Hexagono de varios lados.

El conejito se confiesa (parte 2)

Martín se veía fuera de si, en su rostro se veía la duda, "no te  rías" pensé,  y me prepare mentalmente para su posible y muy probable rechazo.

-Yo...tu...bueno, me gustas desde primer año, me gustas por muchas cosas, siempre tuve miedo de desdecirte, pero... titube, pero el me interrumpió 

-¿Por que hoy?- el miro hacia otro lado y se apretó las manos- lo que quiero decir.. por que esperaste hasta este momento- no sabia que sucedía con el, pero no parecía ser el mismo de siempre, estaba fuera de si, y no podía ni asegurar que estuviese escuchando me el todo.

-Yo... no se, supongo que creí "esta es mi oportunidad" y lo dije- lo mire- Martín, no es necesario que me respondas, se que un chico como tu no se fijaría en alguien tan simple y torpe como yo, no quiero que estés nervioso cerca mio- trate de excusarme, supuse que en ese punto, me di cuenta de lo imprudente que fui y la mala decisión que había tomado.

-No digas eso de ti misma- Martín se rasco la cabeza- No saques conclusiones, tu eres muy bonita, y valiosa, amarte como eres, aquí el problema soy yo- Martín agacho la cabeza, sus palabras amables me llegaron al corazón "perdón por ser pesimista, pero es verdad que no soy buena" pensé para mi misma.

-Solo lo dices para consolarme, tu no eres un problema en lo absoluto- trate de convencerlo.

-No soy tan bueno Margaret,  tu no puedes saber nada de mi, ¿y si no soy un príncipe azul? ¿y si no soy la persona que quieres en verdad? ¿y si te dijese que los chicos son lo mio?- dijo y acto seguido giro su cabeza hacia mi. 

En ese momento me di cuenta que el no estaba jugando, lo decía enserio, su expresión era triste, tan triste que no pude sentirme molesta.

En realidad me sentía confundida, y solo reaccione como cuando alguien  te cuenta que su madre murió

-No te voy a juzgar, al contrario perdóname, todo va a salir bien- en realidad no sabia por que pedí perdón, pero sin pensarlo le abrase, y el comenzó a llorar.

Ahí estábamos dos, dos personas relativamente desconocidas, con el corazón roto, pero de diferentes maneras y por diferentes motivos, dándose consuelo.