Termaesfera

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Bleu Griffind

"La historia comienza en el año 845 (después del acto) en el espacio, a una distancia de aproximadamente 3.2 millones de kilómetros de los restos desgarrados del planeta Venus. En ese punto, una roca del tamaño de un pequeño meteorito, con un diámetro de unos 67 centímetros, comenzaba a moverse. Esta roca, cuya temperatura alcanzaba los 75°C, emitía un resplandor bermellón, que creaba un halo de calor a su alrededor. Su superficie era de un tono beige claro, semejante al color de la crema.

El pobre meteorito, a pesar de su tamaño relativamente pequeño en comparación con los objetos espaciales circundantes, se movía con una agitación notoria, realizando maniobras impredecibles a medida que avanzaba a través de la antigua Vía Láctea. Esta aparente inercia del asteroide planteaba la cuestión de si este movimiento era el resultado de una reacción química desconocida o de la influencia de fuerzas físicas aún no comprendidas. En este universo misterioso, donde las leyes de la naturaleza a menudo sorprendían, la existencia de vida en un objeto inanimado era un enigma.

Las 57 horas que pasaron en el espacio desde el inicio del movimiento del meteorito estuvieron llenas de turbulencia y cambios de dirección repentinos. Hasta que finalmente, un evento extraordinario ocurrió en la roca. Una grieta de gran magnitud, con unas dimensiones aproximadas de 20 centímetros de ancho y 45 centímetros de largo, se abrió en un costado del gran guijarro. En el interior de esta grieta se manifestó un sonido rugoso y áspero, ininteligible para cualquier observador. Fue entonces cuando se identificó un brazo de un oscuro color café, con un diámetro de unos 25 centímetros y una longitud de 50 centímetros. El brazo presentaba relieves de un color tinta roja que brillaban cuando la luz se reflejaba en ellos. Este brazo emergente tomó con fuerza la parte superior de la roca y la sacudió con una intensidad que permitió que se revelara el resto del cuerpo oculto en su interior.

La apariencia de este ser antropomórfico era fascinante. Su piel presentaba un tono rojizo profundo, que cubría la mayor parte de su cuerpo. Este tono se manifestaba en su rostro, torso, piernas y entrepierna, así como en sus brazos y manos, que estaban recubiertos de polvo espacial. A pesar de no tener ojos visibles, la parte frontal de su cabeza estaba adornada con una cruz de aproximadamente 15 centímetros de altura por 10 centímetros de ancho, con un brillo rojo en su centro que tenía un diámetro de 5 centímetros. Esta cruz recordaba la forma de un casco samurái, y el brillo rojo en su centro parecía una estrella recién nacida en la vastedad del espacio.

 Esta cruz recordaba la forma de un casco samurái, y el brillo rojo en su centro parecía una estrella recién nacida en la vastedad del espacio

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La conducta de este ser sugería un alto grado de conciencia y una inteligencia desarrollada. Este nacimiento aparente de un ser unisefálico generaba preguntas sobre su origen y naturaleza. Su temperatura corporal, que se mantenía en torno a los 75°C, producía una aura anaranjada y rojiza a su alrededor, con una pequeña distorsión gaseosa que parecía emular el aspecto de estrellas en movimiento.

Este ser, que emanaba un calor intenso, se movió a través del cosmos y observó con tristeza la devastación de su planeta natal, Venus. Conmovido por la destrucción de su hogar, este ser se posó en un pequeño fragmento de tierra de Venus que orbitaba alrededor de la Tierra. Este fragmento tenía un diámetro de aproximadamente 5 metros y estaba cubierto de polvo y escombros de Venus.

Antes de Ver Al Angel (Bestiarium)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora