capitulo 14

123 17 2
                                    

Y es así como me metí en este lío... <¡Ahora debo cocinarle algo a Mika! Vaya que se como meterme en problemas, Guren tenía razón soy un verdadero idiota... Bien no se que vaya a hacer faltan 4 días para su cumpleaños y no tengo la menor idea que elaborar, me tiré en mi cama mirando hacia el techo en busca de una idea... <Mika dijo que le gustan los chocolates... Tal vez mamá tenga alguna receta sobre postres o chocolates... Además Mika vale la pena y haría su postre favorito solo por verlo feliz> de nuevo empecé a pensar en cosas extrañas acerca de el <por esto es que nos molestan en la escuela, maldición, debería dejar de ser tan cursi y sensible... Después de todo Mika solo es mi amigo... No es como si fuera algo más>. Rodé un poco por mi acogedor lecho y miré hacia la pared algo preocupado por mi relación con Mika <lo quiero... Como un hermano> di otra vuelta y terminé por caerme de mi cama.
-aah, duele... maldición- me levanté rápidamente para tocar el área afectada, acto seguido bajé las escaleras para buscar a mi mamá o a Guren, lo único que encontré fue la casa vacía y un ruido que provenía de la cocina escuchaba utensilios de cocina moverse como en una orquesta, abrí la puerta y tropecé con mi madre quien estaba justo a lado de la puerta, volví a darme otro buen golpe en la cara pero ahora con el cuerpo de mi mamá
-tsk, auch-
-Ah Yuu, ¿te golpeaste muy fuerte?- dejó lo que estaba haciendo de lado para tomar mi cara entre sus manos y dar un ligero masaje seguido de un beso en la frente
-ten más cuidado hijo-
-sí, lo tendré- dije de mala gana sin aceptar mi error.
-por cierto, ¿qué estás haciendo mamá?-
-oh estoy haciendo el desayuno, como es sábado decidí lucirme un poco y hacer curry-
Mis ojos fueron iluminados al escuchar la palabra curry, <a Mika le gusta el curry, me pregunto si...>
-Mamá...-
-Dime- ella continuaba picando papas y zanahorias mientras se movía de un lado a otro.
-¿puedo invitar a Mika a comer?-
Me miró de reojo como pensándose las cosas antes de hablar pues era algo de imprevisto.
-¿sus padres se molestarían si viniese?-
-lo dudo, su mamá, Krul, parece, ser muy accesible y amorosa, se lo pediré yo mismo, Por favor-
<¿eh? ¿En que momento decidí traerlo? Bueno ya da igual ya es tarde... Que vergonzoso es todo esto>
-Bien, ¿por qué no le dices a tu padre para ver que opina? Esta en el jardín trasero tomando la brisa, espero que no se haya dormido, ya sabes como es-
mamá sonrió y tocó mi cabeza con dulzura y volvió a sus cosas.
-debo apurarme y hacerlo rico-
Asentí y atravesé la cocina en dirección al jardín trasero en busca de Guren, abrí la puerta buscando con la mirada a mi padre, finalmente lo encontré acostado en una hamaca con unos lentes oscuros tomando la sombra y probablemente la siesta, me acerqué lentamente para verificar si estaba despierto, pisé una hoja seca y el crujido me delató, Guren sonrió y habló sin si quiera cambiar de posición.
-¿Qué quieres mocoso?-
-Eh, mamá me dijo que te preguntara si podía traer a un amigo a comer-
Guren me interrumpió
-¿Desde cuando te interesa tanto la amistad? Cuando llegamos estabas decidido a no hacer amigos ni socializar, te dejaste influir por el entorno, después de todo era solo cuestión de tiempo-
-¡No es amistad!-
-¿uh?, entonces ¿qué es según tú? ¿Más que amistad?-
-S-si, ¡es como una hermandad!-
-sea lo que sea, me da igual-
-¿entonces si puede venir?-
-como sea, traelo si quieres, no me negaré-
El tono indiferente de Guren en realidad era para que no me diera cuenta que lo decía con cariño, es algo que teníamos en común, aceptar de mala gana para no mostrar nuestra sensibilidad, por eso mismo contesté igualmente.
-tsk, ya me voy no me esperes-
Salí del jardín y entré a la cocina donde nuevamente volví a toparme con mi madre, quien seguía cocinando.
-¿y bien? ¿Qué dijo?-
Sin quitar los ojos de la comida me preguntó.
-ah dijo que estaba bien, ya sabes como acepta siempre de mala gana-
Mamá sonrió de nuevo
-ustedes dos son tan parecidos, ambos parecen mis hijos-
me ruboricé ligeramente y le dije a mi madre que ya debía irme para poder apurarme, acto seguido salí rápidamente de la cocina para luego abrir la puerta principal.
-Ya me voy, iré a decirle a Mika y a su madre-
escuché a mamá decir que estaba bien y me encaminé a la casa vecina, cuando llegué al recibidor, respiré hondo, me armé de valor y llamé a la puerta algo tembloroso; transcurridos una minutos que para mi fueron eternos, escuché que abrían la puerta, respiré y esperé paciente intentando sonreír para causar buena impresión aguardé a que abrieran; cuando pude divisar la figura que se formaba mi sonrisa se desvaneció... Era Ferid...
