·UNTITLED· (EN EDICIÓN)

Untitled Part 5

Mamá sirvió el desayuno y nos sentamos los tres en la mesa, comencé a comer lento, tenia sueño y mi papá comenzó con el sermón, primero comenzó diciendo que: ¿qué me sucedía a mí con Carl?, luego que nos llevaron a la sede de la policía y termino así...

— Apoyo a Carl cuando dice que ese jovencito trae problemas.

— Papá, el problema no es Trevón, es Carl y tu no lo entiendes...

— ¿Qué paso en ese ascensor que nombraba Carl?— dijo mi mamá.

— Trevón y yo nos quedamos encerrados— ambos me vieron.

— Trevón. Trevón. Trevón por aquí y por allá. — mi madre colocó sus manos en su cabeza como desesperada, era una dramática.

— El ascensor tiene cámara, no pasó nada, sigo odiándolo— papá golpeo la mesa y me asusté.

— Te prohíbo completamente que te acerques a él— quedó en total silencio y comencé a reír muy bajo hasta que no resistí y reí tan alto como pude— ¿De qué te ríes?

— Por dios, las cosas que inventas papá, no me importa la más mínima mierda ser amiga de el— termine de comer, me despedí y subí a mi habitación. No dijeron ni una palabra más.

Entre ya era medio día, realmente no fue un desayuno fue un almuerzo, me quite la camisa busque mi ropa de dormir, coloque música, pero se me quitó el sueño por un momento. Me senté en la ventana a ver la calle, siempre estaba sola, los jóvenes que quedamos somos víctimas de algo llamado Internet y si hablamos es por ahí. Siempre veía a Trevón de mala manera pero quizás no es lo que todos pensamos.

Me senté en la cama y caí en un coma de sueño, pero en cantidades industriales, mis padres me dejaron dormir hasta el día siguiente.

*Lunes en la mañana*

Acostumbraba a irme con Tina vivía a varias calles de mi casa, pero después de la fiesta no me había respondido ni un mensaje, espere el bus con los auriculares puesto y me fui caminó a la escuela.

Camine hasta mi casillero y busque lo que necesitaba, Carl pasó por mi lado y ni me miro, eso era reconfortante, el resto de los alumnos si me veían de forma algo rara, o no me veían pero si murmuraba. La parte extraña fue cuando vi a Tina muy lejos y me acerqué para saludarla pero paso por mi lado y me ignoró.

Lo bueno era que conocía más personas en el instituto pero era extraño que se comporte así en los pasillos, en clase, en la cafetería e incluso en los baños.

En clase de educación física, el profesor empezaría a dar voleibol. Tina y yo siempre estábamos en el mismo grupo, equipo, lado, como sea. Pero hoy no, hoy estuvo todo el puto día en mi contra. Comenzamos a jugar era divertido hasta que practico su mancheta y la estampo contra mi brazo cuando me cubrí.

Me quede sorprendida, de hecho todos estaban igual que yo, mire a los lados y nos veían, o sea ni yo sabía que pasaba con ella, la ira recorrió mi cuerpo y comencé a jugar igual que como lo hizo ella, debo admitir que fue divertido estamparle varias pelotas hasta hacerla caer y por acumulación de faltas el profesor me mando a la banca.

Sentí las miradas puestas en mi, las gotas de sudor corrían por mi frente y las seque ordinariamente, aún tenía esa adrenalina, me recosté de las gradas y suspiré.

— ¿Cansada?— la voz de Trevón sonaba como relajada, de tal manera que me dio un poquito, digamos que de paz ¿?

— No, para nada— mi mirada estaba puesta sobre Tina.

— ¿Molesta eeeh? — lo mire, no esta tan cerca, había un espacio como de tres personas.

— Se nota mucho por lo visto.

— Si vieras tu cara— mordió un sándwich como si fuera un perro.

— ¡Aaay! Por dios, pareces una bestia comiendo. — me voltee a ver nuevamente al frente y estire mis brazos con un largo suspiro.

— Disfruto mi comida, mi alimento.

— Basta, no quiero hablar contigo, ni si quiera que me vean.

— Ok, espero no estar cuando necesites.

— nunca he necesitado, ni necesitaré de ti.

Me levanté del asiento y salí del gimnasio, fui a mi casillero me cambié y salí a esperar el bus.

— Maldición, lo odio, los odio, la odio, se van a joder conmigo, ¡aaah!, Me las van a pagar, que chinguen a su madre...

— Y le dices que bien duro— voltee y había una chica sentada. Era castaña, más flaca que yo. — En serio.

— Nunca te había visto antes, no eres de este instituto ¿verdad?

— No, soy del Collage Diamond Oregón, somos naturalmente enemigas. — echo una risa y yo también le seguí.

— Tienes razón, ¿qué haces aquí? Estas un poco lejos de tu instituto.

— Si, estaría esperando a alguien pero no llega. — Se levantó— me voy, ¿quieres que te lleve a algún lugar?

— ¿No hay problema en que vean a dos estudiantes naturalmente enemigas en el mismo carro?— reímos y nos fuimos caminando hasta su auto que estaba un poco más allá.

Luego de un rato, la chica demostró ser agradable, me dejó a una cuadra de mi casa y antes de bajar me busco conversación.

— Por aquí también vive la otra persona.

— Aaah, si claro, por aquí viven muchas personas, es casi como una urbanización.

— Si, tienes razón, pero pocas como él. Ya sabes, asocial, no le importan mucho las cosas... Entre otras... En estos días me contó que tuvo una pelea con el ex novio de su vecina y lo llevaron a la comisaría, ¿qué locura no?

— Si, una locura de verdad, creo que no he escuchado de él.

— Mi hermano es un loquillo ¿sabes? Pero es una gran persona— respire hondo.

—Bien hasta luego, me tengo que ir, gracias por traerme.

Me baje, ¿casualidad o coincidencia?, Trevón ahora tenía hermana. Que loco. Camine hasta casa, entre estaba sola, papá trabajaba al igual que mamá. Mi hermano mayor estaba en la universidad y no sé si volvería por este año. ¿Quien esta mas sola? , ¿La casa o yo? , Así que me acosté y me quedé dormida.

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