Desperté y la casa se sentía tan vacía, sin nadie en casa me volvía a sentir indefensa, como un caracol sin su coraza, mi padre, mi tío y Franco se habían marchado por la madrugada sin hacer ruido, siempre tan sigilosos. Entre a la ducha y sequé mi cabello, me coloque mi uniforme y baje a la cocina, los chicos seguían en su recamara y solo se escuchaba un ligero bullicio, tosté algunos panes e hice jugo de naranja, mire la hora, hoy daban inicio las prácticas de taekwondo, recordé aquella pelea en el bar, si hubiera sabido defenderme yo me las hubiera arreglado y no tuviera que haber dependido de Christopher, miré el reloj y preferí irme sin decir nada, solo deje una nota arriba de los panes, ellos no tenían que cuidarme siempre, era lo suficientemente grande. Salí de mi casa y mire el cielo nublado, si regresaba por algún paraguas quizás me encuentre a los chicos en la cocina, preferí seguir caminando, la señora de la tintorería regaba algunas plantas con pocas hojas, la salude y ella nerviosamente me correspondió el saludo, segui caminado cuadras arriba, la gente iba de un lado a otro, chicos corriendo a la escuela, señoras yendo al mercado y hombres con trajes y maletines caminado entre la personas que caminaban un poco más despacio en la calle. Estaba en el semaforo, mi celular vibro y mire la pantalla era Christopher preguntando ¿en dónde estaba?¿ya llegaste a la escuela?, le puse rápidamente que estaba en camino.
-Lindo clima ¿no?-dijo un chico a lado mio encapuchado, no podía ver su rostro, así que solo por cortesía asenti.
-¿Quieres un poco?-dijo acercándose y colocándome su paraguas encima mio
-No gracias-dije al ver las luces del semáforo cambiar y camine un poco más deprisa, sabía que me seguía pero ya casi llegaba a la universidad entrando ahí lo evitaria, no quería llamar a los chicos.Estaba por llegar a la escuela cuando me tomo del brazo, sentí un miedo en mi cuerpo y me paralize.
-¿No me recuerdas?-dijo él quitándose la capucha de su chamarra dejando ver unos ojos largos ojos rasgados y una sonrisa.
-¿Deberia?-dije soltandome del chico, el hizo una seña como si lo hubiera lastimado en el pecho, me causo algo de risa pero decidí conservar la calma y volver intentar entrar a la universidad, me volvió a sujetar y dijo
-Te dare una pista-me señalo el pecho, me cubrí y me sonroje
-¿Que demonios? pervertido-estaba a punto de darle una bofetada y me detuvo diciendo
-Yo fui quien tiró el jugo en tu uniforme,¿pudiste quitarlo?¿cuanto fue?-dijo el sacando su billetera
-¡Ah!, claro sabía que te conocía de algún lado-mentí y me reí nerviosamente
-Me alegro que recuerdes, así que ¿asiste a esta universidad?-señaló el edificio que estaba tras mío, asentí nerviosamente.
-Yo asisto a esa-señalo la universidad de al lado de la varones, justo donde iban los chicos.
-¿En serio?-quizás conozca a los bobos
-¿Tienes amigos ahí?.
-No, es solo que es coincidencia que asistas a la universidad hermana-dije incómodamente