Conexiones vitales (BTS AU Fanfic)

Perenne | Arrebol

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Quise con todo mi ser poder hablar con Zoey de manera civilizada, retomar aquella conversación que un año atrás implicó que rompiéramos luego de su lesión, poder volver a construir aquello que alguna vez tuvimos, pero era imposible, la chica aún no estaba preparada para aquello y, con cada minuto que pasaba, yo sentía que se alejaba de mi y la perdía un poco más. Sin siquiera darme espacio para poder hablar y demostrarle todo el amor que aún sentía por ella a pesar de que había forzado un alejamiento, la chica se levantó de su lugar dejando olvidado su block de dibujo y se fue sin siquiera mirar atrás, pero eso no evitó que yo observara la forma en que se secaba aquellas lágrimas que ya no podía siquiera apaciguar.

Me sentía derrotado, completamente destruido en mi interior, incapaz de resolver el único problema en la historia de la humanidad que me interesaba: que la chica que amaba con toda mi pasión no fuera capaz de reconocer lo hermosa que era y cuánto merecía ser feliz en esta vida. Ya no había nada que pudiera hacer, por lo que simplemente recogí su block y lo guardé entre mis pertenencias, manteniendo a salvo aquello que la apaciguaba en sus momentos inestables y que contenía sus más profundos secretos, algo que siempre decía ella. Claro, tenía la opción de inspeccionarlo y enterarme de todo lo que me había perdido en este año que la tuve fuera de mi alcance, pero no podía llegar a ese punto, dejaría que las cosas siguieran su curso y fuera ella quien me permitiera comprender todo lo que escondía y tenía miedo de revelar.

Comencé a caminar hacia el departamento de Ciencias Sociales para poder concentrarme en mis estudios, lo único que me mantenía funcionando en este minuto de mi vida, pero al pasar cerca del departamento de artes vi a dos chicos jugando con sus cámaras y fotografiando todo lo que les llamara la atención. No reconocí a uno de ellos, pero el otro era claramente Taehyung, un chico que al principio era un simple estudiante al que ayudé con sus notas en Historia Universal pero que con el paso del tiempo se convirtió en mi mayor y único sistema de apoyo real, sobretodo cuando la realidad se sacudió al punto de dejarme sin saber qué hacer.

El chico se encontraba en su ambiente natural, por así decirlo, ya que siempre se encontraba trabajando en distintas actividades artísticas para obtener su diploma general, sin un rumbo específico que seleccionara aún, y era simplemente brillante verlo disfrutar de tal forma las pequeñas cosas de la vida sin preocupación alguna por problemas de mayor magnitud que tenían siempre al mundo en constante nerviosismo. Hice un gesto de saludo y Tae me reconoció de inmediato, avanzando a paso apresurado a mi para darme un abrazo fuerte, y es que aunque el chico fuera infantil en su forma de actuar era imposible rechazarlo incluso cuando uno se encontraba en sus peores momentos. Luego de aquello tomó de mi brazo y me arrastró hasta donde se encontraba el otro chico como si no se tratara de dos desconocidos unidos sólo por su presencia. Arregló su cabello de tinte púrpura para separarlo de aquella perforación que se había hecho hace poco, y sus anteojos redondos que se estaban cayendo de su posición, estilo que se veía complementado por un cárdigan gris que cubría una polera de tiro largo y cuello amplio color blanca para poder resaltar un pequeño colgante con una pluma que llevaba a todas partes, además de ajustar el doblez que tenía en sus pantalones de tela ajustados negros que dejaban a la vista la piel blanca del chico en sus tobillos, y finalizó amarrando aquellos zapatos con plataforma color negro que eran sus favoritos.