No podía creerlo, este viaje iba de mal en peor.
-Y bien linda, ¿No dirás nada?- dijo el muro de ojos verdes y pelo negro. No sabía que responder, esta era una de las pocas veces que he hablado con un hombre,sin contar a mi padre. Pero vamos Amy, tienes que ser firme.
-Qué te crees que eres... ¡Idiota!- le espeté no muy convencida. Lo único que conseguí fueron carcajadas de su parte, no puede ser.
-Vamos, se que puedes decir algo mejor que eso, cara bonita.- Respondió con una sonrisa burlona en su rostro. -
-Sal de mi camino niño, tengo que ir al baño.- Tercié para luego empujarlo y poder pasar, pero era demasiado fuerte y mi empujo fue en vano.
- ¿Niño? ¿No ves que soy todo un hombre?-Preguntó levantando su brazo derecho para mostrar sus "músculos", di una fuerte carcajada, pues si era algo musculoso, pero no iba a decírselo, a decir verdad, era muy guapo además ¡¿Pero qué estoy diciendo?! Contrólate, Amy.
-Te atreves a decirme niño- Continuó- cuando tú traes una pinta de preescolar que juega en el lodo... -Miró de reojo mi polera de Pikachu y sonrió triunfante. Oh no. Ya no lo iba a aguantar más.
Tomé mi maleta y la arrojé con fuerza a sus talones, y aunque no logré botarlo, perdió el equilibrio, lo que me dio tiempo para tomar mi maleta y salir rápidamente al baño de mujeres. Una vez dentro tiré mi maleta al suelo y la abrí lo más rápido que pude, pero al abrirla me llevé una gran sorpresa ¡No tenía nada de ropa! Unas cuantas prendas pero ninguna combinaba con la otra, ahora definitivamente no sabía que hacer.
Tan concentrada estaba en qué hacer que no me dí cuenta que había una niña de unos 5 años mirándome, con sus pequeñas manos tapándose la boca para no reír.
-Emm... ¿Qué pasa?- dije, para luego mirar a todas direcciones, para ver de que se reía la pequeña niña.
La niña salió corriendo del baño esbozando una sonrisa de diversión. Al menos algo bueno que hice hoy...
Recorrí el baño una y otra vez, sin encontrar solución más que pasearme por todo el aeropuerto con el trasero mojado y sucio.
Salí resignada, pero a la entrada del baño me encontré con una pequeña sorpresa.
Un abrigo de cuero minuciosamente doblada yacía en el suelo con una nota.
"Para una linda pelirroja con problemas de vista."
Sonreí para mí misma y desdoblé la chaqueta. Era tan grande que me taparía hasta las rodillas.
Quién lo diría, toparme con el muro parlante no había sido una completa desgracia.
Me puse la chaqueta y salí del baño y como bien supuse, la chaqueta tapaba lo que tenía que tapar.
A metros del baño me topé con Kim, que me anunció que el Check-In estaba listo-no sin antes burlarse de mi vestimenta- y era hora del Embarque de equipaje. El jodido Embarque. Ya veía desde mi posición la eterna fila de pasajeros. Me dispuse cuanto antes en hacer la fila antes de que creciera más.
Una maldita hora pasé en esa fila infernal. Y moría de hambre.
Caminaba hacia una cafetería cuando por los parlantes sonó un aviso.
Tin tun tin tun. Su atención por favor, pasajeros del vuelo American Airlines 221 con destino a la ciudad de Omaha. Por favor ingresar a sala de embarque. Tin tun tin tun.
Creo que es uno de los pocos aeropuertos en el cual uno puede entender a la azafata hablar por el parlante, qué milagro.
Terminé de comprar mi comida y volví a la fila, estaba avanzando más rápido de lo que creí. Le entregué mi pasaje la azafata junto con mi carnet, estos los pasó por una máquina y luego me los entregó. No esperé ni a mi madre ni a Kim porque ellas estaban ubicadas lejos de mí. Y tampoco tenía las ganas.
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Knock me, Maturity.
RomanceAmy Bennett era una típica friki, pasando sus días frente a la consola. Pero ahora todo va a cambiar, y tendrá que enfrentarse a los típicos problemas de adolescentes, algo tan simple como lo que es vestirse. O peor aún, el amor. Autoras: Valenti...