╺V. DROWN

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  ⌜CHAPTER FIVE⌟  

  ⌜CHAPTER FIVE⌟  

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  ❝AHOGO❞  

Luchaba por aguantar la respiración, esta vez no podía pedir ayuda. Agitaba sus brazos, intentando nadar hacia la superficie, comenzaba a debilitarse conforme pasaban los segundos. Harper, involuntariamente, inhaló algo de agua. Ya no podía soportar más la presión en su pecho.

Sus pulmones se llenarían de agua si no salía y pensarlo le hacía entrar en pánico. Intentó nadar de nuevo, pero su pie derecho se lo impedía. Estaba atascado en la ventana del automóvil en el que paseaba, obligándole a estar sumergida.

Sus ojos visualizaron, con real dificultad, cómo una figura se introducía en el Río Este, moviendo brazos y piernas. Aquella presencia se acercó a Harper, dirigiéndose sin duda hacia su pierna para ayudarle. No duró ni un par de segundos, cuando ya estaba jadeando en la superficie del río en busca de aire.

Tosiendo y sintiendo cómo la presión en su pecho se reducía, giró su cabeza para poder ver al cuerpo fuerte que la intentaba sacar de allí, sujetándole por debajo de sus brazos.

Sólo podía ver dos colores, azul y rojo, relajando a la chica de inmediato. Su amigo estaba allí, sacándole de la muerte que ella no había buscado, después de un par de meses en los que no se habían visto.

—¡Harper! —el chillido de su madre le taladraba la cabeza—¡Harper, hija!

Su cuerpo tocó el suelo y no dudó en recostar su espalda. Estaba cansada, se sentía muy débil. Su madre corrió hasta ella, abrazándole con tanta fuerza que logró sacarle un poco de agua en otro ataque de tos.

—Mamá—se quejó Harper, alejando a la mujer.

Cuando vio al hombre que estaba detrás de su madre, se quedó boquiabierta. Pensaba que era su amigo, pero debió saberlo...y sentirlo. El mismísimo Capitán América caminaba hacia algunas personas que también habían caído al río desde el Puente de Queensboro, para revisar el estado de los individuos.

—Muy bien, ya estás aquí—le dijo su madre intentando calmarse.

—Así es—gruñó la nueva pareja de la mujer, Chris—. Ya está, nos podemos ir. ¡Vamos, que el partido va a comenzar!

La castaña había aceptado acompañar a su madre al supermercado, pues la mujer casi se lo había suplicado. Sin embargo, todo era un engaño para ir a la casa de los padres de Chris, para ver el partido de su equipo favorito.

Justo cuando atravesaban el puente, una mujer totalmente tenebrosa, con cabello rojo y traje negro, reía como desquiciada mientras lanzaba los automóviles, que se encontraban en medio de su camino, a lo más profundo del río.

—¿Y el automóvil de mamá? —cuestionó Harper, aún agitada.

—Que se pudra—gruñó el hombre.

KEEPING THE SECRET | Short Spider-Man StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora