Against the Gods Vol1: Calamidad Teñida de Rojo

Capitulo 31 : Siete Hadas de la Nube Congelada - Chu Yueli

Capitulo 31 : Siete Hadas de la Nube Congelada - Chu Yueli

“¡Espera un minuto! ¡No puedes marcharte todavía!”

Una voz vino desde atrás y detuvo temporalmente a Xiao Che en su trayectoria.

Xiao Yulong caminó rápidamente hacia Xiao Che y, al mismo tiempo, dijo con un rostro justo: “Todo el mundo sabe que Xiao Che se casó hace cuatro días, y con quien se casó es nuestra belleza número uno de Ciudad Nube Flotante, la preciosa hija de la familia Xia, Xia Qingyue. Pero, ¡todos no deben olvidar la razón por la cual Xia Qingyue se casó con Xiao Che! Es porque el hijo del Quinto Dignatario, Xiao Ying, había salvado la vida de Xia Qingyue en el pasado. La primera razón era para pagar la deuda de gratitud, y la segunda razón era para honrar el compromiso nupcial de hace dieciséis años. Pero si es para pagar la deuda de gratitud, u honrar el compromiso nupcial, con el que debería haberse casado era el hijo biológico Xiao Ying… ¡Y no este bastardo que no es del linaje del Clan Xiao, y que salió de quién sabe dónde!”

Las palabras de Xiao Yulong recordaron instantáneamente a todos, el hecho que Xia Qingyue se había casado con Xiao Che fue a causa del acuerdo hecho hace dieciséis años. Puesto que Xiao Che no era más el hijo biológico de Xiao Ying, por tanto, ¡el matrimonio era precisamente un error absoluto!

Y puesto que fue un error, debería…

Xiao Che no miró atrás, y respondió fríamente: “Xiao Yulong, no es asunto tuyo interferir en mis asuntos matrimoniales.”

“No, es mi asunto.” Xiao Yulong sonrió de manera burlona y dijo: “En este momento, toda Ciudad Nube Flotante sabe que la belleza número uno se ha casado en nuestro clan Xiao. Después de hoy, la ciudad entera sabrá también que esta hermosura número uno de hecho no se desposó en el clan Xiao, sino con un hijo bastardo que el clan Xiao había estado alimentando en vano por dieciséis años. Y lo qué enorme broma sería.” Volviendo su mirada, él miró al silencioso Xia Hongyi que estaba de pie en la parte trasera; Yulong levantó su voz de nuevo y continuó: “Maestro Xia, a partir de lo que Yulong había oído, usted y Xiao Ying habían sido hermanos de armas hace años, y puede haber sido su deseo desposar su hija a Xiao Che. Sin embargo, ahora que la verdad está dicha, que este Xiao Che en realidad no era el hijo de Xiao Ying, sino era solo un niño bastardo que fue recogido dios sabe dónde, supongo que debe sentirse conflictivo en su corazón y está teniendo problemas aceptando esto ahora mismo.”

Xia Hongyi permaneció en silencio, pero su expresión facial en efecto parecía algo terrible.

Y en este momento, el resto de los discípulos del clan Xiao que no podían soportar ver el matrimonio de Xia Qingyue con Xiao Che finalmente encontraron su oportunidad para desahogar sus frustraciones y comenzaron a gritar.

“¡Xiao Yulong está en lo correcto! Xia Qingyue pertenece a nuestro clan Xiao, y ahora sabemos que Xiao Che no es uno de nuestra gente del clan Xiao, ¡el matrimonio debe ser anulado!”

“El Quinto Dignatario sabía claramente que Xiao Che no era uno de nosotros, sin embargo, él todavía siguió adelante con el matrimonio…. ¡Esto es simplemente una estafa desvergonzada de un matrimonio!”

“¡Esta basura bueno para nada Xiao Che no estaba en condiciones para estar con Xia Qingyue en el primer lugar! ¡Anulen rápidamente este matrimonio y luego destiérrenlo del clan Xiao!”

“¡Maestro Xia! Por favor, diga algo… ¿No está enojado después de ser engañado por el Quinto Dignatario y Xiao Che por tantos años? ¿Usted va a dejar que el matrimonio de su hija se convierta en nada más que una broma?”

………

Sarcasmo, crítica, regocijo, insultos, e incluso el sonido de personas avivando las llamas fueron escuchados… La gente que estaba celosa del matrimonio de Xiao Che y Qingyue finalmente encontró una salida para liberar su ira, y con cada grito, los insultos se volvieron más perforantes que el último. Ya que todos ellos estaban supuestamente en el lado ‘correcto’, todos y cada uno de ellos continuaron criticando con un rostro erguido, como si estuvieran en un proceso común.