El chico nuevo estaba ahí, recargado sobre su auto, con esa sonrisa de estúpido engreído, tengo que admitir que se ve demasiado sexy, pero ¿por qué mierda tiene que estar sonriendo siempre? Nadie es tan feliz como para sonreír siempre.
Camine hacia Jake y por alguna estúpida razón que desconozco las piernas me comenzaron a flaquear.
-Hola- Dijo él con su enorme sonrisa.
-Hola-Trate de contestarle l más seco posible.
-¿Nos vamos?- Pregunto.
-Am, si.-
Jake fue hacía la puerta del copiloto y la abrió para mi, yo solo entre y cerré la puerta como si nada hubiera pasado y la hubiera abierto yo misma.
Después el se subió a su lugar y partió rumbo a su casa, el camino fue muy callado, no tenia el más mínimo interés de hablar con el.
Llenamos a un casa grande y muy bonita, salió del auto y abrió mi puerta para que saliera.
-¿Esta es tu casa?- pregunte algo asombrada.
-Si, bueno, es de mis padres- Dijo apenado.
-Es linda- Dije.
-No tan linda como tu- Contesto con tono coqueto.
-¿Disculpa?- Pregunte enojada.
-Solo digo la verdad- Dijo.
-En primera, si quieres llevarte bien conmigo deja tu pose de galán, okey?- Dijo ya más enojada.
-Okey, lo siento, calm…
-No, no me calmo, no soy una de tus putas, a mi no me vas a llevar a la cama con hablarme bonito- Conteste casi gritando.
-Tarde o temprano- Dijo con una sonrisa burlona.
-¿Qué dijiste?-
-Nada, hay que trabajar- Contesto cambiando de tema.
Genial, ahora tendría que soportar por más de una hora al señor coqueto.
Entramos a su casa, y si les dije que estaba asombrada con como era por fuera, cuando entre casi se me caía la baba.
Cada partícula de Jake grita popular, cuerpo perfecto, casa perfecta, sonrisa perfecta.
-Hogar dulce hogar- Dijo algo burlón.
Para no ser descortés solo sonreí.
Cuando ya estábamos adentro la cálida sonrisa de una señora de no más de 35 años nos recibió.
En realidad, era muy hermosa, tenía pelo corto y rubio, ojos azules y con un buen cuerpo.
-Hola mi amor, ¿cómo te fue en la escuela?- Contesto con un dulce tono.
-Bien mamá- Contesto algo apenado.
-Y dime, ¿quién es tu nueva amiga?- Pregunto con esa sonrisa in borrable.
Ahora se de donde saco Jake tener todo el día una sonrisa en la cara.
-Hola, señora mi nombre es Olivia- Dije tratando de imitar su sonrisa.
En verdad, no miento cuando digo que es un gran estereotipo para describir a la mamá perfecta.
-Hola Olivia, yo soy Susana Hutson- Dijo extendiendo su mano.
-Mucho gusto- Conteste respondiendo su saludo.
-Ire por el material, ahora vengo- Interrumpió Jake.
Jake se fue y nos dejo a su mamá y a mi solas.
-¿Y tus papas saben que estás aquí?- Dijo aun con esa sonrisa.
