Untitled Part 3

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×1 hora después×

— Por dios, no tengo ni un trago encima— me quejé.

— Yo ni llegue a la fiesta— completo Trevón— me dijeron que el ascensor tenía fallas pero no sabía que se detenía por tanto tiempo.

— ¿Qué hora es?— pregunté tocando las patillas de su cabello, el chico estaba tumbado en el piso con mis piernas de almohadas.

— Las 3am, si quieres quita el gorro— jalo el gorrito que tenía en su cabeza y ¡puf! Salió una melena color café — no me jales el cabello, odio que lo hagan.

— Tranquilo no lo haré— dije embobada con aquella melena. — ¿dónde escondes tanto cabello?

— No lo escondo, solo colocó el gorro y listo.

Jugué, debo admitir que nunca me divertí tanto, sacando el hecho de estar encerrada en un ascensor, con una persona la cual odiaba tanto, bueno, ese término lo estoy considerando.

— Una pregunta.

— ¿Otra? — me reí y este me vio de mala manera. — adelanté.

— Dicen que me odias, bueno, también se nota y mucho, ¿pero si es cierto?

— Sí, digamos que sí, pero ya no tanto, te sigo odiando en menos cantidad.

— Mmm... Supongo que eso es bueno, y si puedo saber el por qué...

— Eres extraño, nunca te he soportado, siempre vamos en el mismo salón...

— Si eso lo sé, desde la primaria, aún no escucho motivos.

— Ajá, eres soberbio, iracundo, contumaz, corrompedor y vanidoso, además que vives frente a mi casa y el olor de la mierda que fumas llega hasta mi habitación, sacando los escándalos que hacen tus amigos cuando van.

— Te has tomado el tiempo para analizarlo todo. Ahora entiendo— se calló por un momento como para pensar algo más que decir— siento si he molestado tanto.... No mentira, no me importa mucho, de hecho los vecinos también molestan y nadie dice nada.

— ¡Te equivocas!, no molestamos como tú.

— ¿Recuerdas tu fiesta de cumpleaños?, eso molesto y nadie dijo nada, ni yo.

— Por dios, es una vez al año y no te quejaste porque fuiste a la fiesta, te vi parado en una pared y sabías que te odiaba igual.

— Solo pienso que odiar y amar son sentimientos muy fuertes, no me odias.

— ¿Qué sabes tú de odiar y amar?

— Más de lo que crees— dijo entre dientes— Además de eso, opino que estás resentida con el mundo, no puedes vivir o andar por ahí con eso, ya veo porque te dicen karma.

— ¿Por qué todo lo que me hacen lo devuelvo?

— Nooo, bueno... Tiene más sentido, pero igual eres una amargada, vanidosa y tú sí eres contumaz.

— Bla, bla, bla...

— ¡Sigue señora sarcasmo!

— Ahora soy sarcasmo, y no karma...

— Siempre has sido la misma odiosa.

— Sarcásticas, odiosa y karmatica... Excelente... Pequeño idiota.

— Estamos a mano.

— Bla, bla, bla... Ya tengo sueño.

— Ahora te burlas de mi...

— No, realmente tengo sueño. — Bostece — ¿qué hora es?

— 4:30 am. — Este se sentó nuevamente y palmeo su pierna— Te toca, acuéstate tú, debes dormir.

— ¿Seguro?, es que no puedo dormir tan recta, ya sabes a lo que me refiero...

— ¿Asfixias con las piernas?

— Si te refieres a colocar la pierna sobre los demás si... También abrazo.

Dicho y hecho, el chico se acostó y yo también, pero literalmente le dije que volteara a ver la pared para no verle su repugnante rostro, mi brazo pasaba sobre el suyo y mi mano quedaba en su gigante melena sedosa, mi pierna lo rodeaba completamente encajando mi cara en su espalda y caí en un profundo sueño. Lo único que molestaba en ese momento era la luz del ascensor y el piso completamente duro, no tenía ni por error una alfombra. Paso varias veces por mi mente estar así de cómoda con una persona, (no olvidemos que estoy empeñada en odiarlo), pero en una cómoda cama, con una cómoda brisa, con cariño, no odio.

Me desperté porque la luz no me dejo dormir, y le di la espalda a trevon, el seguía viendo la pared y en el espejo se veía su reflejo, las pestañas se le veían un poquito largas, pero le quite su gorrito y me tape la cara para poder dormir ahora sí, tuve uno que otro sueño extraño, pero nada de lo que levantarme asustada, bueno en realidad si, salía trevon en todas partes, había fuego, estaban sus amigos, mi amiga tina, Carl, el director de la secundaria, mis padres, otra vez trevon, y miles de veces más el, conversaciones que no sabría decir sobre que eran y ya estoy traumada con este tipo aquí encerrada, si no me sacaban de ahí nos terminaríamos matándonos, lo presiento.

El ascensor empezó a temblar y me levante rápido, pero más me asusto ver que antes de levantarme Trevón estaba completamente abrazado a mi espalda con su cara clavada en mi cuello. Al terminarme de levantar, lo ayude a él y ascensor comenzó a subir, le di su gorrito me sacudí un poco, me peine y todo lo demás. Entonces trevon fingió una toz, llamando mi atención.

— ¿Amigos?— extendió su mano — pero si quieres lo mantenemos en secreto.

— Eso me gusta— tome su mano— que nadie sepa.

— si nadie vio, nada paso.

Lo solté cuando las puertas del ascensor abrieron y estaba todas las personas de la fiesta ahí viéndonos, algunas entraron, otras susurraron, otras se quedaron fijas y en todo el frente estaba tina con una cara, que realmente no sabía si era decepción o asombro y al otro lado Carl, que no disimulaba nada, vio a trevon, quien realmente ni lo veía a él y luego a mí, me quiso tomar del brazo, pero presione el botón de planta baja, trevon lo empujo y las puertas del ascensor cerraron.

×××

Muy buenaaaas!!

¿Qué tal hasta ahora?
Por favor comenten, es una forma de guiarme al momento de escribir esta historia...

¡Si estás leyendo esto, quiero decir que gracias por leer hasta aquí!

¡Hasta la próxima!

·UNTITLED· (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora