Déjame ir (YOONMIN)

6. No estoy solo

POV JIMIN

Sentí como una parte de mi, murió junto con ellos.
No creí lo que apenas unos segundos me habían dicho, realmente lo que mas amaba me fue arrebatado en segundos. No me di cuenta en que momento había caído de rodillas al piso, ni siquiera sentí el dolor en éstas. Mi cabeza dolía, no podía dejar de llorar, también quería morirme.

Unos cálidos y grandes brazos rodearon mi espalda, en mi oído se encontraban unos suaves labios que me debían que me amaba y que siempre estaría conmigo.

Se sintió bien, pero mi dolor no se iba, fingí una sonrisa y me levante justo después de el.

El funeral fue algo sencillo, poca gente, la mayoría compañeros de trabajo de mis padres. Solo jungkook se encontraba a mi lado, agarraba fuertemente mi mano. El no lloro para nada, ni su rostro desprendía tristeza alguna, supongo que entre nosotros el debía ser el fuerte.

Pasaron unos días, como aun era menor de edad tenia que estar a cargo de un mayor, por eso mi abuela había decidido que me vaya a vivir junto con ella a su ciudad natal, daegu.
No quería irme de busan, lugar donde mis padres se conocieron, donde naci y donde se encontraba jungkook.

Pero como soy un mocoso, tuve que aceptar. Hable con jungkook, el estaba tan exaltado y nervioso, no quería que me fuera, yo tampoco quería dejarlo.
Así que jungkook decidió irse conmigo, dijo que jamas estaría solo, que el siempre estaría a mi lado, que me amaría siempre y que nunca escaparía de el.
Me puse feliz, pero me sentía tan vacío.

Me dirigía directo a daegu, jungkook no dejaba de tragar mientras observaba el paisaje por la ventanas del autobús, en esos momentos se veía tan adorable. Nos esperaba una nueva vida en daegu.
Jungkook había decido abandonar a su madre, la dejo morir en el infierno que tanto amaba, el ni de loco se quedaría mas tiempo ahí.
No estábamos solos, nos teníamos a los dos, y por supuesto también tendríamos a la abuela, la cual no se opuso a la idea de que jungkook viviera con nosotros, jungkook contó todo de su vida, se gano a mi abuela.

Llegamos a daegu, era un lugar enorme, su aire puro y fresco despeinaba nuestros cabellos y resecaban la piel, el clima se sentía muy bien.
Desempacamos, una habitación para los dos, me sentí un poco incomodo al saber que dormiríamos en la misma cama, claro, mi abuela no tenia ni idea de la relación que teníamos, jamas se iba a enterar, al menos de mi parte no.

Ya eran las siete de la noche, la abuela nos había preparado la cena, dejamos nuestra habitación bien limpia y ordenada para después bajar como unos locos por las escaleras, moríamos de hambre.

El ambiente era bueno, había silencio, un silencio para nada incomodo. Aun no me caí el veinte de que mis madres ya jamas iban a estar conmigo. Tal vez por eso no lloraba, quería creer que solo estaba de vacaciones y que después al regresar al buscan los volvería a ver, con sus brazos bien a abiertos esperándome y extrañándome. No me permitiría caer en depresión, tenia a jungkook y a la abuela.

Tenia que ser absolutamente fuerte.

Terminamos de cenar y después nos bañamos por separado. Fui el primero en bañarme y acostarme en la cama, quería dormirme lo mas pronto posible, no sabría como reaccionar al ver que jungkook se metía a la cama junto conmigo, tenia mucho miedo.
Escuche la puerta del baño abrirse y automáticamente cerré mis ojos y me hice al dormido.

-hyung, sabes yo realmente estoy muy feliz, digo, al pensar que estaremos viviendo juntos a partir de ahora es como si nos hubiéramos casado, yo te amo mucho, no estas solo, me tienes a mi, solo a mi. Yo te tengo a ti, solamente a ti.

Un nudo se formo en mi garganta, tenia tantas ganas de llorar, yo no estaba para nada feliz, no podía corresponder a sus sentimientos, no podía decirle que también lo amaba pero si que estaría siempre con el.

Sentí como se acostó y enredo sus brazos a mi cintura, su cálido aliento golpeaba suavemente mi cuello. Cerré mis ojos y espere a que la mañana llegara. Después de todo, comenzaríamos una nueva vida, al menos para jungkook, ya no tenia que soportar mas los golpes de su padre y el desinterés de su madre. Ambos teníamos un nuevo camino por delante, definitivamente un mejor futuro.