Jimin
Todo cambio drásticamente, jungkook , desde el día en que murió mi abuela, hace unos ocho meses, no me ha dejado salir se casa. Al parecer había escuchado la platica que había tenido con ella.Se puso agresivo, no paraba de golpearme y decirme que no podía dejarlo, que el era el hombre que me amaba y que seria feliz únicamente con el.
Casi todos los malditos días me obliga a tener sexo con el, no me deja ir a la escuela y tampoco quería que trabajará, me encierra con llave, me quedo esperando hasta que el regrese con algo de comida, incluso hay veces en las que me deja sin comer.
Básicamente me acostumbre a ese estilo de vida, que mas da, ya no tengo nada, ni familia, ni carrera, ni felicidad.
Tampoco podía dejar a jungkook, el también había sufrido, ambos.Hay noches en las que duermo solo, me ahogó en llanto.
Ya daban las ocho de la noche cuando escuche la puerta abrirse, jungkook estaba borracho, era la primera vez que llegaba así.
Cayo al suelo y balbuceaba estupideces, la puerta estaba abierta, las llaves aun colgaban, aunque sea un maldito día, solo un día, quería respirar y ver la noche. No lo pensé, agarre su billetera, tome las llaves, salí de ahí y cerré la puerta. Dios, estaba feliz, corría sin parar, riéndome como todo un idiota. Mis pies avanzaban sin dirección, no tenia idea hacia donde me conducían hasta que vi la plaza, aquella plaza enorme y llenas de luces que vi hace casi un año.
Me adentre y lo primero que hice fue entrar a un restaurante de comida rápida, moría de hambre.
Una amable señora de atendió, le pedí mi orden y asintió.
Unos 10 minutos pasaron cuando una enorme hamburguesa apareció antes mis ojos, sin pensarlo me la devore, ignorando la bebida de coca hasta casi me ahogo por un pedazo de carne que no había masticado bien. Tome del refresco y por primera vez me sentí feliz, libre. Pague la cuenta y salí del lugar.
Después vi una pequeña estética, no se que diablos sucedía conmigo, tal vez estaba muy emocionado así que me decidí por entrar y cambiar el tono de mi cabello. De negro a naranja. Me veía muy bien, ya ni me veía tan jodido, sin vida. Ahora tenia un poco de color en mi persona.Me encontraba paseando por los pasillos de la plaza, ya eran las diez de la noche y comenzaba a hacer frío.
Me senté en un pequeño banco tomando un poco de café caliente que le había comprado a un señor en una pequeña tiendita. Estaba perdido en mis pensamientos, no iba a abandonar a jungkook pero también de vez en cuando me gustaría salir.
En eso estaba cuando a lo lejos reconocí una agradable melodía, otra vez esa hermosa que había enamorado a mi sentido auditivo. Me levante de inmediato siguiendo aquella canción.
Me detuve al ver la pequeña multitud, supongo que se trata de ellos.
Me acerque y me sorprendí al ver únicamente a dos personas, un chico muy guapo de anchos hombros y aquel chico de cabellos plateados que tocaba mágicamente el piano, ya no eran cinco, sino dos.
Aun así, la música era buena, también la voz del vocalista era hermosa. Me sumergido por completo en aquella obra maestra que acariciaba mis oídos y me hacia suspirar, definitivamente tenían talento.
La música término y la gente comenzó a moverse bruscamente hasta que una chica me empujó y tiro el café que tenia en la mano encima de ropa, aquella chica se disculpó y se fue corriendo. Vaya, que amable.-¿estas bien?-una amable voz y una gran mano tocó mi hombro- se ve que aun esta caliente, toma, límpiate- me extendió un pequeño pañuelo de color negro.
-ah, muchas gracias, perdona- sus pequeños ojos y mirada penetrante me hicieron sentir nervioso.
-no tienes porque pedir disculpas, en todo caso esa persona por lo menos debió devolverte el dinero o darte un pañuelo, que mierda- era de mi misma estatura, su ceño están fruncido y su olor era agradable, olía a mente.
- esta bien, andaba distraído, tu música realmente es muy buena. A pesar de ser animosa sonaba demasiado triste, como si hubieras perdido a alguien- el se quedo callado, totalmente serio, mirando fijamente a los ojos.
Desvíe la mirada-ah, yo, yo lo siento, hable de mas, yo sólo lo sentí así, así que emm.- demonios que es tupido soy.
-tu nombre- mas que pregunta, era como una exigencia- ¿cual es tu nombre?-ahora si era una pregunta.
-park jimin- hice una reverencia, el parecía mayor.
-yoongi, min yoongi- extendió su mano hacia mi- me gustaría verte de nuevo jimin- tome su mano, nos miramos y el sonrió, una sonrisa demasiado hermosa que me hizo estremecer y el corazón acelerar.
-yoongi!!!¿que diablos haces? Apúrate tenemos que irnos, ya es tarde- el de hombros anchos había llamado a yoongi.
-diablos, que fastidio, como sea, jimin espero verte de nuevo, aquí, a la misma hora, nos vemos- se alejo agitando se mano, casi tropezándose. Era lindo.
Volví en mi y me fije de la hora, ya eran mas de las once, tenia que apurarme antes de que sea mas tarde y jungkook se despertase. Para mi mala suerte jungkook estaba despierto, estaba sobrio, se acercó y me dio un beso en los labios, para luego después tirarme del cabello y susurrarme en el oído.
-has lo que quieras maldita zorra, pero te aseguro que no escaparas de mi.
No sabia a que se refería, simplemente me quede ahí, solo, en la sala, lo único que estaba en mi mente en ese momento era aquella sonrisa hermosa que ese chico, yoongi, me había regalado, era amable, y no se, sentí mi corazón acelerarse, mi nuca calentarse y mis mejillas arder.
Quería verlo otra vez, escuchar música de nuevo. Ya quería que la mañana llegara, así que rápidamente me di un baño y me acosté a dormir en en el sofá, una noche sin golpes, una noche sin violación, una noches tranquila, una noche inundada por aquella melodía que no dejaba de tararear.Por fin aparece el yoongi, ya vamos para lo romántico.
Ya vamos hacia el ship principal de esta historia.
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Déjame ir (YOONMIN)
FanfictionJimin vivía en un total infierno, el motivo de este: su novio. Jungkook le hacia la vida imposible, y todo porque no tuvo lo que siempre deseo. La vida de jimin poco a poco va agarrando color, y todo gracias a una persona que habia visto hace un año...