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" Ojos que ven, corazón que no siente "

— Hey, Jimin.

El mencionado soltó un pequeño "¿Sí?" en forma de respuesta, agregado con una media vuelta y agrandando sus ojos.

— ¿Sabes algo acerca de Jeon Jungkook?

— No lo conozco ¿Por?

— Bueno, supuestamente él debería haber estado el Lunes en la clase de Geografía que compartimos y hoy en la de Química. No ha venido durante toda la semana.

— Seguramente debe tener una razón — apoyó su mano en el hombro ajeno en busca de darle un pequeño consuelo.

— Es cierto, pero — bajó la mirada para comenzar a jugar con sus dedos — el viernes pasado te vi hablando con él y salían juntos, por eso preguntaba.

— Oh — dirigió su mirada hacia un punto no fijo — él y yo compartimos clases de matemáticas y solo le pregunté acerca de la tarea, el que saliéramos juntos ya fue para que cada uno nos fuéramos por nuestro camino.

— Entiendo — mordió su labio inferior, el cual le temblaba un poco.

— Lo siento Taehyung, pero ya te lo dije. Debe de tener una buena razón para no haber venido toda la semana.

— Muchas gracias, hyung.

— No hay de qué — mostró su sonrisa y se volteó rápidamente para continuar su camino hacia la salida.

Su semblante permanecía risueño y coqueto, saludando a todos los que se encontraba en su camino. Sujetando su mochila por las asas, caminaba campante por el sendero directo a la casa alejada del bullicio, que tenía como hogar.

— ¡Jimin! — gritaron a lo lejos.

Este mismo se asustó un poco y volteó por todos lados a ver quien quería llamar su atención. Provenía de la casa de uno de sus conocidos en la escuela, mas no eran amigos cercanos.

— ¿Qué deseas? — Jimin lo miró con una sonrisa imborrable en su rostro.

— Vamos a organizar una fiesta en mi casa — señaló a su grupo de amigos que se encontraban tomando y gritando en el balcón — ¿vienes? comienza a las siete de la noche.

Jimin lo pensó un poco — Lo siento, pero esta noche tengo que ir a una campaña de reflexión sobre los animales en peligro extinción — hizo un pequeño puchero.

— Vamos, si es Viernes, ya sabes. Viernes de diversión.

— Lo siento pero esto ya lo tengo planificado desde hace un buen tiempo.

— Wow, Jimin. Tú si que eres una alma pura — apretó la mejilla del menor — suerte en la campaña.

Jimin hizo una pequeña reverencia junto con un "gracias", se despidió y siguió su camino en su mundo color de rosa.

Ayudó a una señora mayor a cruzar la calle y a una niña a aprender a como montar bicicleta. Todos estaban felices con Jimin, se sentían todos bendecidos por tener a un nuevo mesías entre ellos, que ayudaba y colaboraba en todo, dejando sus necesidades de lado para velar por las del otro.

LIAR • YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora