Los campos de entrenamiento en la Aldea de la hoja estaban divididos por secciones: los más cercanos eran usados por genins o novatos, mientras que los más lejanos eran el escenario de batallas con alto poder destructivo. Todo esto para que los estragos de las batallas se quedarán aislados entre la inmensidad del bosque sin comprometer la seguridad de la aldea y sus habitantes.
A la sombra de un gran árbol y manteniendo una distancia prudente, Sakura observaba a sus compañeros de equipo luchar. Naruto y Sasuke, desde que eran unos niños de doce años, siempre habían combatido contra el otro usando todo su poder. Para ellos no existía un término medio, no había moderación y ni estando en las peores condiciones consideraban el ir lento. Verlos a ambos luchar resultaba un espectáculo digno de ver; donde sus habilidades chocaban y la adrenalina fluía como un río, resultar ileso era prácticamente imposible.
Cientos de clones de Naruto arremetían contra la figura veloz de Sasuke, quien ayudado de su katana no dudaba en limpiar su camino de los clones de sombra con movimientos ágiles. Los ojos rojos del Uchiha seguían atentos los movimientos del que parecía ser el Naruto real, pero antes de lograr alcanzarlo un repentino golpe le dio de lleno en la espalda, lanzándolo con fuerza contra un árbol.
No pasó ni un segundo cuando Sasuke se encontraba de nuevo de pie, con densa irritación en el rostro y listo para lanzarse de nuevo contra Naruto. Había pasado un tiempo desde la última vez que Sakura vio a Sasuke en batalla, y el incremento de su velocidad era increíble. Pronto el Uchiha estuvo al lado de Naruto, atacándolo con su katana de manera hábil, mientras que el rubio se esforzaba por esquivar todos los ataques.
Luego de recibir algunas heridas que, desde su distancia, Sakura no pudo discernir si eran graves o no, Naruto logró poner algo de distancia entre ellos con un violento golpe. De nuevo varias decenas de clones aparecieron rodeando al Uchiha mientras que él, viéndose en esa situación, comenzó a concentrar rayos en la longitud de su katana. Los clones, a su vez, empezaron a formar en sus manos esferas de chakra: el rasengan.
Naruto gritó algunos improperios hacia su compañero para que luego todos sus clones se abalanzaran hacia Sasuke. Una gran nube de polvo se levantó, impidiendo a Sakura ver qué había sucedido con sus compañeros. La fuerte onda de energía producida por la colisión de poderes sacudió ligeramente la tierra bajo sus pies y Sakura se preguntó internamente cuántos huesos se habrían roto.
Cansada de ser solo una espectadora y con un fuerte hormigueo en sus extremidades que le pedían a gritos entrar en batalla a repartir golpes a diestra y siniestra, Sakura se acercó finalmente al epicentro del combate, liberando su chakra deliberadamente para ser notada por sus compañeros.
ㅡ¡Sakura-chan! ㅡgritó Naruto con entusiasmo.
Cuando el polvo se hubo disipado totalmente, Sakura pudo ver a ambos chicos parados en los extremos del campo con la ropa hecha jirones pero sin ninguna herida mortal. Una corriente de adrenalina la recorrió de pies a cabeza mientras se colocaba con lentitud sus guantes de cuero ante la mirada llena de ímpetu del rubio. Sakura dio un paso al frente, lista para emprender marcha y comenzar a luchar, pero la súbita aparición de su Sensei la detuvo.
ㅡHola, Sakura-chan ㅡsaludó jovial frente a ella.
ㅡHola, Sensei ㅡsaludó nerviosaㅡ, yo...
Kakashi se rascó la nuca en un gesto nervioso, con su único ojo visible aún proyectando una sonrisa. Sakura lo miraba dibutativa, imaginándose que lo que diría a continuación tenía algo que ver con su maestra.
ㅡLa Hokague me ordenó no dejarte entrenar ㅡcomenzó a hablar, interrumpido por los gritos de Naruto de cuán estúpido era aquello, pero pronto guardó silencio ante la mirada molesta de su senseiㅡ, pero si pregunta, le diré que me golpeaste y no pude detenerte.
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Strong
FanfictionSakura pierde de vista su camino ninja, cegada por su obsesión de volverse fuerte y estar al nivel de sus compañeros. Las circunstancias no serán amables con ella; tendrá que atravesar su propia aventura, llena de lágrimas y sangre, acompañada de al...