Capítulo 3

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Apenas dura tres segundos la conexión de nuestras miradas. Ronnie se precipita hacia el salón y yo lo sigo con el miedo en el cuerpo. ¿A qué se debe aquel grito desgarrador?

Llegamos al salón y allí en el sofá, hayamos a Ben, el hermano de Ronnie, con la cara tapada con un cojín y a Sophia, la canguro del pequeño, quien con la mano en el pecho, respira de forma apresurada. En la pantalla del televisor, una imagen congelada.

-¿Qué pasa aquí?- pregunta Ronnie al llegar al salón.

Ben pega un salto y abraza a su hermano.

-Ronald- dice Sophia levantándose del sofá y llegando hasta nosotros- Discúlpame, pero estábamos viendo una película y nos asustamos un poco.

-¿Una película?- Ronnie separa a Ben de su lado y yo le cobijo bajo mis brazos. Se acerca a la mesilla que se encuentra en frente de la chimenea y coge la carátula del DVD que yace sobre la mesilla. Lo observa y se gira enfadado- ¿The Ring?

-La niña del pozo es muy fea- murmura Ben mirándome.

-Ronald lo siento, yo…

-Es cerca de la una de la mañana. Mi hermano hace horas que debería estar durmiendo.

-Le acosté hace un par de horas, pero no podía dormirse…

-¿Y para que concilie el sueño le pones a ver The Ring?

Sophia parece nerviosa. Se muerde una de las uñas y me mira, tratando quizás de obtener en mí un apoyo. Yo aparto la mirada y acaricio el pelo rizado de Ben.

-De verdad que lo siento, Ronald. Le puse a ver Los increíbles, pero…

-Puedes marcharte Sophia- responde Ronnie. Se dirige al cajón de la mesilla que descansa cerca del televisor y saca un par de billetes. Se los tiende a la canguro- Informaré a mis padres de esto y ellos decidirán que hacer contigo.

La chica coge el dinero y mira avergonzada al suelo. Bordea el sofá y se detiene unos segundos delante del pequeño Ben y de mí.

Se pone en cuclillas y le acaricia la mejilla a Ben.

-¿Prometes que te vas a portar bien?- Ben sonríe y ella lo besa en la mejilla. Vuelve a retomar su posición vertical y me mira con tristeza- Lo siento.

Todos guardamos silencio y, segundos después, escuchamos la puerta cerrarse.

-Ronnie, ¿estás enfadado?- pregunta Ben caminando hacia él.

-Tú no tienes edad de ver esas películas, pequeñajo. Y menos a estas horas.

Ronnie se pone de cuclillas y cuchichea cosas con su hermano que no oigo. Yo, contemplo la estampa en silencio. Me gusta este Ronnie. Me gusta cuando actúa como hermano mayor. Es en esos momentos cuando adquiere esa madurez que, estoy segura, reside en su interior, y deja a un lado las tonterías y los caprichos.

Terminan de hablar y Ben me mira.

-Buenas noches maga- me dice Ben sonriendo y sube las escaleras corriendo.

Hace un año, Ronnie le había dicho que era una maga de Hogwarts y él se lo había creído. Ahora, tocaba aguantarse con aquel mote tan cariñoso e inocente.

-Es increíble- dice Ronnie enfadado quitándose la chaqueta. Yo le imito y la cuelgo en el perchero de la entrada.

-Fuiste un poco duro con la chica.

-¿Duro?- responde él alzando la voz- Mis padres confían en esa chalada la seguridad de mi hermano y ella le pone a ver una película de miedo a la una de la noche. ¿Lo ves normal?

A ESTE LADO DE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora