Capítulo dieciocho

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Después de unos minutos, Taehyung y Jungkook volvieron, pero con dos personas más, los trataban horrible. Los golpeaban con un látigo para que caminaran, los dos chicos se quejaban y sollozaban del dolor, traían su rostro tapado, pero sus voces los delataban.

-¿Hyung? —pregunta Jimin con mucho temor—

Taehyung y Jungkook les quitaron los trapos de la cara, y ahí estaban, Jin y Namjoon, con su rostro golpeado, sangrando, dañado por golpes y cortes.

Jimin se ocultó en el pecho de Yoongi, no quería ver esa escena tan cruel,Yoongi le abrazo protector, intentando tragar el nudo tan pesado que tenía en la garganta.

Jin se acercó a la cara de Yoongi y besó su mejilla, le sonrío débilmente, Nam se acercó y los abrazó a ambos, a Jimin y Yoongi, salieron lágrimas y muchos lamentos por parte de todos.

-Yoongi —Jin llamo la atención del mencionado.— no estés triste, sé fuerte, por favor, no te vamos a abandonar amigo, hasta que termine el invierno.

Yoongi no podía más, sus ojos estaban hinchados y rojos de tanto llanto, Nam le dijo unas cosas en el oído a Jimin y Yoongi, seguidamente, sé los llevaron a ambos.

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|...|

Yoongi le dijo a Jimin que saldrían de ahí, que se irían a casa todos a salvo.

Qué todo sería como antes, que pasarían invierno juntos, que el frío no importaba si estaban juntos, que Namjoon y Jin se recuperarían, que todo era un mal entendido. Que le compraría el helado que deseaba desde hace tiempo.

Jungkook llamó a Yoongi para hablar con él, o bueno, eso se suponía.

-El encargado hablará con usted.

Lo dirigió sin decir más hasta una sala enorme, dejando a su pequeño novio llorando en la sala de espera sólo.

Cuando entró, sé encontró con un escritorio enorme y un chico pelirrojo  sentado en una silla.

-Buenas noches, mi nombre es Jung HoSeok, soy el encargado de comunicar sobre las condenas y castigos, mi trabajo era muy sencillo, hasta que llegaron ustedes ¿No? - una sonrisa sádica se escapó de sus labios-

-¿Qué nos harán? —Preguntó Yoongi exhausto, su mirada era deprimente de tan solo verla, agotada, llena de dolor y cansancio—

- Lo ejecutaremos primero a él, es la amenaza principal después de todo.

- ¡Él no es una amenaza! —Gritó eufórico y lleno de cólera, era tan idiota, tan estúpido, no era una maldita amenaza.—

-¡Silencio! Usted no tiene derecho a opinar —Interrumpió el pelirrojo—
Las fuerzas están en camino, llegarán en una hora, por el momento ustedes permaneceran aquí vigilados, hasta entonces hablaremos.

- Pero él no es...

- Es todo, llévenlo. —Expreso con asco y desprecio, mirándolo por encima del hombro—

Jungkook sacó a Yoongi de manera brusca de la sala, lo dejó junto a Jimin en la sala, éste ya había dejado de llorar, corrió a abrazarlo cuando lo vio volver.

Al estar ambos sentados y en silencio, Jimin lo rompió con tan sólo una palabra.

-¿Hyung?

-Dime Jimin

-¿Iremos por el helado después de aquí como me prometió?

Con sus ojos grises soltando lágrimas logró ver que apesar de todo, mantenia su inocencia y felicidad. Sus ojitos deslumbraban emoción después de el llanto, llevaban tiempo ahí esperando. Cada vez que lo veía le calentaba el alma y eso le causaba muchisima ilusión.

-¿Por qué lloras, hyung? —Su carita comenzó a cambiar, sus ojitos verdes se fueron quebrando sin razón alguna, siempre que veia mal a Yoongi le causaba muchisima tristeza aún sin saber la razón. —

-Estoy triste, Jimin —Dijo el chico con un toque melancólico forzando una sonrisa para animar a su pequeño bebé—

-No este triste, hyung, yo a usted lo amo mucho y no me gusta verlo así, si te hace sentir mejor, le daré muchos besitos cuando lleguemos a casa —Comentó Jimin para soltar un leve puchero mientras movía sus pies de adelante hacia atrás en su asiento, demostrando qué, sin importar lo que pasara, estaba contento de estar con Yoongi—

Yoongi no sabía como reaccionar en ese momento, sabía lo que sucedería después, pero no quería que tuviera un mal recuerdo para cuando el momento llegara.

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Autista  |YM| [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora