-Félix se me acercó y quitó algunos mechones de mi frente dejando ver una pequeña herida que me hice cuando la botella cayó en mí.
-No es nada- no te preocupes-dije limpiando la sangre con mi pañuelo, I.N. se acercó a mi y tomo mi pañuelo
-Siempre cargo con banditas porque suelo tropezarme seguido o caerme,¿me permites ponerte una?-mire sus ojos como veía mi herida sin preocupación Christopher miró aquel chico con fuego en sus ojos, podía notar su enojo a kilómetros, Félix le ayudó a levantar los mechones de cabello y la sangre cesó.
-Ve a casa, nosotros llevaremos a _______ a casa y también la llevaremos a la escuela, así que no te preocupes.
-Genial mañana nos vamos todos juntos, adios ________-dijo sacudiendo mi cabello
-¿Que haces?¿por que la despeinas?- dijo Christopher celosamente peinándome con sus manos aquellos mechones que se habían desordenado, Félix me miró con señas ''¿Qué le pasa?'' levanté mis hombres porque realmente nunca había visto que Christopher me cuidara tan de cerca, lo hacía constantemente pero esta vez cuidaba que no me tocaran,I.N. se marchó sin mirar atrás justo por el camino donde veníamos, y nosotros caminamos a casa en silencio, estaba tan adolorida y cansada que quería llegar a mi cama y dormir por mucho tiempo.
-Iré a la cama-dije arrastrando mis pies por la poca fuerza que me quedaba.Los chicos me vieron preocupados, les sonríe y les dije que no me vieran así que en realidad fue divertido, ellos rieron un poco y se relajaron en la cocina, subí a mi habitación y miré mi móvil, no había señal de mi papá, Franco o mi tío. Me quité la chaqueta del uniforme y sentí un dolor en mi abdomen, me desabroche la camisa de mi uniforme y mire un moreton en mi costado, me levante un poco la falda y había otros cuantos.
-¿Te molestan en la escuela?-dijo Christopher en la puerta de mi habitación con una bandeja de comida y algo de fruta en un tazón.
-¿Qué no sabes tocar?-dije paniqueada ya que me había visto en ropa interior
-La puerta estaba abierta, déjame ver- dijo entrando y dejando la bandeja en mi mesa de noche, se acercó a mí y por inercia hice un movimiento de bloqueo que había practicado con la señorita Moon, Christopher me miró extrañado.
-¿Félix te ha enseñado algo?¿El te hizo eso?-dijo levantando mi camisa para poder el moreton- me puse mi bata de noche rápidamente y le dije.
-Claro que no, no es nada-me mire al espejo y me quite la bandita para entrar a la ducha.
-_________, ¿qué está pasando?-se acercó y me acorralo contra el espejo.
-No eres mi hermano o mi padre para decirte todo, yo también tengo mis cosas y no necesito contarle a nadie, entraré a bañarme, gracias por la fruta,¿podrías retirarte?-dije sintiendo mi corazón palpitando velozmente en cuanto el se acerco.
-Creeme que agradezco no ser tu hermano- salió de la habitación azotando la puerta entre risas, entre a ducharme y salí del baño envuelta en una toalla cuando vi a Félix sentado en mi cama comiendo la fruta que estaba en mi mesa de noche.
-¿Por qué no puedo tener algo de privacidad? -dije sacando algo de ropa de mi armario
-________, Christopher y yo nos preocupamos por ti...en realidad solo tenemos a nuestro padre bueno a Franco y a tu familia, nosotros te apreciamos mucho, lamento si a veces somos sobreprotectores es solo que es lo único que nos importa. No es porque creamos que no sabes cuidarte es solo que siempre habíamos sido él y yo huyendo, no mediamos el riesgo hasta que tuvimos una familia de verdad, no queremos perder esa familia, ¿entiendes?-Nunca había visto a Félix tan serio, se levantó de mi cama y me dio una sonrisa torpe y me dijo.
-Me llevare esto-mostrándome el tazón de fruta casi vacío.
-Félix, gracias, en realidad estoy tan celosa que ustedes se pueden desenvolver tan bien y bueno I.N es mi primer amigo aquí.
-¿I.N.? ¿Hablas del chico de esta tarde?-asentí y me senté en mi cama
-No es por nada pero creo que las chicas están celosas de tí, por cierto pon algo de pomada-mencionó Félix al aire, mire mis piernas y estas estaban llenas de moretones, entendía a los chicos, realmente sentía la misma preocupación hacia ellos es solo que también sabía que ellos pueden cuidarse tan bien y pueden ser tan independientes.
Me puse la pijama y algo de pomada en los moretones, mire como la sombra de uno zapatos se paraba enfrente a mi puerta,reconocí la pisada de Christopher, pero despues se fue quizas queria saber si ya estaba dormida, las luces se apagaron después de unos minutos así que fui a la cama.
-¡_______! tenemos que salir de aquí- decía Christopher entrando a mi cuarto y Félix detrás de él, tomó una maleta y puso algo de ropa mía y algunos zapatos.
-¿Qué está pasando?-dije tallando mis ojos al ver el despertador que marcaba las cuatro de la madrugada
-Confía en mí y sígueme- Christopher tomó mi mano y salimos de mi habitación, bajamos mientras que pude escuchar cómo trataban de entrar por la puerta principal, Félix le hizo algunas señas a Christopher y regresamos para salir por la puerta trasera, llegamos al portón pero en vez de salir los chicos abrieron una alcantarilla a un costado del jardín.
-¿Qué demonios está ocurriendo?-dije mirando a mi alrededor, ruido y voces desconocidas.
-Sígueme-dijo Félix bajando por unas escaleras mientras se metia a la alcantarilla
-Ni loca, eso apesta, hay ratas y suciedad-Christopher me tomó de los hombros y me miró
- necesito que me escuches y hagas lo que te pedimos si quieres salvar tu vida- su mirada me congelo su mirada asustada, nunca lo había visto con ese miedo, baje rápidamente y Felix me extendió la mano, la poca luz que alumbraba la pequeña alcantarilla desapareció seguido de que Christopher cerrará aquella ventanilla y bajará hacía nosotros.
-No podemos quedarnos mucho tiempo, nos encontraran.-dijo Félix susurrando, Christopher asintió y tomo mi mano comenzamos a correr, Felix miraba un mapa en su pantalla del celular que a la vez alumbraba el camino,trataba de que mi maleta no tocara la poca agua sucia que había mientras saltaba entre pedazos de ladrillos, llegamos a un muro con una puerta de metal de casi dos metros.
-¿Lo tienes?-preguntó Félix a Christopher, el saco una pequeña llave con una hoja de papel, giró la manija de la puerta e inserto la llave, la gran puerta abrió sin dificultad y un cuarto se alumbró dejando ver a un hombre apuntandonos con un arma.