Una vez que le trajeron todo lo que pidió Carol le exigió las llaves a Danger quien dudoso se la dio, enseguida Carolina sonrió ladinamente.
—Ahora largo, necesito tiempo a solas con mi compañero.
Dicha estas palabras Wraith rugió en aprobación.
Una vez que todos salieron de su campo de visión Carolina intentó soltarse de de su agarre pero como las veces anteriores él no se quiso apartar de ella.
—Voy a entrar mi amor, suéltame o no podré estar allí contigo.
Entonces el gruñó levemente y la soltó como si hubiese entendido por completo y cuando entró con las cosas que había pedido él la tomó sorpresivamente por la cintura y la besó como si no hubiese un mañana, de inmediato Carol recibió su beso aferrándose a sus fuertes hombros y dejando caer todo lo que llevaba en las manos.
Nunca se había sentido tan deseada ni querida en la vida así que tuvo que reprimir sus lágrimas y apartarse de su macho para recobrar la cordura.
—Espera Wraith —susurró en sus labios—, primero debo curarte.
—¡No! ¡Ser mía!
—¿Por qué eres tan sexy? —preguntó con picardía robandole un beso—. Mierda, debo concentrarme, si no te dejas curar no hay más besos, coopera conmigo o me enojaré.
Wraith mantuvo su ceño fruncido pero no dijo nada, lo que Carolina interpretó como que iba a cooperar.
Así fue como Carol sonrió con suficiencia y recogió lo que había dejado caer.
Primero lo bañó eliminando toda huella de sangre seca y suciedad que había en su cuerpo, la yema de sus dedos se deslizaba por su humeda y morena piel siguiendo con su trabajo, pero la verdad era que estaba disfrutándolo tanto como él quien la observaba como si se tratara de una presa a punto de ser devorada y por su puesto a ella no le disgustaba serlo.
A medida que el agua se deslizaba por su cuerpo pudo ver que las heridas que tenía en su mayoría estaban sanando quedando solo unas pocas que se había hecho esa mañana.
Solo faltaba lavar de la cintura para abajo y el cabello fue entonces que con curiosidad miró la parte interior de su figura y casi se quedó sin aliento al ver la poderosa erección que apuntaba al techo como una intima invitación.
Sin despegar sus ojos de la misma relamió sus labios sonrojandose notablemente, nunca había visto un pene en vivo y directo pero sabía que el de Wraith era muy grande para un virgen como ella, rapidamente apartó la mirada cuando lo escuchó gruñir, por fin decidió lavarle su largo cabello oscuro tratando de refrenar todos sus libidinosos pensamientos.
Tomó el shampoo y lo untó en sus manos para deslizar sus palmas por sus hebras rebeldes.
Sin que se lo esperara de un momento a otro estaba sentada en el regazo de Wraith con las piernas abiertas a cada lado de las suyas y su miembro atrapado entre ambos.
Carolina no había dejado de masajear su cabello y estuvo segura que si Wraith fuera felino ahora mismo estaría ronroneando.
Casi no podía pensar con Wraith mirandola con tanto deseo y con su pene tan cerca de su centro que aunque este estaba oculto por sus pantalones y bragas estaba húmedo.
Para cuando sacó el shampoo de su cabello se sintió más nerviosa de lo que debería, tenía que terminar de bañarlo así que se levantó de su regazo y se arrodilló frente a él tomando el jabón en sus manos.
Al fin pudo apartar su mirada de la de él para fijarse en sus fuertes y largas piernas masculinas, comenzó por los pies, luego subió por sus batatas... sus piernas y sin contemplaciones y con el rostro rojo lavó cuidadosamente sus testículos y a continuación su pene.
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Wraith (4)
FanficWraith es uno de los machos líderes en la zona salvaje, es fuerte, frío y malhumorado pero eso poco le importa a Carolina quien intentará hacer todo lo posible por conquistar el corazón de ese macho.