Capítulo 4

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¡Hola! Muchísimas gracias por todos sus geniales comentarios RebeFernandez5, Marialuli66, Charo_Charito, vancitylightwood, crisalecbloom, montirroch, Maryplaza8, EugeniaJimenez, ElizabethHernande381, MagnusNoizLightwood, Jennyta00, DianitaHD0, MaraGilMartnez, Crazy_Ghost_Girl_14, pandita2, Paulistephanny, 097231508jki, BiancaCarrillo1, Mkijud, Nealie, RhimmerSantos, Flor-otaku

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Gracias también por sus votos y a quienes están leyendo.
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Alec la está pasando mal y nadie tiene idea de qué pasa exactamente 😢 Que pasará cuando lo descubran…

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Resumen. Magnus y los demás se enteran de lo que le sucedió a Alec. Magnus no está contento.

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Magnus se sentía como león enjaulado, su corazón acelerado por la impaciencia y el miedo, mientras que su cuerpo parecía no poder quedarse quieto.

Se paseaba de un lado a otro en la oficina del Director del Instituto, Clary lo observaba mientras Isabelle se mordía las uñas en pánico y Jace hablaba sin parar.

-“No puedo creer que alguien se lo haya llevado cuando estaba caminando por la calle. ¿Qué tipo de cobarde haría eso?”

-“El tipo que sabe que no puede vencer a un Cazador de Sombras entrenado en una verdadera pelea”- dijo Magnus- “Isabelle, ¿cuándo llegará Meliorn?”

-“Dijo en una hora”- respondió la joven, con los ojos más oscuros que de costumbre.

-“Ha pasado una hora y media”- señaló Clary mientras enroscaba un mechón de cabello entre sus pálidos dedos.

-“No estás ayudando, Clary”- dijo Jace, moviendo su pierna izquierda sin parar desde donde estaba sentado al lado de su hermana adoptiva.

Los dos hermanos Lightwood se aferraban al otro como dos personas en un bote salvavidas, temerosos de que si se soltaban uno de ellos se ahogaría en la infinita oscuridad debajo de ellos.

Magnus sabía lo importante que era Alec, que es. En su caso, sabía cómo el Nefilim sostenía su corazón en la palma de su mano y Magnus no podía hacer nada al respecto. También sabía que su familia se preocupaba por él y por su bienestar, pero al ver cómo las cosas se estaban derrumbando rápidamente a su alrededor, Magnus comprendió cuán esencial era Alexander Gideon Lightwood para todos.

Su actitud tranquila y reservada podría haber sido vista como transparente o aburrida, pero él mejor que nadie sabía lo equivocado que eso estaba, lo interesante y único que realmente era su Nefilim. Su forma de pensar lógica y pragmática a veces se consideraba ofensiva y desagradable, pero Alec era práctico y fiel a sí mismo. Un líder que no podía actuar era un líder inútil.

Alec no sólo era buen líder, él actuaba como el pegamento en su pequeño grupo, manteniéndolos en un lugar cómodo donde no les podía pasar nada malo. Ahora, sin él, todos sentían que su equilibrio había cambiado.

De repente, oyeron un golpe en la puerta de la oficina, todos se pusieron de pie cuando Magnus abrió la puerta con un simple movimiento de sus dedos.

Ante ellos estaba Meliorn, vestido con su armadura Seelie negra y verde, obviamente listo para una pelea.

-“Meliorn”- suspiró Isabelle mientras se levantaba para abrazar al Seelie en sus brazos temblorosos- “Gracias por aceptar vernos tan repentinamente”

-“Siempre es un placer verte, Isabelle”- dijo el hombre, su voz baja y sensual- “Pero me temo que el motivo de esta reunión no podría ser menos agradable para mí”

Isabelle abrió la boca, buscando qué decir para no herir los sentimientos del Seelie y su confianza, después de todo lo que ocurrió entre ellos. Desafortunadamente, Jace la interrumpió antes de que ella pudiera responder.

-“Sabemos que nuestro hermano está atrapado en tu reino y lo queremos de vuelta”- resopló el Cazador de sombras, un fuego ardiendo en sus ojos- “Ahora”

Meliorn respiró hondo antes de dejar caer una de sus dagas en el escritorio frente a él, mirando al rudo Nefilim que tenía enfrente. No pareció como una amenaza, no cerca de Jace e Isabelle, demonios, ni siquiera al lado de la frágil Fairchild; pero Magnus sabía que detrás de las elegantes líneas de la figura de Meliorn había un peligro real. Estaba aquí para darle voz a las palabras de la Reina Seelie, y ella era una de las mayores amenazas del Mundo de las Sombras.

-“Sí, tu hermano está en nuestro reino, pero no puedo hacer nada para ayudarlo a escapar, incluso si quisiera… lo cual no es el caso”

-“¿Qué quieres decir?”- preguntó Magnus mientras intentaba mantener la calma y el enfoque. Su sangre estaba hirviendo en sus venas, como lava que se vertía en los surcos de una Tierra demasiado vieja.

-“Alec Lightwood comió del jardín de la Reina, su vida le pertenece a la Reina y solo a la Reina, ella es la única que podría liberarlo y nunca lo haría sin un pago”

Magnus exhaló con fuerza, todo lo que temía se había hecho realidad en cuestión de minutos, dejándolo absolutamente aterrorizado por lo que estaba por venir.

-“Por qué Alec siquiera pensaría en comer del jardín de la Reina?”- preguntó Jace- “Él no es un idiota”


-“Tal vez, pero debe haber estado muy hambriento después de dos días con el estómago vacío”- comentó Meliorn casualmente, como no hubiera nada demasiado raro en lo que acaba de decir.

-“¿Qué quieres decir con dos días con el estómago vacío?”- exigió Clary mientras sostenía con más fuerza la mano de Isabelle- “Ha estado fuera por tres horas y media”

-“En tu mundo”- dijo Meliorn- “En el mío, ha estado dormido durante dos días y despierto durante uno y medio”

Magnus sintió que el aire abandonaba sus pulmones, el pánico se desbordó tan fuerte que tuvo que sostenerse con la ayuda del escritorio. Isabelle temblaba junto a él y no estaba seguro de poder contener sus propias lágrimas si ella comenzaba a llorar.

-“¿Qué diablos se supone que significa eso?”- gritó Jace- “¡Se fue hace tres horas, no tres días!”

-“El tiempo es diferente en nuestro reino” Respondió Meliorn mientras se sentaba en uno de los sofás de cuero- “Nuestra Reina puede cambiar el paso del tiempo como lo desee, haciendo que sea más lento o más rápido. Para Alec eligió un ritmo más rápido”

-“¿Quieres decir que ha sido torturado durante tres días?”- exclamó Isabelle, las lágrimas se formaron en sus ojos.

-“No”- dijo Meliorn- “Fue torturado por Kaelie Whitewillow antes de llegar a nuestro reino, luego se rompió el pulgar tratando de escapar y comió con nuestra Reina antes de ser conducido a las habitaciones por esa noche”

Miró el reloj de metal que colgaba de una de las paredes frente a ellos antes de agregar.

-“Trató de irse otra vez esta mañana, pero la Reina no estuvo de acuerdo y él no la escuchó”- miró al hechicero, sus ojos fijos en el otro mientras la respiración de Magnus se aceleraba- “Ahora él ha vuelto con Kaelie, y ella no es muy indulgente con los Nefilims”

Jace dio un paso atrás, como si hubiera sido abofeteado e Isabelle finalmente soltó su primer sollozo mientras Magnus lentamente trazaba círculos en su espalda, tratando de calmarse a sí mismo tanto como a la joven Lightwood. Clary se levantó del sofá, con los puños apretados tan fuerte que sus nudillos se volvieron blancos, algo parecido a la furia en sus ojos mientras hablaba.

-“¡¿Por qué lo estás torturando ?! ¿Y por qué se lo llevaron? ¡¿Y quién es Kaelie ?!”- su voz era firme y contundente, haciendo que Meliorn retrocediera también, pero el Seelie seguía sonriendo de todos modos.

-“Quizás deberías preguntarle al Nefilim Herondale el por qué”

La forma en que todos se volvieron hacia Jace fue casi cómica, de una manera teatral, mirándolo como si fuera un extraño de otro planeta. El rubio tragó saliva con fuerza, cuando los ojos de Izzy, que quemaban como dos antorchas en una oscura noche de julio, casi le hicieron asfixiarse, como un personaje de dibujos animados.

-“¿De qué está hablando, Jace?”- el tono de Isabelle no dejaba lugar a excusas, ni discusión, quería respuestas, al igual que todos.

-“E-Estuve viendo a Kaelie por un tiempo y supongo que no terminó bien”- tartamudeó Jace, tratando de apartar los ojos de la incendiaria mirada de su hermana.

Magnus sabía que había algo más, algo que Meliorn no les estaba diciendo y que Jace también podría saber. Y estaba listo para presionarlo.

-“Nadie se tomaría la molestia de capturar al hermano de su ex porque una relación no terminó bien”- gruñó, casi podía sentir encenderse chispas en sus dedos, pero trató de mantenerse bajo control, especialmente frente a Meliorn- “Dinos la verdad”

Todo lo que ocurriera hoy seguramente sería llevado hasta el reino y a los oídos de la Reina. Esperaba que Alec también pudiera escucharlo, que supiera que irían por él.

