Capítulo 3

2.4K 84 11
                                    

Capítulo 3

Todos entramos en el restaurante chino, ¿por qué comida china?, hubiera sido mejor comida italiana o algo, no sé... Harry nota mi incomodidad ya que Gemma decidió irse con Anne a casa y yo me he quedado sola con seis chicos a los que no conozco, descontando a Harry y Robert. Hemos ido algo lejos de Londres.
    De repente noto cómo Harry se tensa a mi lado. ¿Qué le ocurre?

    Miro hacia la mesa y fuerzo un poco la vista. Cuando reconozco la familiar cara, estiro los ojos asustada.

    -¿Se puede saber qué demonios hace él aquí? -musito cerca del oído de Harry.

    -Ni yo mismo lo sé, no lo entiendo -Parece más molesto que yo.

    En realidad lo mío no se trata de molestia, si no de temor hacia él.

    -Robert -le llama Harry.

    Éste viene a nuestro lado.

    -¿Qué cojones hace Eric aquí? -Casi puedo oír rechinar sus dientes.

    La cara de su amigo se contrae un poco, pero logra responder:

    -Vino hace unos días, Harry. No es el mismo de antes, ha cambiado.

    Yo bajo la vista, avergonzada de los viejos recuerdos que invaden mi mente. Allí, en el jardín de aquella casa, me obligaron a beber para luego abochornarme y reírse de mí.

    -Eso no son más que mierda, nos iremos ahora mismo -Él me agarra del brazo.

    -¡No! Espera -baja el tono de voz-. Vamos, tío, no pasará nada. Sólo vamos a cenar.

    Harry está dudoso, puedo sentir sus latidos del corazón. ¿Debería ayudarle?

    -Vamos -insiste Robert.

    Mis ojos castaños se encuentran con los de Harry. Entonces se arma de valor y me conduce hasta la mesa sin soltar mi mano.

    -¡Hombre, cuánto tiempo amigo! -exclama Eric sonriente, cuando nos sentamos frente a él.

    -No me llames así. Comamos de una vez y larguémonos todos -Coge la carta para revisar los platos.

    -Venga Harry, lo pasado pasado está. Vayamos a tener una agradable cena, hace mucho que no nos veíamos.

    Después me mira a mí y me sonríe, haciendo que aparte la mirada incómodamente.

    Todos empiezan a hablar de cosas que yo no conozco, al fin y al cabo soy la única chica de aquí. El camarero no viene a atendernos y llevamos quince minutos esperando.

    -Robert, ve tú a llamar a alguien -dice un chico de pelo liso y negro.

    -¿Por qué mierda no vas tú?, yo estoy en el centro de la mesa y tú en el borde, puedes salir perfectamente -se queja, yo sonrío divertida.

    En pocos minutos están peleándose por quién andar unos miserables cuatro metros hasta un camarero. Al final me levanto algo cansada de escuchar a estos tontos y digo:

    -Iré yo.

     Todas las miradas se posan en mí, intimidándome.

    -¿Tú?, apuesto a que Harry no te dejaría dar dos pasos sin él a su ladito -Se burla el chico de pelo negro, que creí que me caía bien.

    -Te voy a partir la boca si no cierras tu bocaza, Ed -dice Harry desde su asiento.

    Yo decido ignorar el estúpido e infantil comentario de Ed y me levanto.

A prueba de ti [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora