El conejito se confiesa.

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Desde que Morgan se fue de la oficina, no pare de temblar, no importaba cuanto me quisiera consolar Sam, mis nervios no se fueron.

-Mira da igual, si el se entera o no, las cosas no van a cambiar- dijo Sam abrasándome.

- Nos es eso, bueno si, ¿Que pasa si el le cuenta a los demás?, o si piensa que soy una acosadora? y si le doy asco?

-Magi!, te estas sugestionando, eso no va a pasar, yo estaré contigo, sea lo que decidas hacer

-quieres decir que no hay ni una sola posibilidad de que Morgan este bromeando?

-bueno... dijo Sam acomodándose el cabello, -Morgan no es un chico bueno, es problemático, un mujeriego, pareciera ser que lo único que le importa es el deporte, así que, lo siento bebe, pero el no va a cambiar su decisión.

-joder, joder joder- repetí nerviosa

-espera, también podemos golpearlo hasta que no recuerde nada-mire a Sam para saber si bromeaba o no pero la tonta no se reía.

Así termino mi día, Sam se fue a su casa con la promesa de que nada pasaría, y yo no podía dormir pensando en que es lo que Martín diría, en mi cabeza habían muchos escenarios posibles de esa situación

Ecenario 1

Martín se entera por Morgan, que yo estoy enamorada de el y dice "wuaooo esa chica esta loca"(y termina ¿teniendo asco de mi?)

Ecenario 2

Martín acepta mi confesión y nos hacemos novios, nos graduamos, nos casamos y hago a Morgan mi perra oficial.... (espera... eso es im-po-si-ble!)

Ecenario 3

Martin me rechaza amablemente (eso no esta tan mal) pero todos se enteran y seré la "intensa de la escuela"

Con estos pensamientos me fui a dormir y a la mañana siguiente me dije a mi misma "siempre puedes cambiar de colegio".

Para mi buena suerte, me había levantado demasiado temprano así que termine llegando a clases temprano, la confusión de el día anterior, hizo que olvidara por completo, que Martin llegaba temprano debido a su hermano menor. Así que el se encontraba en el pasillo, que para mi buena fortuna (sarcasmo) es donde yo estaba sentada.

-Hace mucho que no te veo Margarert- dijo el sentándose a mi lado mientra yo pensaba "estúpido martín, tan solo ve a tu clase"

-Tienes razón, no creí que terminaríamos en clases diferentes durante dos años seguidos.- para mi sorpresa, podía hablar con el como de costumbre.

-¿Y como te va?, últimamente los exámenes se están poniendo algo difíciles- me dijo rascándose la cabeza.

-Bien, me la he pasado estudiando mas que de costumbre pero ya es el ultimo año- encogí los hombros.

Martín no haba cambiado en lo absoluto, era igual de dulce y guapo como de costumbre, me gustaba su cabello café, su delgada figura, y la manera el que arrugaba las cejas al hablar. me pregunte en ese instante si estaba dispuesta a ser la misma persona patética que nunca dice lo que piensa, me pregunte si me arrepentiría de ello, pero a mi cabeza vinieron las palabras de Sam

"este año, nosotras seremos distintas"

-Martín...- el me miro, el pasillo aun estaba solo, hacia un poco de viento afuera, y el sol apenas estaba saliendo, el estaba allí sosteniendo su maleta, tenia su atención, era el momento.

-Martín a mi me gustas-

Martín me miro, mientras mi corazón estaba al borde de la locura.



Hexagono de varios lados.Where stories live. Discover now