C U A T R O

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El sonido más molesto de todo el mundo me despierta, la alarma.

Me gustaría poder tener un martillo y terminar de una vez por todas con el invento más insoportable.

Bufando, quito las mantas de encima de mí, me siento en el borde de mi cama y con muy pocas ganas, abro mis ojos.

Un grito sale de mi interior.

- Tampoco soy tan feo.- Dice Joy.

- ¿Qué haces aquí?.- Le grito y le arrojo mi almohada.

- Pensé que te gustaría que te pase a buscar.- Se encoge de hombros.

- Claro, pero de la puerta de mi casa hacía afuera, no de la puerta de mi habitación hacía adentro.- Le apunto a la puerta y con eso le digo que se vaya.

Finalmente cuando se va comienzo a colocarme el uniforme, pero unos golpecitos en la puerta me hacen detenerme.

Pongo los ojos en blanco, ¿Será posible?

- No te demoras ¿Verdad?

- Qué ¡no! Si estas apurado, pues ve por delante y me voy caminando.

- Alguien se levanto de mal humor.

Lo miro como diciendo ¿Enserio?

- Joy, hasta que no cierre la puerta principal con llaves, no vuelves a entrar, ¿Está claro?

- Bieeeen.

~~~

Tomo una barrita de cereal y salgo fuera.

Cierro la puerta y me dirijo hacía el vehiculo de Joy, este me miraba irritado, al parecer, le molesta llegar tarde.

- Podemos irnos.- Le digo.

- Y ¿Así me lo dices?¿Con esa tranquilidad?

Me encojo de hombros.

- Selene, estamos llegando tarde.

- ¿Y?.- Pregunto sin interés.

Parecía enfadarle mi desinterés, es lindo cuando se enoja.

- ¿Tengo algo en el rostro?.- Pregunta Joy inocentemente.

Momento de travesura.

- Si.

- ¿Qué es? Quitamelo, quitamelo.

- Una cara de mono.- Comienzo a reir sin parar.

Estaciona el vehículo frente a un semáforo en rojo

- Selene, mira allá.- Me dice seriamente, señalando a lo lejos.

- ¿Qué?.- Comienzo a moverme para ver bien que me está mostrando.

- Allá va corriendo tu broma.

Lo miro con cara de pocos amigos y al ver el semáforo cambiar a verde, digo muy lentamente, AVANZA.

- Todavía sé muy bien las señales viales, recuerda que yo te he enseñé a conducir.

- No necesito que me lo recuerdes hada madrina.

Eso parece enojarle.

- Te he dicho que no me llames así.- Dice Joy, cerrando los ojos, se que está contando para mantener la paciencia.

- Tú me haz dicho que eres un hada madrina, ahora te aguantas.- Digo con inocencia.

- Ihiri ti igiintis.

Oh, que maduro es mi hada madrina.

Finalmente cuando llegamos, mis amigas se encuentran a unos pasos de mí y ambas, me miran desconcertadas.

Primero no entiendo sus miradas, hasta que Joy se coloca a mi lado.

Casie, me mira con cara de pocos amigos, por qué sé que a mi amiga le gusta mi hada madrina.

Oh, ya entiendo de que va, ellas piensa que Joy y yo, de solo pensarlo, iugh.

Sería raro besar a un hada madrina, me imagino brillando como una lámpara, luego de besarlo.

¿Entienden verdad? Polvo de hadas, brillo, lámpara.

- No es lo que piensan.- Le digo a mis amigas.

- No es lo que pensamos, es lo que vemos.

¿Enserio?

- ¿Acaso vieron que yo bese a Joy o algo así? Digo, ya que están sacando conclusiones.- Me cruzo de brazos, mis amigas podían ser algo fanáticas de imaginarse historias.

Niegan con la cabeza y comenzamos a caminar.

Casie, se adelanta para ir junto a Joy.

- A ella le gusta.- Digo a Matilda afirmandole.

- Y tú le gustas a él.- Dice Matilda afimandome.

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