camping

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Esto es lo más tierno y romántico que he escrito en mi vida, no es como los demás. Hay más amor, cariño y se nota lo enamorados que están entre ellos.
Pienso que Ruben y Miguel forman la mejor amistad que existe en este mundo, pero, nunca los vi en plan pareja en la vida real. Escribo estos capítulos "smut" por mera diversión y gusto.
Además, creo que nunca escribí tanto en mi vida, son casi 2940 palabras, I can't believe it.

[⛺]

-Vamos Mangel- suplicaba Ruben mirando a su amigo con un puchero formado en sus labios- Será divertido-

-Ya te dije que no me gustan los campamentos- dijo Miguel con molestia viendo su computador con atención. Ruben estaba a sus espaldas, colgándose de la misma, tratando de que Miguel le de su atención.

-Maaangel- alargó la "A" mientras estaba colgado de su espalda.

El mayor rodó los ojos y cerro su programa de edición, para luego apagar el computador. Y sacar el cuerpo de su amigo de arriba suyo.

-Haber, te escucho- suspiro.

-Aleluya- dijo Ruben sentándose en el regazo de su amigo, acomodandose allí. El castaño no tenía vergüenza en ese caso, pero no era cualquier santo.
Miguel trato de relajarse al sentir el delgado cuerpo de su amigo sobre él, tratando de no hacer ninguna locura.

-Bueno, estaba pensando, como llevamos meses sin tomarnos vacaciones, la pasamos encerrados grabando y editando- explicó Ruben colocando sus manos en los hombros de su amigo- pensé que sería una buena idea ir de camping, por lo menos una noche, este sábado-

Sabía que Ruben era de esas personas que insistían y luchaban por obtener lo que quería, pero no sé lo dejaría tan fácil.

-Voy al camping si dejas de jugar al Fortnite por dos semanas- lo señaló con su dedo mirándolo con sus ojos oscuros.

Ruben abrió sus ojos y abrió su boca de par en par, colocando su mano en su pecho, con una mirada de indignación. Miguel no pudo evitar reírse ante aquel teatro que se había montado su amigo.

-Una semana- dijo Ruben mirándolo con toda la intensidad de sus ojos marrones claros. Miguel los vio directamente, eran tan bellos, se podría pasar la vida mirando a esos ojazos que tenía el castaño.

-Una semana y media- dijo sin dejar de mirarlo. Ruben sonrió y lo pensó por unos minutos.

-Hecho- dijo rendido- Es demasiado vicioso ese puto juego- susurró.

-Ni me lo digas- rió Miguel.

Se quedaron allí sentados, Ruben sobre las piernas de Miguel y él sentado cómodamente sobre su silla.
El castaño, más de una vez, se ha quedado viendo como un bobo el rostro de Miguel, su cabello oscuro al igual que sus ojos. Esos ojos, Ruben podía jurar que podía ver la galaxia en sus ojos.

Miguel se sentía un poco incómodo con la penetrante mirada del castaño, sus manos en sus hombros, pocos centímetros de distancia.

-Mangel- susurró Ruben- Tengo hambre, cocina algo para mi- pidió el chico haciendo puchero.

-Vale, tú pon la mesa y yo cocino-

Ruben asintió, se bajó de el mayor, sintiendo como el frío de la habitación lo abrazaba. El cuerpo de Miguel le brindaba calidez y no permitía que el frío se acerque a él.

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⏰ Última actualización: Apr 09, 2018 ⏰

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