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chapter i:
"the one were they meet after so long".

2 años y 5 meses después

Rosas junto a escritos llegaban en cantidades a la casa de los Rogers por parte de sus allegados, tales como familiares y amigos.

Durante la madrugada, Bob Rogers había sufrido un infarto. Después de un viaje fugaz a Manchester, Anna, había subido cansada a su habitación con la única ilusión de ver a su esposo después de aquel fin de semana sin verse, y no solo eso, también la emoción de ver a su hija quien habría llegado la noche anterior junto a su nieto.

Como siempre su esposo dormía plácidamente, esta dejó caer sus zapatos en la alfombra de la gran habitación al igual que su blazer para acercarse a darle un beso de buenas noches.

Al acercarse a este noto con rapidez la palidez que tenía.

—Bob... llegue cariño. —Sonríe, con la esperanza de recibir una respuesta por parte de su pareja.

Nada, ni un movimiento, ni una respuesta, fue entonces cuando decidió tomarle el pulso y fue ahí cuando se dio cuenta de la realidad, había muerto mientras estaba acostado.

Rápidamente salió de la habitación pidiendo a gritos que se llamara a una ambulancia.

La gente del servicio se había alarmado y algunos subieron, mientras que su hija, quien había salido temprano esa noche, había llegado escuchando los mismos gritos.

—Mamá, ¿Que ocurre? —Pregunta la chica acercándose a su madre con preocupación.

—Tu padre... está ahí. —Responde moviendo la cabeza en dirección a su cama.

Entró rápidamente y al verlo era más que obvio lo que había ocurrido.

Se dejó arrodillar a la misma altura de la cama quedando frente a frente de su padre.

No soltó ni una sola lágrima, solo lo rodeó con su brazo y lo abrazó fuertemente, como si el mundo dependiera de ello.

Nunca pensó que ese día llegaría tan pronto, mucho menos después de meses sin verle.

•••

—Tienes que comer algo. —Comentó Nat sentándose a su lado en su cama.

No podía dormir desde la madrugada, mucho menos tenía las fuerzas de comer o vestirse para bajar.

—No quiero, déjenme. —Respondió rehusándose a bajar.

—Venus... por favor, al menos come un poco. —Comentó esta vez su hermano. —No quiero que Peter te vea así.

La rubia negó mientras sollozaba. Tampoco quería que su hijo la viera de esa manera.

Esta vez fue su madre quien entró, percatándose de la situación, simplemente se acercó a su hijo y ambos intercambiaron unas palabras.

—Cariño, será mejor que descanses, cuando decidas bajar, aquí estaremos. —Replicó su madre dejando un beso en la mejilla de la chica.

—Natasha, ven, dejémosla. —Comentó el rubio cortejando a la mejor amiga de su hermana.

—Está bien... creo que mejor me iré a mi casa, adiós V, cualquier cosa que necesites no dudes en llamarme. —Se despidió abrazándola. —¿Sería mucha molestia si me llevaras? —Cuestionó mientras salían de la habitación.

—Para nada, vamos. —Comentó.

Venus estaba demacrada, no había parado de llorar en toda la madrugada, tanto así que no había forma ni manera de que pararla así sea para desayunar.

afterglow | STARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora