☆Capítulo 14: Proyecto Sara.

4.9K 575 118
                                    

Enfermos Mentales. Capítulo 14: Proyecto Sara.


Corría hasta la habitación de las chicas luego de haber recibido una llamada de emergencia por parte de Sheyla. No me dio detalles, por lo que mi mente comenzó a maquinar todo tiempo de desastres. La mayoría relacionados con el desconocido, las cuales no eran muy agradables. Usé una excusa para salir de clases y me dirigí al edificio principal en bola de humo. Debía asegurarme de que ninguna de las 2 habían sufrido consecuencias debido a algún error que yo haya cometido sin darme cuenta.

Al entrar, me encontré a Sheyla de pie al lado de la puerta. Cruzaba sus brazos con una expresión de rabia. Sara estaba sentada en su cama mientras dos guardias revisaban los tocadores de ambas bajo las órdenes del decano, de pie al otro lado de la habitación. Al escucharme entrar, el Sr. Goldman dirigió su mirada hacia mí.

—¡Oh! Srta. Evans. Llega justo a tiempo —dijo mientras un guardia rebuscaba en los cajones de Sheyla.

—Un momento ¿Qué esta pasado aquí? —pregunté sin comprender nada.

—La señora Cooper asegura haber dicho que la joya se la compró su esposo a una anciana en una tienda de antigüedades. Y ya que estábamos las tres en la boutique de ropa, el decano dice que tal vez una de nosotras la tengamos —explicó Sheyla cruzada de brazos junto a mí. Su expresión expresaba disgusto.

—Pero ya le aclaré que no, el collar que tengo me lo dio mi padre hace años.

—Ya lo sabemos, y usted está adsuelta de toda acusación.  Sin embargo, no podemos decir lo mismo de sus amigas.

Era increíble lo fácil que me era comprender los planes del desconocido después de ver las consecuencias. Me había tendido una trampa, eso era obvio. Se aseguró de que yo saliera inocente del caso para que Sheyla y Sara tuvieran que afrontar las consecuencias de lo que hice. El maldito intentaba que me sintiera una mierda de persona y cuestionara mi moral. No me atacaba físicamente, si no a nivel emocional.

Lo peor era que le estaba funcionando.

—¿Dice que mis amigas son ladronas?

—No, no, no. Yo no estoy afirmando nada. Solo son suposiciones —dijo acercándose al tocador de Sara.

Un guardia abrió el primer cajón del tocador, sacando de allí una caja de color negro. Al agitarla, algo metálico se escuchó en el interior, atrayendo nuestra atención. El guardia abrió la cajita y de allí sacó el collar. Lo colgó de su dedo para mostrarlo a todos en la habitación, sin lugar a dudas era el mismo que buscaban.

El Sr. Goldman volteó a mirarnos decepcionado.

—Suposiciones que al parecer son ciertas —bufó el decano—. Srta. Di-Leened, acompáñeme.

Di un paso atrás sorprendida debido a la caótica situación, esto se estaba saliendo de las manos. Nunca debí hacer caso a esos malditos mensajes. Ahora Sara se había metido en problemas por mi culpa. Debí haber ido sola a la boutique, de ser así todo este lío habría terminado en los pasados tres días. Pero ahí estaba, viendo como una de mis compañeras pagaba las consecuencias por algo que yo había hecho.

—¿Qué? Pero si soy inocente —intentó  defenderse Sara. Nos volteó a mirar en busca de ayuda—. Exijo un abogado.

—Sí Srta. Di-Leened, vamos ya.

—No. No puede hacer esto —objetó Sheyla siguiendo al decano.

—Aguarde... —estaba apunto de hablar para ayudar a Sara, pero el teléfono vibrando en mi bolsillo me hizo detenerme.

Enfermos Mentales [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora