Con las manos recargadas sobre el barandal, sus verdes ojos miraban por el balcón de la habitación más grande de todo el palacio, la habitación perteneciente al rey de Asgard, la mirada lucía perdida en el ir y venir de los ciudadanos en las callejuelas principales de la Ciudad Dorada, ¿realmente les prestaba atención? Por supuesto que no.
Habían pasado quince años desde que Odín, Padre de Todo, desterrara al primogénito y heredero legitimo al trono, quince años desde que supiera su verdadera ascendencia, quince años desde que Thor decidiera que era mejor quedarse en Midgard a lado de esa simple humana, quince años desde que ambos compartieran en lecho en una noche de pasión y amor desenfrenado.
Catorce años desde que tuviera a la pequeña princesa de Asgard, la niña mimada de los anteriores reyes: Ludmila, nombre que la había elegido pues como dice su significado, era amada por el pueblo desde el momento en que vino al mundo. Ella era su todo desde que él no estaba, le daba fortaleza, le transmitía paz y amor, lo hacía una mejor persona.
Aun recordaba cómo, estúpidamente, había empujado a Thor a la batalla con Jötunheim solo trayendo desgracias, a los días del destierro con una enorme duda rondando en su cabeza bajó a la Cámara de Armas donde encontró lo que estaba buscando, el Cubo de los Inviernos que le mostró su verdadera naturaleza, no supo en que momento Odín había entrado y le tomó por sorpresa sus palabras.
―Lo siento, hijo―
―Yo siento más haber creído en esta mentira―dijo en un hilillo de voz, con amargura―yo fui quien orilló a Thor a ir al reino de los Gigantes de Hielo―dejó el cubo en el mismo lugar donde lo encontró
―Eventualmente sucedería, simplemente adelantaste los hechos―
―Yo traje a los jötnar a Asgard―se giró a verlo, azul como se veía, ojos rojos, voz rota
―Mereces un castigo, pero no hay peor castigo que ver lo más amado perdido―dijo con sabiduría
―Tú...―sus palabras fueron como una cuchillada en el pecho
―Siempre lo supe, ustedes nunca supieron disimular―mostró un atisbo de sonrisa en su viejo rostro
―Entonces...―la ira comenzó a bullir en su pecho pero Odín continuó previendo aquello
―No lo malentiendas, hijo, el destierro es para que aprenda a ser un mejor rey no por que quisiera separarlos, sé que Thor es un guerrero imprudente, no piensa en las consecuencias, creí erróneamente que quizá con el peso de la corona sobre su cabeza maduraría, pero no fue así, tus acciones también fueron imprudentes y estúpidas, ambos desataron esta guerra... esto, todo esto... es culpa de ambos―
―Lo sé...―una sonrisa rota se instaló en sus labios, se dejó caer sentado con la espalda recargada en el templete―eso también lo lamento...―
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Causalidad. (THORKI)
FanfictionShort history. En la oscuridad de la noche, Thor entra a la habitación de Loki donde se juran amor eterno mientras se funden en un solo cuerpo. Los días pasan. Loki sabe que algo dentro de sí ha cambiado, pero no está seguro de lo que es. Thor es de...