CAP. 2

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CAP. 2

Me quedo como tonta viendo como Daniel toca su pierna. No parece que lo hace con morbo pero se le ve en la cara de estúpido que tiene. Ana me ha dicho que no le gusta, aunque por las acciones que hace no lo demuestra.

Niki ha dejado que Aarón respire y este me ve sonriendo de medio lado y yo hago lo mismo. El sabe la pequeña “historia” que tuve con Daniel. Con Aarón puedo platicar de cualquier cosa y no sentirme tonta para nada, en cambio con los otros, siempre tengo que mirar y escuchar sin decir nada.

Por los siguientes minutos Mary y Jane se dedican a soltar uno que otro chiste pelado y platicar de no sé que con los chicos. Estos ponen cara de idiotas, ha de saber lo que les está diciendo.

El receso termina y ahora tenemos otras tres clases por delante. La última es cálculo y como es de esperarse es la más aburrida. El profesor pide que alguien pase al pizarrón, y como siempre la única que levanta la mano es Sara, la más inteligente de la generación. Muchos se aprovechan de ella porque es muy lista, y se nota a leguas que la lastiman. Es algo gordita y tiene granos en la cara, los demás son casi perfectos y esa es otra “razón” para burlarse de ella. Ella y yo estamos en el mismo grupo desde primer grado. Nunca la he considerado una amiga porque no tenemos mucho en común, pero tampoco soy como los otros que en cualquier oportunidad que tienen se burlan de ella. Se lo que siente, yo también lo he sentido…

Antes de que la clase termine, el director anuncia por la bocina del salón que necesita verme. ¿Ahora qué querrá? Me llevo mi mochila roja conmigo y antes de salir del salón pido permiso a la profesora. Cuando llego la secretaria me dice que pase. Toco la puerta esperando a un señor de más de cuarenta años, alto y robusto con poco cabello en su cabeza.

        -¿me llamaba?- pregunto asomando mi cabeza.

        -sí, pase- hace un movimiento con la mano. Paso y me detengo frente a su escritorio- necesito que me haga un favor.

        -seguro ¿Cuál es?- acomodo mi mochila en mi hombro. De su cajón saca esas llaves tan ruidosas que durante un tiempo las llevaba a casa conmigo y me las da.

        -mañana abrirá la escuela. Llegare más tarde y la señora de la limpieza ira con su hijo al hospital.

        -dios ¿y él está bien? ¿Sabe algo?- pregunto preocupada. El hijo de la conserje me cae bien, lo conocí cuando me quedaba en las vacaciones ayudando en la dirección.

        -al parecer un animal lo mordió y esta bastante grave.

        -¿Qué clase de animal?- el solo se encoge de hombros- Bueno, si se entera de algo ¿podría avisarme?

        -claro señorita, es lo menos que puedo hacer por usted- de su cajón saca un frasco café y de ella saca un par de tabletas- no ha ayudado mucho.

Asiento al director, me despido y salgo no sin antes escuchar cuando el director traga sus pastillas como si fueran dulces.

A la salida de la escuela me despido de Ana, ella se va con Daniel ya que sus casas quedan por el mismo rumbo. Yo antes me iba con Aarón porque él vive enfrente de mi casa, se mudo apenas empezó la secundaria hace unos cuantos años, por los negocios de sus padres. Pero ahora que tiene novia, se encarga de llevarla a su casa. Lástima, todos los días me siento sola sin su compañía. Camino por las pocas concurridas calles de la ciudad con los audífonos puestos. No tomo el trasporte porque a estas horas está muy lleno y no quiero soportar los olores corporales de las personas, en esta época es cuando comienza el calor. Voy tarareando November Rain, cuando siento que alguien golpea mi hombro. Me quito los audífonos, volteo y dejo escapar una enorme sonrisa.

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