11.- Sentimientos, confesiones, pánico.

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De nuevo en clases, mas el ambiente se destacaba por su extrañeza el día de hoy.

El grisáceo del cielo lograba coincidir con la pesadez y el estado anímico de toda la escuela. Primero, Tulio Muñóz, y ahora, Luna Green.

Todo el mundo se encontraba relativamente callado, casi mudo. Solo se podían oír algunos susurros, ahogados en fenomenal llanto.

A lo lejos, pude divisar a April, quien, sin si quiera saludar, se dirigió hacia mí;

- Estamos en un lugar peligroso, ¡demasiado, qué maldito miedo! - Casi podía sentir sus escalofríos, y sobretodo, su miedo, en carne propia.

- Lo sé, lo vimos todo anoche junto a Skye e Iván, ¿quién podría haber hecho algo así? A lo mejor alguien demasiado enfermo de la cabeza, y en un sentido horrible.

- ¿Sabes lo peor? No puede ser que la escuela aún no haya sido clausurada, ni algún criminal haya sido encontrado, ni siquiera con los mil y un policías que se han paseado por acá.

- Es verdad. ¿Y por qué el culpable se fijaría en Luna? Es decir, era bastante dulce, era siempre la promotora de las campañas de convivencia...

- A veces, solamente es necesaria la belleza, un arma de doble filo.

...

- ¿Qué decirte? Hubieras visto cómo esa puta movía el culo para mí, y luego gritaba. "¡Socorro, ayuda!", mientras se desangrientaba. Ah, hubieras visto cómo sollozaba cuando, aun con vida, el palo del árbol le atravesó todo lo que se llama... eh... no, no, ¿qué haces, amiguito? N-no te acerques... no, no... ¡NO, BAJA ESE ARMA!, ¡YA!, ¡BÁJ-! ...agh...a...

— Al parecer el que estará gritando "¡Socorro, ayuda!" serás tú...

...

De nuevo en clase, no se había presentado nada nuevo, recientemente. Aunque todos, o casi todos, se encontraban en un estado mental insano, debido al pánico y al trauma.

Los profesores estaban igual. Si la escuela llegase a ser clausurada, perderían su empleo. Aunque eso no era lo más importante, ahora se debían evitar más muertes, violaciones o desapariciones.

El miedo de "ser el siguiente" continuaba expandiéndose por los aires.

Esmeralda y Leela faltaron a clases hoy, estaban despidiendo a Tulio en su funeral. Siempre, junto a Ítalo Montenegro, habían sido considerados "el cuarteto diamante", nadie brillaba más que ellos. Pero, desde ayer, ese "cuartero" ya no era más que un "terceto".

En un par de horas se celebraría un homenaje a los caídos en estos últimos meses.

Luna, Tulio, Max, Jay...

Todo se derrumbaba, como cada uno de los granos provenientes de un reloj de arena.

Insignificantes.

...

Por fin era hora del descanso. Cuando salí, me topé con ALIEN sentado en pleno prado. No se veían con ánimo, en especial el pelirrojo, quien tenía ojeras de color violeta, haciendo contraste con su pálido rostro.

- Qué miedo... - El rostro de Skye se encontraba metido entre sus rodillas, siempre había sido asustadiza con respecto a esta clase de temas, pero ahora, la situación había llegado a un nivel alarmante - ¡ESTO NO PUEDE SEGUIR ASÍ! - Su voz se quebraba más en cada palabra que decía - N-no quiero que nadie más muera, no, ¿¡por qué no todos podemos ser felices!?

En este preciso momento noté algo.

1, 2, 3, 4...

Hacía falta alguien.

Nuestro misterio.Where stories live. Discover now