—De todos los hombres en esta tierra, tenía que ser él, ¿de verdad?—suspiro.
Sel suelta una risita y la observo con una mirada de pocos amigos.
—¿De qué te ríes?
Niega alzando ambos brazos divertida, al contrario de mi madre solo me mira apenada.
—Cariño, lo siento, pero no decidimos a quien amar. Todo fue muy espontáneo.
Asiento. Me cuesta trabajo creerlo, mi mamá con el hermano de mi padre.
¡Me niego a aceptarlo!
—Necesito...—frunzo el ceño y me dirijo a mi recámara, mi hermana intenta detenerme pero niego con la cabeza.
Subo las escaleras lentamente, sintiendo mis ojos arder de repente. ¿Por qué lloro? Papá falleció hace años, y era obvio que mi mamá quisiera rehacer su vida, pero, ¿con él? ¿Con mi tío?
Suspiro. Nada de esto tiene sentido.
Escucho la puerta abrirse y de ahí siento como el colchón se hunde a mi derecha.
—London, tienes que aceptar que era hora.—Susurra Selene. Aplasto mis labios en una línea. Lo sé, y lo acepto, pero no con él.
—Es como si le fuera infiel a papá, Sel —le llamo y me levanto con los codos para mirarla a los ojos—, es nuestro tío, su hermano.
Chasquea la lengua y mira hacia otro lado.
—Al menos mamá se ve feliz, London, escucha —me llama y me mira preocupada—, papá hubiera querido esto, lo sabes ¿no?
Arqueo una ceja.
—¿Que se enrollara con su hermano? Sí, claro —bufo rodando los ojos. Ella se inclina hacia mí y me golpea la frente—. ¿Qué te pasa?—le grito sobando la zona.
—Más respeto, sigue siendo nuestra madre. —me reprocha con enojo.
—Y él nuestro tío.
Ella suspira desesperada y comienza a pasar su mano por la cara.
—¿Será que ya...? Tú sabes, de que... Mjm
Ella frunce el ceño sin entender, entonces luego de algunos segundos parece entender porque se tapa la cara con ambas manos.
—Cállate, no quiero pensar en eso.
Suelto una risita.
—No, ya, enserio, es que todo esto me tiene mal.
—London, mira, por una vez en toda tu vida deja tu inmadurez de lado, te lo suplico.
Suelto una risa sarcástica y me levanto de un salto, comenzando a caminar por toda la habitación.
—Es que no entiendo, ¿cuándo pasó todo esto? Espera, ¿crees que soy inmadura?
—No es el punto. —responde esquivando mi mirada. Me detengo delante de ella y me cruzo de brazos.
—Oh, claro que sí —jadeo y comienzo a negar con la cabeza, incrédula. Lamo mis labios—. Selene, no eres tú la que tuvo que pasar por aquel día. No fuiste tú la que intentó suicidarse tres veces. No fuiste tú la que vio como él—
—¡Cállate ya, maldita sea, London! —chilla levantándose, me apunta con un dedo en mi pecho, haciendo de un paso hacia atrás— Sé que no fui yo, pero casi fue así. Fui yo la que tuvo que soportar todo lo que vino después, a ti, a mamá, a la policía, a los medios, a todo el maldito mundo. No eres la única que ha sufrido, ¡deja de ser una egoísta!
—¿Soportar? —digo indignada, comenzando a sentir ardor en mis ojos— Pues disculpa por haber tenido que pasar por aquella situación, por cubrirte, por mentir por ti. ¿O es que acaso no recuerdas? Que fue por ti que todo eso ocurrió, lo correcto sería que dejarás de lado tu maldito orgullo y aceptaras que tú provocaste eso.
Suelto eso último y salgo corriendo del cuarto, sin saber a dónde iría luego me dirijo hacia la calle.
—¿London? ¿A dónde vas, cariño? —escucho decir a mi mamá, pero la ignoro y sigo mi camino.
—London, espera. —esta vez es la voz de mi hermana, acelero el paso escuchando sus pasos detrás mío.
—Pudrete. —le grito sin darme vuelta.
Y justo cuando estoy a punto de cruzar la calle, escucho los gritos desesperados de mi hermana llamándome, pero la ignoro para después escuchar el sonido de unas llantas contra el asfalto de la carretera, sintiendo como soy aventada al suelo y como una parte de mi cabeza comienza a palpitar, y de ahí todo se oscurece.
Desconocido.
Dos meses antes.Camino hacia la barra del bar, gritando sobre la música mi pedido. El barman me mira raro cuando me da la botella de agua.
Ruedo los ojos y decido seguir a la rubia que está en las escaleras, posa sus brazos en jarra y me mira con el ceño fruncido.
Subo con ella a su oficina y cuando entramos, hablo primero.
—¿La encontraste?
Me da una mirada enojada.
—Aún no. Hay muchas queriendo la oportunidad, pero ninguna tiene las características—agarra un sobre y lo alza en mo dirección, cuando rozo mis dedos con el papel ella lo retira, la miro con una ceja arqueada esperando que hable—. Es tu nueva identidad. Sólo espero que sepas aprovecharla, no quiero otra estupidez de tu parte.
Bufo.
—Ni quiri itri—
Me callo cuando siento la punta afilada de una navaja en mi garganta.
—Y hablo enserio.
Ruedo los ojos.
—Dile a tu perrita faldera que baje su juguete o se lo meteré por donde no le llega el sol.
Ella asiente en su dirección, me acerco a mi querida madrastra y le arrebato el sobre de las manos.
—Dala por muerta, mami.—río escuchando como grita mi nombre, más sin embargo, yo ya estoy del otro lado de ls habitación.
Pequeña London, será un gusto volver a vernos.
ESTÁS LEYENDO
KALDT (BORRADOR)
FanfictionAntes llamada "Corazón de Piedra". London Hamilton, Joven de 17 años, Hija de un ex-matrimonio Feliz, con una Hermana mayor. La vida de London no ha sido fácil, para la corta vida que ella tiene, diferentes situaciones le han golpeado, provocado qu...