A muchos les parecería irónico que a una persona que se mueve a la velocidad de la luz, le entretenga observar las flores crecer. Claro, no pasaba horas frente a las plantas sólo mirándolas, pero se asombraba cuando después de algunos días pequeños brotes salían de la tierra, o cuando los botones abrían por fin sus corolas. Bart Allen sí que sabía cuando detenerse y observar las cosas simples que ofrece la vida.
—Si la plantas tan profundo nunca va a nacer—le advirtió Bart a Jaime.
Jaime era pésimo en jardinería, e incluso ese adjetivo se quedaba corto. No sabía cómo las personas lograban hacer crecer plantas, germinar semillas o cultivar árboles. Supo que jamás sería paisajista cuando, en primer año de primaria, les dejaron como tarea sembrar y cuidar un frijol, pero el suyo murió tres días después. Después de esa ocasión volvió a sembrar en dos ocasiones más; la primera fue para el día de la madre, en cuarto año de primaria, cuando les dieron semillas de tulipanes; la segunda fue en secundaria, fue un trabajo de evaluación y debían cultivar una lechuga. Como es de esperarse, Jaime no logró que ninguna de las plantas sobreviviera. No disfrutaba para nada de la jardinería; por otro lado, le gustaba estar con Bart. No iba a morir por tratar de plantar Peonías.
—No sé por qué te esfuerzas en enseñarme jardinería, he desperdiciado muchas de tus semillas y secado un montón de tus flores—
—Estar contigo nunca es un desperdicio, cariño—negó Bart, tratando de pronunciar correctamente.
Jaime sintió su corazón derretirse, no existía cosa más linda que Bart hablando español. Se acercó a él y lo besó.
—¿Y eso por qué?—preguntó Bart con un sonrisa.
—Por nada; sólo que eres demasiado adorable—respondió Jaime dandole otro beso casto.
Bart bajó la cabeza, completamente sonrojado y mordiéndose el labio, una sonrisa que trataba de esconder lentamente se extendía por su rostro.
—T-tal vez deberíamos probar sólo transplantar las flores—sugirió Bart tratando de normalizar sus latidos.
—O podríamos dejar las benditas plantas por la paz y hacer otra cosa—repuso Jaime algo frustrado, porque claro que después de tres semanas llegas a cansarte de fallar.
—Debe ser que les falta agua—siguió Bart tratando de alejar de su mente los pensamientos no tan inocentes que lo asaltaban en ese momento—; también podríamos probar con abono, creo que la abuela Iris tiene; y si las movemos un poco les dará mejor el sol...
—Bart—llamó Jaime tratando de cortar su hilo.
—... he oído que las cactáceas casi no necesitan cuidados, además resisten bien el calor, ¿qué opinas? Serían perfectas para tu casa...
—Bart—llamó de nuevo Jaime.
—... los árboles de limón crecen rápido; por otro lado, siempre quise uno de esos rosales que...
—¡Bart!—gritó Jaime, finalmente obteniendo la atención del castaño.
—¿Sí?
—¿Quieres ver una película?
—Sí
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Hola bb's ¿cómo les va?
Hace como dos días me enteré de que tengo retraso y que para los exámenes falta otra semana. Así que, ¡yeeeei!, más tiempo para escribir.El siguiente cap ya está en proceso, así que espero pronto volver a actualizar.
Pd. Yo soy Jaime en la vida, mi frijolito del kinder nunca germinó :'v
;)
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30 días de tu OTP »Bluepulse«
FanficPues... estaba aburrida(? Treinta historias cortas, algunas más que otras, para que te entretengas con este par. ¡Bluepulse is real! (sí, claro) >25 capítulos disponibles >Pausada por tiempo indefinido »Los personajes de esta historia son propiedad...