Y bueno, ya estabamos en la fiesta del fuego. Y unos chicos se acercan. Y están buenos. Y noto una mano en mi cintura. Y veo sangre. Despues se alejan. Todo muy normal.
—No quiero que se te acerquen tíos que no soy yo ¿Entiendes?— Sonríe con frustración.
—No eres mi padre, ni mi novio, ah ni mi hermano, aunque eso último no tiene sentido— Lo miro divertida.
—Eres boba, pero eh, eres mi boba—
—No tengo dueño ¿Lo sabías?—
—Pues ahora sí—
—Te aplaudo Ashton, enserio— Digo recordando a que esto parece a una de las telenovelas que ve mi abuela los días de diario, raro ¿Eh?
—Vamos a bailar bebé— Despues de eso me coje la mano y me lleva hacia donde cuerpos sudoros se mueven rápidamente. Ugh.
Me atrapa por la cintura y comenzamos a bailar. Y eso hasta ahora, tres horas más tarde que por fin hacemos un descanso.
—¿Quieres algo de beber?— Me ofrece señalándome el puesto de las bebidas.
—No, estoy bien— Digo y sonrio.
—Ya es la hora, princesa— Dice, me coje del brazo y me arrastra hacia la playa donde hay más personas sudorosas y ansiosas.
—Ten esto, lo necesitaras— Dice Ashton entregándome una bengala y la enciénde.
—¿Que pasa?—Digo confundida pero hace caso omiso a mi pregunta.
—5, 4, 3, 2, 1...— Dice Ashton, y de la nada empiezan ha brotar fuegos artificiales por el cielo oscuro de la noche.
—Feliz Verano, preciosa—Me mira a los ojos y yo sonrío dulce.
—Pide un deseo— Digo yo convincente.
—¿Un deseo?— Pregunta el.
—Si, un deseo, como en los cumpleaños, como cuando ves una estrella fugaz... anda házlo— Ruego tímida.
—Vale umhhhh, ya esta— Ashton sonríe.
—¿Crees que se cumplirá?—Pregunto, es parte del juego de los deseos. Un juego que nos inventamos mis padres y yo antes de ya saben que... murieran.
Ash me besa de la nada, su lengua pide a gritos que la deje entrar mientras que inspecciona cada parte de mi boca. Y dejo que lo haga, rápidamente nuestras lenguas juguetean. Su lengua es dulce, pero salada a la vez y transmite seguridad. Acto seguido nos separamos.
—¿Querías saber mi deseo?— Pregunta un Ashton tímido que me hace sonrojar.
—Claro que sí—
—Quería besarte, quería hacerlo, quería jugar con tu lengua, quería probarla, te quiero a ti, Dylan—.