ICE

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Cuando oyó su nombre en la lista que el reino había enviado, sus lágrimas no pudieron quedarse dentro de ella. Sabía que iba a morir, incluso que sufriría antes de llegar en definitiva a su muerte, pero nunca pudo imaginar los sucesos que ocurrirían en los 5 años que duro la guerra.

Kagome despertó cuando escucho voces alrededor, su cuerpo no le obedecía como quisiera, pero no se rindió y poco a poco abrió los ojos pero...

-¿Qué?—Todo su cuerpo dolía al punto de querer llorar para desahogar de un modo lo que siente ahora mismo.

-¿Kagome?

No reconoció quien hablaba, sin embargo no le importo mucho. Con esfuerzo—y mucho mareo—se levantó de donde yacía descansando, sus piernas no tenían mucho movimiento y le preocupo hasta la mierda, incluso su brazo derecho ardía aun, haciendo que se aventara al respaldo de la cama para no caer y poder apoyarse en algo.

-Kagome, lo siento. —La persona volvió a hablar. —Jakotsu hizo lo que pudo pero la cicatriz quedara.

La chica se pidió un espejo, de inmediato la persona encargada se lo trajo y ayudo para que viera lo que sucedió a su cuerpo tras el ataque de las aves de fuego. Pudo ver su reflejo; paso por su cabello cortó azabache, hasta su mandíbula, sus labios, su nariz con un pequeño corte y sus ojos. Cuando llego al brazo que le ardía noto una gran cicatriz que estaba alrededor de casi todo su extremidad, no le preocupaba poseerla pero aun así sintió una gran tristeza que no puede explicar.

Kagome se llevó sus manos hasta su rostro, quiere llorar aunque sabe que no solucionara nada.

"El Rey de hielo la veía con tristeza, quería creer que era porque la envió a la guerra y la dejo sola, pero cuando noto que solo miraba su cicatriz del brazo... Quiso golpearlo"

-Kagome. —La persona fue hasta ella, la abrazo, dejando que escondiera su rostro en su cuello. —Lo lamento tanto.

...

Inuyasha escuchaba con atención al general, hace una horas sucedió un ataque cerca del nuevo escondite de ICE y debían planear algo rápido. Sesshomaru también se encontraba escuchando, pero no participaba mucho y sólo se concentraba en ver el mapa que se encontraba en el centro del salón.

-Debemos moverlo. —Dijo el general.

-¿Otra vez?—Inuyasha peino su cabello hacia atrás con sus manos—Sera la tercera vez en dos semanas.

-Inuyasha, es un objeto muy valioso. —Sesshomaru aparto su vista del mapa. —Debemos moverlo las veces necesarias.

El menor de los hermanos asentó, realmente ya se encontraba muy cansado y aunque quisiera, no podía dormir por las noches: Siempre soñaba con la partida de Kagome.

La reunión se alargó hasta tres horas más, por ello los hermanos regresaron al salón principal cansados y frustrados, ninguno quería hablar pero Sesshomaru aún tenía más planes para realizar e Inuyasha seguía siendo un obstáculo.

-Mi padre. —Suspiro. —Hace tanta falta.

Inuyasha trago saliva, no podía llorar frente a su hermano pero la culpa aún estaba muy presente en su pecho.

-Lo sé.

-Me arrepiento tanto. —Sesshomaru mordió su labio inferior. —Soy tan débil, no pude protegerlo.

-Hermano.

Sesshomaru agarro los hombros de Inuyasha y lo miro con algunas lágrimas resbalando por sus mejillas. —Júrame que harás lo que sea necesario para ganar esta guerra. Por nuestro padre.

-Lo juro.

El mayor de los hermanos sonrió.

-Lo juraste.

Inuyasha temblaba, quería llorar y negar, realmente deseaba olvidarse de todo y buscar a Kagome; salvarla de la guerra, pero eso será imposible.

Sesshomaru invito a platicar un poco más antes de que el general viniera para informar más de la guerra y...Los novatos que partieron hace un tiempo.

-Gracias por estar a mi lado. —Inuyasha se avergonzó por lo dicho, pero estar solo en el gran palacio, le aterraba.

-No te preocupes, hermanito. —Sesshomaru sonrió. —Siempre estaré aquí para cuidarte.

Inuyasha sonrió y camino junto a su hermano, pensando que sería ahora su lugar seguro de todo...Que equivocado estaba.


Trilogía ICE (Human) #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora