INTRAESCOLAR I (Under The Dome)

Capítulo 4: "Convulsiones y Estrellas Rosadas". Parte 2

El sollozo resultó ser de Erika Sáenz, quien se encontraba sentada junto a su mejor amiga Vicky Grado.

Julio se había acercado lo suficiente para reconocer las siluetas en la oscuridad y ver claramente que estaban angustiadas.

Encontrar personas angustiadas era un gran premio para él, nunca se sabe que tanto hará una persona por ti si la ayudaste en un momento desesperado.

Rápidamente se dirigió a ellas.

-Chicas. ¿Qué pasa? -preguntó con un tono falso de preocupación-. ¿Por qué no están en su salón asignado para pasar la noche?

Erika y Vicky se miraron, para ellas Julio era sin duda una de las mejores personas en esa escuela; siempre atento y preocupado por los demás.

-Tal vez debamos decirle -sugirió Vicky-. Él podría ayudarnos.

Erika dudó un segundo, lo que había hecho era grave e involucraba a otras personas pero tal vez Vicky tuviera razón y Julio las ayudaría con esto.

Y ella necesitaba ayuda desesperadamente.

Decidió confiar en él. Como había hecho con Vicky lo hizo con Julio. Le contó casi todos los detalles desde el meteorito hasta el incendio provocado por las amenazas de Ami, solo tuvo mucho cuidado de no mencionar quienes eran las demás involucradas y mintió respecto al lugar donde ocurrió.

Por cada palabra había más lágrimas y más desesperación.

Julio escuchó todo con mucho interés, sin duda esta vez el premio era grande.

*

Hace unos minutos había acabado la hora de la cena. Mario y Nayomi estaban en el mismo jardín en que habían muerto Andrea y las Gaby's.

Cenaron juntos; Mario no acostumbraba comer en el comedor pero no había traído la cena de su casa ya que tenía planeado haberse ido de la escuela hace unas cinco horas.

Nayomi nunca había considerado a Mario un amigo pero él es quien le había hecho compañía todo ese terrible día, y de sus amigas; Silvia es la única que habló con ella ocasionalmente, Iracendy estuvo distante por una extraña razón.

Y las demás estaban muertas.

Era extraño un día ser la abeja reina de un grupo de amigas y al siguiente sólo tener a dos personas contigo.

Mario era un excelente compañero, todo el día platicaron de otras cosas ajenas del Domo y de esa manera habían encontrado un poco de tranquilidad. Ciertamente Nayomi no sabía del amor secreto que Mario le tenía, pero después de platicar todo un día ella notó la mucha atención que le había puesto desde el inicio de la preparatoria.

-¿De verdad me puse roja en esa exposición? -preguntó Nayomi después de que Mario le recordara un viejo trabajo de primer semestre.

-Si -contestó Mario con una sonrisa-. Pensé que saldrías corriendo.

Este era el momento que siempre había deseado; poder conocer a Nayomi de una manera más profunda, pero lamentaba la forma en que lo consiguió.

-¿Crees que esto se solucione mañana? -preguntó Nayomi volviendo al tema del Domo.

-Espero que si -contestó Mario-. O en poco tiempo la Guardia nos tendrá como esclavos a todos. Él le había platicado sobre el incidente con Julio en el comedor.

Nayomi miró fijamente a Mario, nunca le había prestado atención a sus risueños ojos oscuros o al hoyuelo en su mejilla derecha. ¿Cómo es que no lo había tratado antes? No se lo explicaba. En ese momento pudo ver a una gran persona frente a ella.