Conociendo A Geraldine

No hay fuego sin oxigeno

Volvimos a tener sexo incontables veces, a esa altura ella ya venia a mi casa y yo a la suya.
La falta de compromiso y lo casual de nuestro coito era genial, no parábamos de disfrutar el uno del otro pero comenzamos a asfixiarnos, volvíamos a encender el fuego pero este no era prolongado debido a que en algún momento no dejamos espacio para dejarlo ser.

Eramos personas muy sociales, yo le contaba sobre las personas que conocía y ella sobre las personas que conocía.
Seguíamos intentando avivar la llama pero volvíamos a apagarla con nuestras actitudes que nos molestaban.
No lo podía creer, estaba teniendo una relación tan casual y se arruino con la misma espontaneidad con la que empezó.
Como siempre empezamos a charlar sobre las personas que ya sabíamos que conocíamos y comenzamos a notar cambios de humor en ambas partes y respuestas negativas hacia el otro, lo mas sensato era tomar distancia porque no queríamos arruinar lo que teníamos.

Seguimos manteniendo el contacto y un día nos reunimos en casa de nuestra amiga en común, compramos alcohol y snacks para compartir, todo iba bien.
Jugamos al twister, bailamos y cantamos canciones pop. Claro, hasta que el llegó.
Un chico que habíamos conocido en el antro llego con un vino bastante caro, carisma y se había vestido para matar.

Nos embriagamos como si no hubiera un mañana pero la tensión se sentía, este quería abordar a alguien esa noche, se me acercaba y se mantenía rompiendo constantemente la barrera del contacto físico, no se como lo hacia pero de alguna forma también lo hacia con miradas. Quizás se estarán preguntando ¿como podría hacerlo con miradas? Bueno, esta persona les aseguro que podía.
De todas formas no sucumbí ya que estaba presente ella y como ya habíamos sentido celos el uno del otro sentí innecesario hacerla sentir celos por el, pero para el yo no era su única opción o al menos su mas accesible por el momento.
Fue por ella y sin importarle su estado de ebriedad (o al menos así ella me justifico el seguirle la acción) y la besó, me reí, un poco me había alegrado ya que de cierta forma se sintió rechazado entonces tuvo que acudir a una "segunda opción" pero de otra forma me molestó que ella le haya seguido el beso entonces yo también fui por el, mi autoestima estaba confundido en ese momento. No sabia si sentirme bien o sentirme mal.
Seguimos tomando el resto de la noche y debido al estado deplorable de todos decidimos ordenar un poco la casa e ir a dormir.
Yo estaba por ir a dormir con la dueña de la casa ya que pensé que el y ella iban a dormir juntos y fue entonces cuando ella toma mi mano y me dice al oído que quería dormir conmigo.
Acepté y a el lo miré triunfal, mi autoestima volvió a estar en la cúspide, nos acostamos y tuvimos el sexo mas exagerado que pudimos haber tenido, creo que un poco queríamos que nos escuche esa persona horrorosa que tan bien se sentía por estar con alguien o al menos eso es lo que quería yo.
Despertamos juntos y este volvió, no se para que sinceramente ya que había visto el desastre del coito que habíamos tenido y pese a nuestra desnudes se sentó en la cama con nosotros.
Nos hablo con normalidad y después se tornó un poco insistente, sinceramente sigo sin saber que intenciones tenia pero por suerte ella lo echó para seguir durmiendo conmigo ya que se encontraba mas hablando con ella que conmigo.
Seguimos durmiendo y al otro día fuimos a su casa a dormir juntos otra vez.
¿Para que?

Ella me hablo de su ex y yo le hable de una chica que había conocido hace tiempo contando lo muy interesante que me había parecido.
Nos enojamos el uno con el otro, ella por bronca de que yo siguiera hablando de esa chica y yo porque nunca le expresaba que me molestaba que me hablara de su ex, nos dijimos cosas horribles y nos distanciamos.

La verdad nunca esperé que terminara así, pensé que siempre tuvimos las cosas claras, lo que nos pasó quizás no haya sido de las cosas mas lindas pero por suerte fue una de las cosas mas raras.