2: Pensamientos, que aumentaban mi curiosidad...

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El atardecer de aquél hermoso ocaso resplandía ante nuestras asombradas vistas. La combinación de colores era tan espectacular que no pudimos evitar quedarmos a observa por un rato el descenso del sol, adentrándose entre las colinas.

Oreki se encontraba frente a mí, sosteniendo su bicicleta, hipnotizado con la belleza del horizonte, sumado a las rosadas hojas que caían del árbol sakura que estaba detrás. No podía evitar verlo, había quedado asombrada ante su figura. Sumado al movimiento de su oscuro cabello castaño al compas del viento. Me encantaba su color...

"Ah, Eru, ¿en que estas pensando? Oreki siempre se a visto igual desde que lo conociste, ¿por qué ahora si te fijas tanto en él?"

Los recuerdos comenzaron ha acumularse en mi mente, el día que nos conocimos, cuando le pedí que investigara el secreto de mi tío, el momento que descubrió el misterio detrás de Hyouka, las distintas ocasiones que acerqué nuestros rostros al no poder controlar mis extrovertidas emociones, o ese día que trabajó como salvavidas y se fijó en mi traje de baño, cuando fuimos al templo en año nuevo, el día de hoy; el festival de las muñecas, la expresión que realizó con tan solo observarme maquillada, entre muchos momentos que atesoraba, él formaba parte de la mayoría de estos que ocurrieron durante estos meses.

Sin darnos cuenta nos habíamos convertido en grandes amigos, probablemente no me atesore tanto como Fukube o Ibara, pero para mí, él era muy especial...

"Observa, Oreki... Este es mi hogar. Solo hay agua y tierra, la gente cada vez esta mas vieja y cansada. A pesar de su belleza, no creo que sea el lugar mas hermoso, tampoco uno con mucho potencial... Aun así, quería que lo vieras..."

Fueron las palabras que le pronuncié hace tan solo unos segundos, habían nacido desde lo mas profundo de mis sentimientos, mi corazón. Yo amaba a mi hogar como a ninguna otra cosa en el mundo, un pequeño pueblo humilde a las lejanias de la ciudad Kamiyama, que sobrevivía en base de sus trabajadores propietarios. El simple hecho de que viniera, me hizo muy felíz, apesar de que fue una repentina propuesta egoísta, porqué ya conocía lo mucho que él detestaba las actividades agotadoras, aceptó ayudarme sin pedir nada a cambio.

Gracias a él, logré ser mas abierta, gracias a él, descubrí que hasta las cosas mas insignificantes podían tener un gran descubrimiento detrás, gracias a él, tomé mi decisión de ser una digna sucesora para la compañia de los Chitanda, mi familia, decidiendo ver ciencias desde este nuevo año, y futuramente en la universidad, descubriendo nuevas mezclas para los cultivos del tipo de empresa que deseo crear...

"-Sabes, respecto a tu opción de dirigir los negocios de tu empresa, ¿podría yo encargarme de ello?"

No podría describir lo que sentí tras escuchar tan tentadora propuesta salir de sus labios, no supe como reaccionar, había sonado tan decidido, tan seguro, como si ya hubiera aceptado tal destino desde hace bastante tiempo. Yo había rechazado dirigir esa parte de la empresa tras descubrir lo mala que soy enfocandome en mis objetivos, tras distraerme varias veces en el festival cuando mi club me necesitaba. Oreki en cambio, era la persona mas centrada e inteligente que he conocido, siempre estaba dispuesto a cumplir sus investigaciones por completo cuando sentía los animos de pensar a fondo, admiraba demasiado sus habilidades, incluso se tomaba la molestia de seguir hasta que sienta que llegó a una conclusión que me dejara satisfecha. Esos verdosos ojos, tan verdes como los campos de mi hogar, podría perderme en ellos y sentir que sigo en casa.

Por timidez, no conseguí aceptar al instante su propuesta, pensé que sería mejor que lo pensara un poco mas, no me gustaría que terminara arrepintiendose por decidir ayudar a una chica de campo tan aburrida como yo, pero por dentro, seguía sintiéndome feliz, tanto que sonreí al sentir el viento detrás de mí, moviendo los mechones de mi largo cabello, la tímida reacción de Oreki fue tan satisfactoria, que me sentí culpable en el momento que esbozó tan agradable sonrisa, solo para mí.

氷菓 Hyouka: Sentimientos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora