Quedarse solo con Mark

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DongHyuck despertó acalorado. No sabía en qué momento de la noche había terminado tan pegado a la pared que hasta podía respirar el olor a pintura, siendo aplastado por Mark.

Quiso llamarlo para que se moviera por las buenas, pero luego de sus negativas y su mal humor, soltando gruñidos para que no lo molestara, decidió hacerlo por las malas y apoyar sus manos en la pared, empujando para hacerse espacio.

— Ahh —un gemido de dolor y un golpe seco contra el suelo llenaron la habitación.

Inmediatamente los ojos de Haechan se abrieron alarmantes.

¿Ese había sido Mark? ¿Mark había caído? Y en el caso de que sí lo sea ¿Quién se encontraba, entonces a su lado, aun en la cama?

Se sentó apresuradamente, volteando su cuerpo, encontrándose directamente con un Jisung que pasaba a estirar su cuerpo con mayor comodidad al tener más espacio.

Luego, miró la figura que se levantaba desde el suelo. Ese sí era Mark.

— Hey, ¿Qué...? ¿Y este cuándo llegó? —su pregunta cambió tan rápido vio al intruso en la cama.

— Eso mismo te iba a preguntar.

Pero Mark se hallaba igual o más sorprendido que él.

El mayor de los tres se arrodilló y con una mano quiso despertar al maknae.

— Jisung, Jisung —lo llamó removiendo su cuerpo, pero el otro no respondió a los sacudones.

— Ay, Mark, no seas tonto, así no se los despierta. A ver, quítate —negó, empujándolo para que lo dejara a él.

Haechan alzó su mano y luego de girarla, haciendo sonar sus huesos, y de estirar sus dedos, la dejó caer con fuerza en dirección al trasero del niño.

El rubio abrió sus ojos enormemente antes de arrodillarse y alejarse, sobando su trasero.

— Ah, Haechan-hyung, deja de despertarme así —se quejó al reconocer la forma tan amable que tenía el mayor para despertarlo.

Aquella nalgada había sonado muy fuerte, incluso Mark se sobó su trasero, como si la hubiera podido sentir él también.

— ¿Qué haces aquí, Jisung?

— ¿Qué? Esta es mi cama —respondió alzándose de hombros, con una mano en su trasero y la otra en el ojo.

Ambos mayores vieron en dirección a la cama de Renjun: perfectamente estirada, vacía y sin rastro alguno de que el chino, o el mismo Jisung, haya pasado por allí.

— ¿Y por qué no te acostaste en la cama de Renjun?

— Repito, esta es mi cama —dijo alzando ambas cejas.

— ¿Y tantas ganas tenías de dormir en tu cama que te pusiste entre nosotros dos? —preguntó nuevamente Mark.

— ¿Quién te lo dijo?

Antes de que Jisung pudiera responderle algo a Mark, DongHyuck hizo otra pregunta que lo hizo despertarse por completo.

Minhyung se levantó y sentó en la cama, mirando a ambos en silencio por sentirse perdido.

— ¿Decirme qué? Nadie me dijo nada —por lo rápido que respondió era evidente que sabía algo.

— Dime quién y nadie saldrá con mi mano marcada en su trasero —nuevamente levantó su mano.

— Okay, okay, ¡Te diré! —se apuró a protegerse con sus manos— Fue TaeYong-hyung, él nos envió un mensaje y dijo que los vigiláramos y que no los dejemos dormir solos.

No hasta que seas legalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora