VIII

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Carol esperó a Mia y Travis con el corazón roto y absolutamente confundido.
¿Qué habían sido esas palabras de Wraith de que ella le pertenecía?
No había creído que él fuera tan cruel como para lastimarla de esa forma.
Absorta en sus pensamientos solo pudo escapar de ellos cuando Travis carraspeó a su lado haciéndose notar, entonces caminaron a las caravanas donde encontraría su refugio perfecto para descargar su rabia y pena.

*

Mia no podía dejar que Wraith le quitara a su hermana.
Carol era lo único que le quedaba y había prometido a su madre en su lecho de muerte que cuidaría de ella, era su deber.
¡Además ella era muy pequeña para Wraith!
El macho debía tener al menos unos veintisiete años es decir que le llevaba diez años...
—Te estas comportando como la bruja del cuento.
Miró a Travis sorprendida y él solo le sonrió con suspicacia.
—¿De qué hablas? —Balbuceó pero ella entendía muy bien de que iba.
—¿Por qué le dijiste eso a Carolina? ¿Por qué te desmayaste cuando estabas con Wraith?
Mia se dejó caer en su cama soltando un suspiro de aflicción y culpabilidad, Travis lo sabía.
Sabía que había algo extraño en su comportamiento de otra forma él no estuviera haciendo esas preguntas.
—Ella no debe acercarse a él y punto.
Travis frunció el ceño casi con el signo de interrogativo plasmado en su rostro.
—Debe haber algún motivo ¿No?
Mia lo miró a los ojos entonces no pudo contenerlo más, comenzó a llorar y Travis enseguida la abrazó buscando su consuelo.
—Estoy siendo una egoísta, lo sé, pero no quiero perderla Trav, ella es una niña, ella no... si ella se enamora en serio de Wraith y se convierte en su compañera como él aseguró se quedará aquí en el homeland para siempre y yo me iré... voy a perderla, voy a perder lo único que me queda en el mundo.
Sus sollozos hicieron que Travis se aferrara más a ella, causando que le doliera el corazón, ella creía que estaba sola pero estaba equivocada, lo tenía a él.
De pronto cuando él estaba a punto de decirle lo que sentía un rugido hizo que ambos dieran un brinco de sorpresa para después encontrarse con la mirada asesina del macho nueva especie que los observaba desde la entrada.

*

—¿Estás bien Violet? —preguntó incómodo después de que se llevaran al macho sedado.
La hembra  lo miró con el rostro lleno de lágrimas y ojos cargados de preocupación antes de lanzarse a sus brazos como si estos la mantuvieran apartada del peligro.
Y así sería, se prometió Wraith al verla tan vulnerable, él protegería a Violet y a todas las hembras que estuvieran en peligro, ellas no merecían ser lastimadas.
—Te han golpeado por mi culpa.
—Eso no importa, lo importante es que estés bien.
Le alzó el rostro y limpió la marca de su temor sin dejar rastro de esas gotas saladas.
Las voz de Justice y Dangerous los puso en alerta al llegar, entonces Wraith dio un paso atrás para dejar que Jesse la envolviera en un abrazo.
—¿Estás bien cariño? ¿Te hizo daño?
Sus manos cubrieron las mejillas de Violet buscando algún daño pero la pequeña regalo negó con la cabeza.
—Estoy a salvo, él no me hizo daño pero a Wraith sí que fue quien me lo quitó de encima.
—Debió confundirte con una humana —dijo Justice tenso.
En seguida el macho abrazó a Violet quien le sonrió.
Wraith se sintió cohibido ante la escena familiar que captaban sus ojos y Danger se dio cuenta de eso.
El menor de los hijos de Justice relajó sus manos que se habían convertido en puños para atacar al maldito que se había atrevido a tocar a su hermanita. Dio un paso hasta Wraith y palmeó su espalda, el macho se había ganado su respeto.
—Gracias por eso Wraith.
El macho se encogió en hombros restándole importancia a su hazaña.
Se preparó para irse, sin embargo fue detenido por Jesse.
—Para agradecerte por mantenerla a salvo ¿Quieres ir a cenar hoy?
Prepararé una cena exquisita, por favor acepta.
Wraith que había pensado negarse de inmediato no pudo luchar con la mirada que Jesse le envió, esa mujer podría convencer a cualquiera, así que solo asintió y tanto Jesse como Violet sonrieron satisfechas como si ocultaran un secreto.
—Estoy muy agradecido de wue hayas cuidado de Violet, Wraith cuando me necesites siempre contarás con mi ayuda —espetó Justice.
—No fue nada —murmuró incómodo.
Se dio la vuelta para irse.
¿En qué se había metido?

*
Mía se preocupó cuando escuchó los sollozos de Carol a través de la puerta, su corazón se encogió en angustia, si bien era cierto que no quería que su hermana estuviera con ese macho nueva especie porque la alejaría de ella mucho menos quería que Carol llorara por estar alejada de él, el sufrimiento de su hermana era el suyo propio.
Cerró las ojos y se apoyó en la puerta con el corazón roto en angustia.
Tendría que dejar de ser una egoísta.
Después de todo Carol siempre sería su hermana, pero quizás solo tendría una oportunidad para amar como ella lo había tenido también y por su culpa la perdería.
No dejaría que Carol pasara por todo lo que ella había pasado, y sobre todo, no permitiría que dejara de creer en el amor como ella había hecho.

Por muy bipolar que sonara.
Diana Carolina no tenía la culpa de sus penas y mucho menos de su soledad.
Su hermana se merecía ser feliz de una vez por todas, aunque eso significara que no volvería a verla.

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Wraith (4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora