamar su atención.

Estaba a escasos metros de distancia de la mesa donde ellos se ubicaban cuando tres chicos del equipo me abordaron, ¡maldita sea!.

-Ni lo pienses Coleman- Ryan se plantó al frente mío evitando que siguiera avanzando hasta mi objetivo, estaba listo para enfrentarlo y decirle que se apartara de mi camino cuando sentí que me jalaban del brazo-

-Tenemos reunión con el entrenador en diez minutos Austin y no pienso arriesgar mi trasero por ti- informo Oliver mientras yo me intentaba safar de su agarre- quieta fiera en los vestidores te suelto.

-Pero tengo mi uniforme en el casillero tarado y se supone que la reunión es luego de...-me calle al instante recordando lo que había ocurrido en la cafetería- olvídalo ya sé porque cambio el horario y si me disculpas tengo que ir por el uniforme -me safe de su agarre no sin antes recibir una mirada de advertencia-

-Llegas tarde y te juro Coleman que limpiare el piso con tu cara- hablo en tono amenazante Danver y yo solo esperaba impaciente para poder largarme de una vez-

-Si señoritas como digan nos vemos en el campo- di media vuelta para salir por el lado contrario y dirigirme a mi casillero más estresado de lo que me encontraba antes de que ellos llegaran-

Cuando llegue a mi casillero deje los libros de todas las clases ya que suponía que iba a faltar el resto de la mañana, tome mi uniforme para dirigirme a los vestidores a paso ligero, aunque sabía que era en vano. Apenas puse un pie en ese lugar se hizo un silencio sepulcral entre todos los presentes que estaban ahí.

- ¡CINCO MINUTOS SABANDIJAS! - grito Stefan desde una de las bancas revisando la planilla y haciendo anotaciones- Coleman ¿te vistes o te visto? -alzo su vista enarcando una ceja-

Me contuve de rodar los ojos mientras me dirigía a buscar un vestidor vació para quitarme la ropa que tenía y ponerme el uniforme morado con blanco, en la parte delantera de la camisa se presenciaba en letras mayúsculas "DRACS" * y en la parte trasera sobresalía el número que el entrenador en un principio nos había otorgado "dieciséis" y sobre este mi apellido, una vez pensé que cada número era un patrón o secuencia pero luego lo descarte cuando en realidad los había escogido al azar y el pretexto que uso fue "quería ser original a los rivales, y por esa absurda pregunta me debes treinta kilómetros" aquel día sentí que había dejado las piernas en la cancha, aun creo que llegue de milagro a casa.

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