Este pareció muy complacido de que hubiese ido y al mirarme sonrió estúpidamente.
-Ah Yuichiro-kun, pero que agradable sorpresa, ¿qué haces aquí tu sólo?-
Con una voz fría y molesta le contesté sin despegar mi mirada de sus ojos café oscuro.
-vine a buscar a Mika-
-Ah, Mikaela-kun...-
-sí, él-
Hubo una pausa incómoda que pareció tornarse en una eternidad.
Ferid volvió a mirarme y sonriendo me dijo
-Mikaela está arriba en su cuarto, ¿quieres pasar?-
Parecía tentador pero... Algo en su enigmática sonrisa no me terminaba de agradar, no podía creerle tan fácilmente, no después de lo que Mika me había dicho.
-eh, prefiero esperar aquí... ¿Qué esta haciendo?-
El hombre se puso un poco nervioso pero continuó esbozando su maldita risa.
-pues está en su cama-
-ajá, pero ¿qué hace? ¿Por qué no ha bajado?-
Mis preguntas se volvieron más insistentes y frías.
Finalmente Ferid cedió y dijo que lo llamaría así que me pidió un momento y se metió a la casa en busca de Mika, después de varios minutos escuché pasos acelerados que bajaban las escaleras, obviamente eran ligeros, era Mika, parecía desesperado, luego de eso este abrió la puerta y me tomó de la mano sin decir nada, estaba a punto de arrastrarme como la otra vez pero le di un tirón haciendo la seña de que me diera solo un momento, en respuesta a eso bajó la mirada y no me soltó.
Ferid apareció nuevamente en la puerta como siempre, sonriendo... <que molesto>
Finalmente pude decir lo que quería.
-¿se encuentra Krul?-
-No, ha salido por trabajo, llegará en la tarde-
-ah, ¿puede venir Mika a mi casa?, quiero invitarlo a jugar y a comer-
Ferid se mostró un poco desilusionado y sin quitar la mirada de encima del rubio asintió casi imperceptiblemente y volvió a desaparecer sin decir una sola palabra.
Me sentí feliz por mi logro y aliviado de no haber entrado, suspiré y miré a Mika, estaba ruborizado y agitado, tenía rastros de lágrimas y algunas marcas en el cuello.
-¿qué te pasó ahí Mika?- dije señalando la marca rojiza en su cuello, pero parecía no querer responder por lo que lo tomé firmemente y nos dirigí a mi casa, una vez ahí abrí la puerta y salude como siempre lo hacía.
-Ya llegué-
-bienvenido hijo-
Escuché a mi madre decir desde la cocina.
-traje a Mika conmigo, estaremos jugando en mi cuarto por si me necesitas-
-claro, tomense su tiempo-
Dicho esto llevé a Mi amigo hasta mi cuarto, cuando por fin llegamos cerré la puerta y le mostré que podía sentarse en mi cama, luego me senté junto a el y le pregunté que andaba mal, el solo evitó la mirada y susurró con un esfuerzo enorme.
-Lo de siempre... Ferid-
-¿Qué hizo ahora?
Mika mostró la marca en su cuello con vergüenza. entendí que debía poner el seguro en la puerta para que nadie viese lo que Mika me estaba confiando,entonces e acerqué a la puerta e hice lo mencionado, volví hasta su lado y pregunté.
-¿qué más?-
Mika se quitó la sudadera y tras esta la camiseta, que traía, en su delgado y pálido cuerpo, se le veían los huesos y también se podían observar más marcas rojizas, que se veían incluso debajo de su cadera, me preocupé bastante y al mismo tiempo me sonrojé, nunca había visto a otro niño semidesnudo.
-Maldito hijo de--
-Dejalo Yuu-chan, no puedo hacer nada de igual forma-
Me sentí incapaz de hacer algo y a la vez sentí un profundo odio hacia Ferid que se iba incrementando.
Mika me sonrió débilmente y se dejó caer rendido sobre la cama aún con el pecho descubierto, parecía estar cansado y adolorido.
-Mika, ¿te duele algo?
-S-sí...-
Estaba nervioso por la respuesta pero mi curiosidad era muy grande, entonces le pregunté de dónde provenía el dolor, el se dio la vuelta mostrando su huesuda espalda.
-¿te duele la espalda? -
Negó con la cabeza ruborizado, llevó sus manos hasta...
-¡¿Ah?!-
-me duele al sentarme-
<Me pregunto por qué...>
No quise hacer más preguntas y decidí mirarlo de reojo mientras el respiraba débilmente. De repente un impulso me hizo querer tocar su piel, se veía tan cálida, tan delgada y blanca... Muy tersa
<Tsk ¡¿qué clase de cosas estoy pensando?!>
Seguí mirando a Mika mientras cada mi rubor aumentaba, el había cerrado los ojos y estaba tendido en mi cama, su cara se veía tan apacible que... Lucía como un ángel, entonces Notó que lo miraba y para mi sorpresa no se exaltó, solo hablo en voz baja mientras entrecerraba los ojos para volverlos a cerrar, en ese momento sentí que me moría, que pena, que vergüenza! Entonces como ya era costumbre Mika rompió el silencio con otra de sus extrañas oraciones.
-Nee Yuu-chan... ¿Quieres tocarme? ¿No es así?...-

Mikayuu Vecinos =Hiatus=Donde viven las historias. Descúbrelo ahora