El sonido más molesto de todo el mundo me despierta, la alarma.Me gustaría poder tener un martillo y terminar de una vez por todas con el invento más insoportable.
Bufando, quito las mantas de encima de mí, me siento en el borde de mi cama y con muy pocas ganas, abro mis ojos.
Un grito sale de mi interior.
- Tampoco soy tan feo.- Dice Joy.
- ¿Qué haces aquí?.- Le grito y le arrojo mi almohada.
- Pensé que te gustaría que te pase a buscar.- Se encoge de hombros.
- Claro, pero de la puerta de mi casa hacía afuera, no de la puerta de mi habitación hacía adentro.- Le apunto a la puerta y con eso le digo que se vaya.
Finalmente cuando se va comienzo a colocarme el uniforme, pero unos golpecitos en la puerta me hacen detenerme.
Pongo los ojos en blanco, ¿Será posible?
- No te demoras ¿Verdad?
- Qué ¡no! Si estas apurado, pues ve por delante y me voy caminando.
- Alguien se levanto de mal humor.
Lo miro como diciendo ¿Enserio?
- Joy, hasta que no cierre la puerta principal con llaves, no vuelves a entrar, ¿Está claro?
- Bieeeen.
~~~
Tomo una barrita de cereal y salgo fuera.
Cierro la puerta y me dirijo hacía el vehiculo de Joy, este me miraba irritado, al parecer, le molesta llegar tarde.
- Podemos irnos.- Le digo.
- Y ¿Así me lo dices?¿Con esa tranquilidad?
Me encojo de hombros.
- Selene, estamos llegando tarde.
- ¿Y?.- Pregunto sin interés.
Parecía enfadarle mi desinterés, es lindo cuando se enoja.
- ¿Tengo algo en el rostro?.- Pregunta Joy inocentemente.
Momento de travesura.
- Si.
- ¿Qué es? Quitamelo, quitamelo.
- Una cara de mono.- Comienzo a reir sin parar.
Estaciona el vehículo frente a un semáforo en rojo
- Selene, mira allá.- Me dice seriamente, señalando a lo lejos.
- ¿Qué?.- Comienzo a moverme para ver bien que me está mostrando.
- Allá va corriendo tu broma.
Lo miro con cara de pocos amigos y al ver el semáforo cambiar a verde, digo muy lentamente, AVANZA.
- Todavía sé muy bien las señales viales, recuerda que yo te he enseñé a conducir.
- No necesito que me lo recuerdes hada madrina.
Eso parece enojarle.
- Te he dicho que no me llames así.- Dice Joy, cerrando los ojos, se que está contando para mantener la paciencia.
- Tú me haz dicho que eres un hada madrina, ahora te aguantas.- Digo con inocencia.
- Ihiri ti igiintis.
Oh, que maduro es mi hada madrina.
Finalmente cuando llegamos, mis amigas se encuentran a unos pasos de mí y ambas, me miran desconcertadas.
Primero no entiendo sus miradas, hasta que Joy se coloca a mi lado.
Casie, me mira con cara de pocos amigos, por qué sé que a mi amiga le gusta mi hada madrina.
Oh, ya entiendo de que va, ellas piensa que Joy y yo, de solo pensarlo, iugh.
Sería raro besar a un hada madrina, me imagino brillando como una lámpara, luego de besarlo.
¿Entienden verdad? Polvo de hadas, brillo, lámpara.
- No es lo que piensan.- Le digo a mis amigas.
- No es lo que pensamos, es lo que vemos.
¿Enserio?
- ¿Acaso vieron que yo bese a Joy o algo así? Digo, ya que están sacando conclusiones.- Me cruzo de brazos, mis amigas podían ser algo fanáticas de imaginarse historias.
Niegan con la cabeza y comenzamos a caminar.
Casie, se adelanta para ir junto a Joy.
- A ella le gusta.- Digo a Matilda afirmandole.
- Y tú le gustas a él.- Dice Matilda afimandome.
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Pide un deseo ✅ |FINALIZADA|
Фэнтези¿Qué sucede cuando te das cuenta que con un deseo puedes perderlo todo?.