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Desde aquel el día en el que conocí a ese pequeño rubio malhumorado, había pasado un año, en el cual cada día nos encontrabamos en su casa. Volver a mi pequeño apartamento era como una tortura para mí, porque la ausencia de su esencia y calor me hacían falta.

Tras acostumbrarme a su presencia constante, un sentimiento mayor a la amistad se hizo presente en mí. Estaba enamorado realmente por primera vez.

No sabía si era peligroso, pero lo arriesgue todo y confesé mis sentimientos abstractos. Aquella noche en su gran apartamento, mientras nos encontrábamos en un gran sofá, me acerqué a él, lo abracé y se quedó completamente inmóvil.

-¿Q-qué haces? - Decía el rubio sin poner resistencia alguna a pesar de su sorpresa.

-Debo decirlo. Yuri Plisetsky, ya ha pasado más de un año desde que te conocí y me di cuenta de algo, despertaste una llama oculta en mi corazón. Yo... te amo.

-Y-yo... sé que no debería, pero es lo mismo para mí. - decía el rubio con sus mejillas claras teñidas de tono escarlata.

-Entonces... déjame....

Y coloqué mis labios sobre los suyos, como un dulce suave. Estábamos solos compartiendo contacto como a ambos nos traía gran placer, creando un momento sin duda inolvidable para ambos.

Pero ahora recordar ese momento sólo me trae tristeza.

Can you hear my heartbeat?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora