Ha amanecido de vuelta, en la mesa sigue tu taza y en ella el té que no bebiste.
En tu cuarto siguen los osos afelpados esperando impacientes tus abrazos.
En el balcón tu cenicero, con los restos del último cigarro que fumaste.
En mi cuarto, en la pared norte aun cuelga tu retrato.Una parte de mí se fue contigo.
Por qué tan lejos has querido viajar?
No me preguntaste si quería ir contigo, ahora solo me has hecho extrañar.La estrella más brillante en la constelación del Yo Menor,
ese Yo deshecho y destruido que ha quedado sin sentir tu amor.
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Astrolabios
RomanceVámonos queriendo a la velocidad de la luz. #150 en Poesía - 12/11/19