Esperaba que supiera estaba listo para destruir el reino Seelie y la totalidad del Mundo de las Sombras con tal de recuperarlo. Y Magnus era un hombre de palabra.

-“No lo sé, está bien”- gritó Jace, pero ya no era un grito de ira y rabia, estaba aterrorizado y asustado- “Un día tuvimos relaciones sexuales, y la siguiente vez  que nos vimos ella dejó caer un vaso de vodka en mi entrepierna, no sé por qué me dejó y estoy muy seguro de que no sé por qué se llevó a Alec”

Magnus escuchó algo curioso, algo que nadie se atrevería a dejar pasar por sus labios si hubieran estado en esta habitación el tiempo suficiente para entender lo que tres Nefilim y un Brujo estaban dispuesto a hacer para salvar al mayor de los hermanos Lightwood.

Una carcajada.

Se volvió hacia Meliorn, con su magia a plena vista y captó el momento en que el Seelie entendió su error.

-“¿Qué te parece tan gracioso, Meliorn?”- le preguntó Magnus, su voz tan fría que podía sentir el hielo formándose en la parte posterior de su garganta- “¿Te parece divertida la captura de un inocente?”

Meliorn trató de jugarlo como una simple conversación entre dos Subterráneos, trató de ignorar el odio que crecía en los ojos de Magnus. Probablemente también quería salir vivo de allí.

-“¿Inocente? Magnus, tú mejor que nadie deberías saber que los Nefilims nunca son realmente inocentes…”

-“¿Magnus? ¿Me llamas Magnus?”- preguntó el Gran Brujo, sus dedos ahora formando un nudo en la garganta del Seelie, haciendo que se asfixiara- “Magnus es el nombre que usan mis, Magnus es el nombre con que mí novio me llama. Y tu Reina”- escupió- “No sólo se llevó a uno de mis grandes amigos, sino que se llevó a mi amante. Mi amado

Pudo sentir a Izzy y Clary moverse detrás de él, probablemente tratando de calmarlo antes de que matara al guardia Seelie en el acto. Jace, por otro lado, observaba con expresión neutral.

-“¿Sabes lo que puedes escuchar en la palabra amado, Meliorn?”- continuó, las ondas azules provenientes de sus manos sujetaban al Seelie con más fuerza en su red- “Escuchas la palabra amor. Amo a ese Nefilim, me he enamorado de Alexander Lightwood y tu Reina debería saber que nada, nada me impediría proteger a las personas que amo, ahora dime”- respiró hondo y evitó que su magia volviera completamente azul a Meliorn por la asfixia- “¿Por qué Kaelie Whitewillow secuestró al Nefilim y por qué la Reina lo mantiene como rehén?”

Meliorn jadeó y tosió un par de veces, poniendo una mano protectora alrededor de su cuello donde la magia de Magnus había hecho su trabajo. Miró a las cuatro personas en la habitación, sin dejar de mirar a Isabelle, que parecía tan sorprendida por las acciones de Magnus como furiosa por la desaparición de su hermano.

-“La Reina quiere venganza por las muertes en el ataque con la Espada-Alma”

Al lado de Magnus, Jace gimió, con una culpa tan evidente en sus ojos que el Brujo casi trató de sostener su mano, pero ambos sabían que Jace nunca aceptaría un gesto de alivio proveniente de alguien que no fuera Clary o Alec.

Magnus se preguntó si la idea de sostener su mano era sólo por Jace, o también para él mismo y sus nervios desechos.

-“La Clave ha visto lo que puede hacerse con el Instrumento Mortal, aun así decidieron conservarlo, dejando a Valentine Morgenstern el poder de usarlo nuevamente si fuese capaz de robarlo”- dijo Meliorn- “Kaelie perdió a su hermano en el ataque y mi Reina decidió usar su dolor como arma”

-“Déjame adivinar”- dijo Isabelle- “Ella es quien ha estado atacando a Cazadores de Sombras y cortando sus runas”

No era una pregunta, pero Meliorn respondió asintiendo.

-“¿Pero por qué mantener a Alec?”- interrumpió Clary- “Todas las otras víctimas fueron asesinadas en Nueva York y abandonadas en las calles, ¿por qué Kaelie se llevó a Alec al reino?”

-“¿Te estás quejando?”- dijo Jace, ofendido.

-“¡No! Por supuesto que no, pero no es a lo que estamos acostumbrados y significa que hay más que una simple venganza de ojo por ojo”

Magnus se preguntó si Alec habría estado orgulloso de Clary en este momento. Ella era la más compuesta de todos y seguía haciendo las preguntas correctas, incluso cuando el resto de ellos estaban demasiado conmocionados para pensar con claridad.

