THROUGH THE MIRROR | Unique Trilogy

1 | El caldero Chorreante.

Primera Nota

24 de Febrero del 2029

Recuerdas aquellas tardes en el jardín de la madriguera o en el Caldero Chorreante donde las risas eran lo único que se escuchaba por aquellos lugares.

Todos los merodeadores unidos, planeado nuestra siguiente broma, como a pesar de mis insistencias por ser mas cuidadosos tu decías que valía la pena el riesgo porque seria una aventura mas que contaríamos en un futuro.

Eras tan decidida y tu risa era música para mis oídos, al escucharla los problemas en los que nos metiéramos simplemente no me importaban, porque al escucharte reír sabía que había valido la pena.

Y eso es una de las cosas que mas extraño de ti, el sonido de tu risa.

Nos leemos en la segunda nota, mi lince favorito.

Visita el Caldero Chorreante si deseas continuar con las cartas.

Frank Longbottom A.

✎✎✎

Últimamente el clima el Londres era demasiado sombrío, el sol salía solo por unos cuantos minutos, pero no lo suficiente para alumbrar toda la ciudad. Pero aquello no detenía el movimiento por las calles del Reino Unido, todas las avenidas estaban repletas de gente y las carreteras con un trafico impresionante.

Una castaña caminaba entre todo el gentío, con una mochila sobre su hombro y con una vestimenta formal, una blusa de cuello, una falda gris recta y unos zapatos de tacón bajo conformaban el conjunto. Su mirada se encontraba perdida en el horizonte, sin enfocarse en algún punto en especial, su caminar era tan monótono, tan rutinario que transpiraba cansancio por cada poro de su piel.

Pero aquel andar se detuvo cerca de un restaurante que ella bien conocía, sus recuerdos la traicionaron y su corazón decidido a cambiar la rutina la alentó a entrar aquel lugar, que seria simplemente una parada hacia donde sus recuerdos realmente la llamaban. Finalmente, la castaña entro al local con los nervios de punta.

—¡¿Roxanne?! —exclamó un chico de cabellera rubia y una sonrisa algo arrogante que sorprendido ante la aparición de la castaña se acerco hasta ella. — ¿Realmente eres tú?

La castaña rodó levemente los ojos ocultando un brillo de nostalgia ante como la llamó aquel rubio que se acercaba. —No es como si hace una vida no nos viéramos Lorcan. —le reclamó en un tono seco cruzando sus brazos sobre su pecho.

—Ciertamente, pero tu ya no frecuentas estos lugares, bueno no por tu propia cuenta. —le recordó Lorcan con una sonrisa burlona, pero en su tono se escuchaba el reproche. — ¿Algo de trabajo te trajo aquí?

—No vine aquí por trabajo, solo estoy de paso. —respondió la castaña con una sonrisa sarcástica en sus labios. —Ahora, si ya terminaste tu interrogatorio, déjame pasar.

El rubio se hizo a un lado para que Roxanne lograra pasar, la castaña se apresuro a seguir su camino, pero Lorcan volvió a detener su paso tomándola del brazo.

—Si solo estas de paso mejor retoma el camino por donde venias, pero cuando te des cuenta que Lynx sigue ahí, regresa si estas lista. —habló Lorcan con una sonrisa de lado y depositando un papel doblado en la mano de la castaña. —Te lo mandan, al parecer esa persona sabía que vendrías por acá.

Lorcan deshizo el agarre hacia la castaña y fue hasta su mesa donde su hermano gemelo lo esperaba, Lysander le dedico una sonrisa amplia y tranquilizadora a la castaña para después seguir en lo suyo.

Roxanne soltó un suspiro profundo de sus labios, mordió ligeramente su labio, presa de los nervios y el nudo en la garganta que se le acababa de formar. La indecisión volvió a acecharla, debía seguir y caminar hacia el callejón Diagon o de volverse y continuar con su rutina. Tal vez tomara un atajo a casa solo por esta vez.

Aquella tarde Roxanne caminó por el Callejón Diagon por unos minutos, pero sin animarse del todo a entrar a la tienda de su padre. Decidió que aquello tal vez lo dejaría para otra ocasión, pero se permitió volver a sonreír ligeramente al ver a los niños entrar y salir de Sortilegios Weasley con sus ojos iluminados como ella lo había hecho años atrás.

De lejos un chico de cabellera obscura y unos anteojos tapando sus ojos, la observaba con una leve sonrisa en sus labios, su primera carta había dado frutos y por un momento vio en esa sonrisa de lado el atisbo de anhelo de su pequeña bromista.

| ¡Hemos comenzado!, espero les guste esta historia. Tal vez sea un poco pesada pero luego irán entendiendo todo.  ¡Muchas Gracias!

La pregunta de hoy: ¿Que prefieren bosque o playa? /