Capítulo 1

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Me desperté cansada. Gracias al despertador mi enfado apareció rápidamente. Lo apagué.

Juro que un día lo voy a tirar por la ventana.

Me bajé de mi cama y me fui directa a la ducha. Sentir el agua caliente por la mañana era, para mi, un regalo de la vida. Regalo que solo duró diez minutos, ya que si me entretenía más no llegaría a clase. Abrí el armario, y como siempre bufé al ver la ropa que tenía. Era principios de septiembre. Debía aprovechar el poco calor que quedaba, así que opté por unos shorts y una camiseta de manga corta. Me puse mis Vans. Era el mejor calzado que tenía. Además tenía que ir decente. Era el primer día de clases. Cuando llegué a la cocina cogí una manzana. Cogí mi mochila y me fui al instituto andando. Mi padre trabajaba así que mis mañanas eran tranquilas y algo aburridas.

En diez minutos llegué al instituto. Encontré el panorama al que me tendría que habituar un año más. Todo el mundo tenía sus grupos de amigos. Todos hablaban y reían. Y yo ahí, parada como una boba. Un grupo de chicas se me quedó mirando con una de sus bonitas caras. Las de asco. La verdad, no comprendía a la gente así. Ellos simplemente te miraban mal sin ni siquiera conocerte.

¡Que majos, por Dios!

Como buena marginada que era saqué mi celular he hice como si chateaba con alguien. Pero paré. No quería que se dieran cuenta de que estaba escribiendo en el bloc de notas de mi móvil. Yo sola me reí. Al momento el timbre sonó. Y todos entraron. Lamentablemente, yo también. Me puse a buscar mi clase correspondiente. Me puse a buscar por los pasillos la puñetera clase, hasta que choqué con alguien.

Refunfuñé y maldije a la persona que se había chocado conmigo. O yo con el...

Levanté mi cabeza  para ver quien era aquel estúpido... e irresistible chico con el que me quedé embobada.

-¿Estás bien?-dijo el empezando la conversación.

-Si si, a sido culpa mía.-dije yo tontamente. -¿Sabes donde esta 1°B?

-Si, es mi clase. Ven- dijo  él animado.

Le seguí por varios pasillos y al fin llegamos a clase. Todas las chicas pusieron la mirada en el. En mi también, pero, como era de esperar, las miradas eran muy diferentes. A mi me miraban con asco y a aquel chico le miraban con deseo. Vi un asiento al final de la clase, y no dude en sentarme en el. Al momento entró  un profesor. Parecía un hombre de unos cincuenta años. Vestía con una chaqueta y una camisa de cuadros. Parecía enfadado. Vaya tutor nos había tocado este año. Comenzó con el típico discurso de comienzo de curso, pero al momento paró al ver que alguien entraba por la puerta.

Era un chico. Vestía con una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra. También llevaba unos pantalones negros. Todas las miradas se pusieron en el. Y sí, la mía también.  Se acercó a mi. Parecía enfadado.

-Quitate- dijo el amenazándome.

-¿Por? He llegado yo antes...- dije algo nerviosa.

El iba a decir algo pero el profesor, por suerte, le cortó.

-Alex, haga el favor de sentarse al otro lado- dijo el profesor.

Solo somos vecinos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora