8

4 0 0
                                    

Y lloré...

Sigo llorando...

¿Es que no has tenido suficiente que has vuelto a buscarme? No puedo pedirte nada más, solamente dejarme en paz.

Llegaste ebrio a la puerta de mi casa; gritaste como un loco para que te dejara entrar, y no te cansaste, hasta que tuve que salir. Lloraste sosteniendo mis piernas con una botella de whiskey en la mano suplicando que volviera contigo.

Lamento que mis vecinos hayan llamado a la policía, pero les agradezco el haber prevenido algo irremediable como haber accedido a volver contigo. El destino se apiadó de mi herido corazón, como nunca lo había hecho estando contigo.

No te cansas de marcar mi corazón, de arañarlo con tus vacías palabras. Cada vez que te veo, una parte de mí se desgarra hasta sangrar por el tiempo que te amé y no recibí nada de vuelta. Duele entender que fui una estúpida al creer que me amabas, cuando solo amabas tenerme a tu merced y cumplir cada uno de tus caprichos.

No quiero volver a tu vida, y no quiero que tú vuelvas a la mía.

Desaparece de mi vista, de mi mente y de mi corazón.

Amor de DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora