Capitulo Cinco
El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla.
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Miró su reflejo una vez más en el espejo del ascensor. Aquel apretado vestido negro de coctel le quedaba divinamente a su figura tuneada. Sus nuevos y enormes pechos resaltaban mucho mejor con aquel bonito escote y sus piernas largas y torneadas resaltaban con el negra del vestido, por no hablar de lo bien que le sentaba a su prieto y redondito trasero la tela apretada y lustrosa. Y todo ello hacia lucir mucho más brillante su melena larga y rizada de color rosado.
Sasuke la miraba entre divertido y deseoso desde una esquina del ascensor, invisible ante la mirada de ojos inoportunos.
-"Repasemos el plan: cuando la secretaria te vea activará la cámara del despacho de él. Y cuando él vea tu escote le dirá que te deje pasar. No se cuanto tiempo voy a necesitar para averiguar quién es así que estate atenta a cualquier cosa que pueda ocurrir, por ejemplo que me descubra. También debes tener presente que puede que tengamos que salir pitando".
-"Esto suena cada vez más peligroso"
-"Y por eso te gusta aun más"
Sakura chasco la lengua.
-"No tendrá nada de excitante si me devora un demonio"
-"Tranquila. Tienes un aspecto increíble, querrá jugar contigo antes de hacerte nada que ponga en riesgo la integridad de tu bonito cuerpo".
La ojijade contuvo un suspiro mientras sentía la mente de Sasuke ronronear dentro de la suya propia, como un animalillo deseoso de saltar sobre su presa, excitado ante la posibilidad de matar a un nuevo demonio.
Y es que esta era ya su cuarta "incursión".
Habían terminado el instituto aquella misma semana y recibiendo la agradable patada en el trasero del orfanato. Por delante tenían dos jugosos meses antes del inicio de la universidad para dedicarse a cazar demonios.
El primero de ellos había sido Glasialobolas, aunque su alterum se llamaba Toru, un asesino a sueldo. Sasuke había dado con él - por supuesto no le había contado cómo - y simplemente habían fingido quedar con él para encargarle un asesinato aunque resulto que el asesinado fue él. Sakura apenas tuvo que hacer nada, sellar la habitación donde estaban para que no escapase, y Sasuke se encargo de despedazarle con sus propias manos. La escena la torturo durante varias noches pero poco a poco el recuerdo se había ido diluyendo. Tras matar a aquel primer demonio, según Sasuke uno de los presidente del infierno, el moreno había adquirido la habilidad de volverse invisible, algo realmente útil porque así podía seguirla a ella cuando la situación requería mayor discreción.
El segundo había sido Malphas, otro presidente - fuese lo que fuese aquello en el infierno -. Sasuke no le había dado más detalles que el nombre y una mañana le esperaron antes de que se subiese al coche y...bueno, digamos que el coche exploto. Accidentalmente claro. En esta ocasión Sakura no notó nuevos poderes en el muchacho, pero bien se los podía haber ocultado si quería.
El tercero se llamaba Oze y su alterum un psiquiatra con dudosos resultados. Como habían ido hasta su consulta para...acabar con él...Sakura estaba al corriente de su oficio e igualmente intrigada por las "maldades" que podía hacer un demonio siendo psiquiatra. Según Sasuke se dedicaba a hacer delirar con sueños de grandeza a la gente, cosa que tampoco parecía nada del otro mundo. Mucha gente delira sin necesidad de ayuda demoniaca...¿o no?

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Peccatum meum
Fanfictionos he traído porque considero qué es muy buena, para que así la podáis leer: https://m.fanfiction.net/s/7750584/5/