(La cosa rara de arriba es un ecs-kun hecho por mí por primera vez en la computadora \(:v)/ se ve raro :v pero mñe, así me imagino al X en esta historia :vvv enjoy!)
Miró al techo.
Miró a los lados.
Miró las paredes.
Luego volvió en sí y miró al techo nuevamente.
Nada.
Seguía tan aburrido como siempre.
Después de haber encaminado a X a casa, Zero volvió a la suya a pesar de las largas peticiones del niño para que el rubio se quedase. Pero él tenía que volver a casa.
Sólo fue un día largo, eso es todo.
Ya eran alrededor de las 6 de la tarde, el sol comenzaba a meterse para dar paso a la obscura y gélida noche. Oh, es sólo que el Sol ha perdido otra batalla contra su eterna oponente.
Caminó sobre la gris acera y observó cómo su sombra cambiaba de lugar, llegó a su casa y, como si nada, sólo se acostó en su cama.
Justo debajo de él, los doctores Light y Wily mantenían una "plática de adultos" donde él, por ningún motivo o bajo ninguna circunstancia, no podía interrumpir.
Tras una ventila se filtraban unas cuantas palabras de su animada charla, de vez en cuando sólo se oían palabras claras pero la mayoría del tiempo se escuchaban palabras ahogadas e incomprensibles. De igual forma, él sólo las ignoraba y seguía con su total aburrimiento.
Hasta que su relajada plática comenzó a convertirse en gritos de odio y enojo.
—¡NO! ¡De ninguna manera te dejaré que lo hagas!
—¡¿Por qué?! ¡MIRA EL LADO BUENO, LIGHT! ¡SERÁ IMPARABLE! ¡HARÁ COSAS ESTUPENDAS! — Zero reconoció la voz de su creador
—¡¿Y HACERLO PERFECTO, NO?! ¡Es lo que siempre quieres hacer con todo! ¿Por qué todo tiene que ser perfecto para ti? ¡No lo entiendo! — gritó Light.
Albert rio y golpeó la mesa.
—Aún no lo entiendes, ¿Cierto?— volvió a reír. — ¡ESO ES MÍO! ¡YO le haré lo que quiera, lo que me plazca ¡¿Oíste?! ¡Lo que ME plazca!
Hubo silencio. Largo y profundo. O al menos así se sintió. Light miró a su compañero como si fuese otro, un desconocido. La ambición comía a Albert lentamente y cuando fuera tarde, él se daría cuenta de todo lo que perdería. Sabía los riesgos de entregarle a Zero, no, de dejar que se quedara con Zero; Light debió dar más batalla para quedarse con ambos. No fue su mejor movimiento, pero confió en él. Aunque sabía que era una mala idea.
—No te has dado el tiempo de conocerle, ¿Cierto? Es un chico fantástico, es brillante; tiene tanto potencial. ¡Puede hacer grandes cosas! ¿Al menos tienes idea de lo que quiere ser? Lo dejas viviendo en el ático donde se sienta y se aburre. ¿Alguna vez notaste que regresaba con golpes o rasguños? ¿Te fijaste cuántos amigos tiene además de X?
Ambos se quedaron callados. Zero resistió las ganas de llorar.
—¿Por qué te refieres a Zero como él? ¡Es una maldita máquina!- está ves, Albert sólo alzó la voz.
Light se limitó a sentarse y sobarse con dos dedos la frente. Dio un suspiro y volvió la mirada a su compañero y exclamó:
—Entiendo tu punto, lo que no entiendo es ¿Por qué así? Sólo lo convertirías en una máquina más. La humanidad que le dimos, que les dimos... pueden ser lo que ellos quieran, eso los hace especiales... ¿Por qué quitárselo?
—Porque los sentimientos sólo le serían un estorbo.
Ante el argumento de Albert, Light, quedó totalmente mudo. Albert no se retractó en nungún momento.
Se levantó, tomó su abrigo y puso una mano en los hombros de su compañero.
—Has lo que te plazca. Sólo no seas tan duro con él. ¿Está bien?
Con ello, el de barba blanca dejó solo a su compañero bajo la cálida lámpara y los deseos malignos y crueles de perfeccionar al rubio.
Albert, de un manotazo, tiró la mesa y todos los planos y papeles que residían en ella. Frustrado, se fue a dormir.
Esa noche, nuestro pequeño no pudo dormir. Daba vueltas en la cama deseando cerrar sus ojos y despertar sabiendo que fue un mal sueño, pero no fue así. Tanta información en su cabeza, tanto que desglosar y tanto que saber. ¿Qué quiso decir el Dr. Light? ¿Qué quería hacerle su padre? Sólo había una forma de averiguarlo.
Bajó las escaleras hasta donde ambos científicos habían tenido su discusión. Miró el piso y encontró los papeles revueltos en el piso. Con cuidado, los comenzó a tomar uno por uno, veía planos indescriptibles, párrafos de pros y contras además de imágenes suyas.
Aunque más que suyas, parecían de alguien parecido a él.
Eso llamó su atención.
Tenía una armadura igual a la suya, sólo que este portaba hombreras, su pecho era ligeramente diferente y sus botas tenían un acabado diferente. Sabía que era de él mismo porque portaba la misma larga melena rubia a su espalda.
Zero se impresionó con el diseño, creyó que era genial, que se veía menos afeminado y lo hacía ver más poderoso.
Sus ojos brillaron, pero nunca jamás volvieron a brillar así desde que vio su buster.
Todo el potencial que tenía, todo lo que podía hacer... lo dejó anonadado.
Pasó el resto de la noche leyendo y divagando más sobre aquella cosa que reconoció como él mismo. Quedó impresionado con todo y deseó ser eso de ahí. Posiblemente con ese aspecto lograría ahuyentar a sus agresores y así lo aceptarían en los Hunters. ¡Era perfecto!
Aquello era perfecto.
Él quería ser así de perfecto.
Sólo que había un pequeño problema...
Quería seguir siendo él mismo.
No una máquina.
Tal como esas hojas y planos alegaban.
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Childhood Friends
FanfictionHumanos y Reploids ¿Cuál es la diferencia? Los dos piensan, sienten y actúan... ¡Ah! ¡Sí! y también crecen. El joven Zero es víctima de bullying, es ese que siempre se sienta atrás y prefiere el silencio antes que las palabras. No tiene la vida fáci...