Y por un momento quedé en blanco, sólo veía a través de mi ventana a los pájaros cambiar de árbol, veía a los niños correr, autos pasar y hojas volar. Todo pasó en cámara lenta mientras el café provocaba un baile en mis papilas gustativas, y recorría un largo camino. Mientras el vapor empañaba de nuevo mis anteojos.
Después de regresar de ese trance, observé mi café y sin duda alguna, era un perfecto tono negro que me cautivó.
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Tono perfecto
Historia CortaPerfecto olor, perfecto tono negro. Un placer. No temas probarlo, aunque es muy probable que te cautive su olor y sabor. Mira por aquella ventana mientras lo pruebas, ten cuidado.