La mirada de Meliorn se cruzó con la de Magnus y al instante supo que el Seelie estaba ocultando algo más.

Ese pequeño gusano.

-“Habla”- ordenó, su magia estaba lista para demostrar su poder nuevamente.

-“¡Me podrían matar!”- dijo el Seelie, toda su confianza falsa – y real – había desapareció ahora que estaba a merced de Magnus- “La Reina podría matarme si hablo”

-“Podría hacerlo”- respondió el brujo- “Pero te aseguró que yo lo haré si no nos dices toda la verdad”

Meliorn imploró a Isabelle con los ojos, vertiendo todo su dolor y miedo en la mirada que le estaba dando. La Cazadora se rio casi cruelmente.

-“No te salvaré de él, Meliorn”- se acercó al Seelie y le acarició la mejilla, pero no fue afectuosa, ni indulgente. Fue el abrazo de una viuda negra antes golpear a su enemigo- “Y él no te salvará de si no empiezas a hablar... ahora

El Seelie exhaló, debió haber sabido que nada podría salvarlo de ahora en adelante. La Reina lo lastimaría, lo torturaría, tal vez lo mataría si tenía suerte, no conseguiría compasión de los Cazadores de Sombras, no obtendría lástima de los Brujos y, si estaba en manos de Magnus, no podría ocultarse con los vampiros o los hombres lobo.

Él estaba verdadera, incondicional y absolutamente jodido.

Magnus casi sonrió ante eso.

-“Kaelie reconoció al chico de Lightwood en las calles, ella le tendió una trampa y lo capturó antes de llevarlo a un lugar donde lo torturó durante casi una hora”- Meliorn miró a Jace- “Dijo que quería hacerte daño a través de él, de alguna manera, mataste a su hermano”

Jace parecía listo para desmayarse o vomitar, la idea de que su parabatai fuera torturado por su causa debía ser insoportable, pensó Magnus.

-“Ella envió un mensaje de fuego a la Reina, y le preguntó qué hacer una vez que terminara con él”- el Seelie miró al suelo- “Dónde deshacerse del cuerpo”

La idea de que alguien planeara la muerte de Alec le dio nauseas a Magnus. Se sintió listo para estrangular al Seelie otra vez y destrozar todo el reino hasta el punto de no retorno.

-“Pero la Reina le dijo que sería útil y que Kaelie necesitaba llevarlo al reino. Ella lo dejó inconsciente y sangrando, un sanador lo cuidó y se despertó hace unas horas”

-“Pero para él, parecieron días”- exclamó Isabelle, temblaba de tristeza y enojo- “¿Por qué la Reina se quedaría con Alec? ¿Y por qué iba a comer con ella si lo habían torturado?”

Magnus se hacía las mismas preguntas, no tenía sentido que Alec creyera en la Reina Seelie, no era ingenuo, ni tonto, ni mucho menos. Pero también sabía que la Reina tenía más de un truco bajo la manga. Sentía más temor de las siguientes palabras de Meliorn que de una posible guerra con los Seelie.

-“La reina le hizo creer que ninguno de ustedes lo había buscado. Él está seguro de que pasaron tres días desde la última vez que lo vieron y nuestra alteza utilizó eso para atraerlo a su mesa. Luego, cuando él le pidió irse nuevamente, ya estaba unido a ella. Ya no tenía que jugar con él. No puede abandonar el reino si la Reina no le devuelve su vida”

-“¿Y qué quiere tu Reina a cambio?”- preguntó Clary, su temperamento violento reflejando lo que todos los demás sentían.

-“¿No es evidente?”- dijo Meliorn con una sonrisa burlona que Magnus quería arrancarle de su rostro ya marcado- “La Reina quiere la Espada-Alma y el final de la Clave o ella mantendrá al muchacho Lightwood en su reino por siempre”

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Notas finales del capítulo por Evanaissante:

Magnus derribaría al mundo para recuperar a Alec. Reina Seelie, cuídate.

Como de costumbre, aquí hay un adelanto para el próximo capítulo:

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A veces sus pensamientos no podían permanecer en silencio, sus gritos de agonía se mezclaban con esperanzas fugaces y Kaelie se burlaba de él hasta que no podía evitar que las lágrimas se derramaran y los gemidos se volvieran histéricos.

-“Hice mi mejor esfuerzo”- repitió, con la cara húmeda de sangre, mocos y lágrimas.

-“Tal vez tu mejor esfuerzo no es lo suficientemente bueno”- se burló Kaelie

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Espero les haya gustado 😌 y nos leemos en la siguiente! 😘🤗

Somos Amenzados con el Sufrimiento - We are Threatened with SufferingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora